sábado, 23 de noviembre de 2013

Barrenderos, jardineros, sanitarios,docentes, estudiantes, periodistas despedidos... Los ciudadanos se manifiestan contra las políticas privatizadoras del Gobierno

LA MAREA.COM: Miles de personas toman la calle contra los recortes y la reforma de las pensiones


La indignación popular por las políticas de recortes del gobierno, que ha diezmado los recursos destinados a servicios públicos vitales como Educación y Sanidad, ha llenado hoy varias de las principales arterias del centro de Madrid, donde miles de personas han acudido respondiendo a la convocatoria de la Cumbre Social, la plataforma integrada por UGT, CCOO, USO y más de un centenar de diferentes colectivos sociales y profesionales. Una convocatoria bajo el lema “Salvemos lo público, salvemos las pensiones, salvemos a las personas”,  que hacía especial hincapié en la reclamación de que se retire la reforma de las pensiones.
Los manifestantes de Madrid no han sido los únicos: al menos otras 55 localidades se han sumado a esta convocatoria dirigida a hacer oír -según un eslogan coreado por muchos ciudadanos que asistieron a la marcha- “la voz del pueblo”, una voz que en Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana se oirá mañana, se oirá este domingo, pues la protesta está convocada para mañana en esas comunidades.
La manifestación de la capital ha estado encabezada por trabajadores de los servicios de limpieza y jardinería de la capital, cuya huelga frente a las empresas adjudicatarias del servicio por parte del Ayuntamiento de Madrid las ha forzado a retirar el ERE por el que pretendían despedir a más de un millar de trabajadores.
Junto a estos trabajadores cuya lucha se ha presentado como un ejemplo de que las acciones reivindicativas obtienen resultados, caminaban maestros, sanitarios, funcionarios, estudiantes y familias enteras, muchas de ellas ondeando estandartes de todo tipo; desde insignias republicanas a pancartas a favor de la Sanidad, la Educación o las bibliotecas públicas.De hecho, esta protesta aspiraba a aunar a las diferentes mareas en una única denuncia contra las políticas del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Tras la primera línea de la manifestación, en un segundo plano, los secretarios generales de UGT, CCOO y USO, Cándido Méndez, Ignacio Fernández Toxo y Julio Salazar, así como el coordinador federal de IU, Cayo lara, la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, y representantes de Equo  han acudido pese a que la organización convocante, la Cumbre Social, no incluye a los partidos políticos.
La protesta comenzó poco después del mediodía en el Paseo del Prado y discurrió hasta la Puerta de Alcalá, donde se leyó un manifiesto que subrayó que, pese a las promesas del gobierno de recuperación para el 2014, los Presupuestos Generales del Estado son “más de lo mismo y ahondan los recortes de los últimos años. El texto, leído por la actriz Alba Flores, denunciaba la “incapacidad” del Ejecutivo para acabar con la crisis y reclamó la retirada de la reforma de las pensiones, un cambio legal definido como “innecesario e injusto”, al igual que el resto de recortes que, ha dicho Flores, “erosionan el Estado de bienestar”.
El llamamiento contra la reforma de las pensiones ha congregado hoy en las calles del centro de Madrid a numerosos jubilados, algunos de ellos miembros del colectivo de los yayoflautas. Rosario Segovia, que vestía el chaleco que identifica a los activistas veteranos, recalcó la importancia de la movilización porque, deploró, los jubilados sólo tienen “la palabra” para defenderse aunque advirtió de que no por ello las personas mayores bajarán los brazos: “Están atacando a un colectivo que está atravesando una situación muy delicada, pues muchos de nosotros tenemos que ayudar a nuestros hijos a salir adelante”.
A su lado, Ela y María de los Ángeles, también del colectivo de los yayoflautas, y cubiertas con la bandera tricolor republicana -como muchos de los manifestantes- destacaron que no es cierto que el Ejecutivo haya respetado hasta ahora las pensiones: “Desde que llegaron al poder, nos están recortando; lo primero que hicieron fue obligarnos a pagar los medicamentos, que antes eran gratuitos. Se están cebando con las clases y colectivos más desfavorecidos: con los personas jubiladas y con la discapacidad, mientras atentan contra la Sanidad y la Educación públicas”.
Segunda reforma laboral
Junto con la inquietud por las pensiones, otra de las preocupaciones expresada durante la manifestación de la capital ha sido la petición llevada a cabo por la Comisión Europea al Gobierno para que apruebe una segunda ronda de la reforma laboral. Los líderes sindicales presentes en la marcha han expresado además su temor de que los nuevos recortes impuestos desde Bruselas- definidos con el eufemismo de “esfuerzo estructural de 2.500 millones”- se apliquen recortando de nuevo prestaciones sociales, Toxo, Méndez y Salazar se preguntaron si el Gobierno va a acceder, como le pide el Eurogrupo, a recortar la prestación de desempleo, lo que creen sería un gravísimo error en un país con un 26,6% de desempleo.
Los líderes sindicales llamaron a una “movilización masiva” de cuya eficacia, sin embargo, dudaban alguno de los presentes. Por ejemplo, Salvador, un profesor de Formación Profesional,de 64 años, que considera que la única manera de poner coto a las políticas del gobierno “es aplicar la misma violencia que nos están aplicando ellos: boicotear los cajeros autómaticos, no usar internet y no pagar las hipotecas”.
Un punto de vista compartido por Carmen, una trabajadora de una biblioteca pública, con matices: “Nosotros hemos ido a todas las mareas y no sirve de nada, pero lo único que nos queda es la calle. Hay que morir con las botas puestas”.
Gloria, una maestra de primaria explicaba indignada que la crisis es “una excusa del gobierno para imponer su ideología, que consiste en favorecer a la empresa privada y acabar con servicios públicos como la Educación.Estamos volviendo al franquismo”.
Trabajadores despedidos
En la marcha, ciudadanos de todo tipo mostraban su rechazo a las políticas del gabinete de Rajoy: desde ancianos a adolescentes. También familias enteras con niños, como la de Fernando, un operador de cámara en la treintena, que salió de Telemadrid a causa del ERE masivo que dejó a 861 trabajadores en la calle, unos despidos que después fueron declarados improcedentes por el Tribunal Supremo de Justicia de Madrid.
A Fernando le parece que tanto el caso del ente madrileño como el de la también pública Canal Nou en Valencia son un ejemplo de cómo “el PP hizo de Madrid y de Valencia unos laboratorios de neoliberalismo donde ensayó lo que ahora está haciendo en el resto de comunidades”.
El operador de cámara destacó que “el caso de Canal Nou, que sigue emitiendo, no se ha cerrado y no se debe dar por perdido, porque precisamente ahora sus trabajadores están informando sin control político, lo que antes no podían hacer”.
Las políticas privatizadoras son, explica este trabajador despedido de la televisión pública madrileña, son “más caras” y además representan “un trasvase de fondos del ciudadano a las empresas a quienes se otorgan determinados servicios que deberían ser públicos”.
Hilario, un manifestante que portaba una bandera tricolor republicana al hombro, resumió el sentir expresado por muchos manifestantes, que sostenían, como él, que “la única salida es un cambio de sistema y para ello es necesario una asamblea constituyente”. 
La marcha, que coincide con una protesta convocada por la Confederación Europea de Sindicatos (CES) a escala europea,  concluyó cerca de las dos en la Puerta de Alcalá. Sin embargo, un nutrido grupo de manifestantes, al ritmo de una batucada, se dirigió luego a la Puerta del Sol donde, al cierre de este artículo, estaba prevista la celebración de una asamblea.

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