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- La ministra de Educación, Isabel Celaá, anuncia la creación de un nuevo cuerpo de funcionarios para los profesores técnicos de FP de 10 especialidades que no tienen equivalente universitario, entre 4.000 y 12.000 personas según las fuentes, y que con la Lomloe se habían quedado en un limbo
El Ministerio de Educación ya tiene su solución para los profesores técnicos de FP sin título universitario. Este colectivo, que el departamento que dirige Isabel Celaá cifra en unos 4.000 pero los propios afectados elevan a 12.000 personas, se había quedado en una especie de limbo tras la aprobación de la Lomloe, que va a elevar de categoría a sus compañeros que sí tienen título.
La ministra Celaá acaba de anunciar en la Comisión de Educación del Congreso que creará un nuevo cuerpo docente de funcionarios, categoría A2, para los profesores que imparten docencia en especialidades que no tienen equivalencia universitaria y por tanto no pueden ellos a su vez ser titulados. Se llamarán Profesores especialistas en sectores singulares de la Formación Profesional.
Este cuerpo incluirá las especialidades de cocina y pastelería; estética; fabricación e instalación de carpintería y mueble; mantenimiento de vehículos; mecanizado y mantenimiento de máquinas; patronaje y confección; peluquería; producción de artes gráficas; servicios de restauración; y soldadura.
El cuerpo de profesorado técnico de la Formación Profesional, formado por unas 28.000 personas, está compuesto por dos grupos: uno, mayoritario, de titulados universitarios que imparten clase en 19 especialidades diferentes; el otro, más pequeño, con estos docentes sin título universitario, que se ocupan de las 10 especialidades mencionadas.
El asunto es que estos docentes –todos los técnicos– están encuadrados en el grupo A2 de la administración, a diferencia de los profesores académicos de la misma FP, que están en el A1 como los de Secundaria. La división entre académicos y técnicos es histórica, pero ha dejado de tener sentido. Actualmente todos hacen una labor equivalente.
Con el nuevo cuerpo, Educación resuelve –mejor o peor– una situación que amenazaba con enquistarse cuando anunció que ese cuerpo de profesorado se iba a extinguir. Con la creación del nuevo cuerpo, cuyos detalles aparecerán en la futura ley de la FP, se permite también a este cuerpo docente sin título universitario (cosa que era imposible porque estas especialidades no tienen equivalencia en los campus).
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