domingo, 27 de octubre de 2013

Calendario de acciones de la Marea Verde para la semana del 28 octubre al 3 de noviembre de 2013

23-11-13: Manifestación 23N -Atocha-Sevilla- "Salvemos lo Público. Salvemos a las personas. Juicio a la banca" (Marea Ciudadana Madrid y otros colectivos)

Recuerda:

La Plataforma Estatal por la Escuela Pública anuncia un aplazamiento en las marchas por la Educación (previstas para principios de noviembre)

Calendario de movilizaciones del primer trimestre (Plataforma Estatal por la Escuela Pública)

Propuesta de calendario de movilizaciones para el primer trimestre del curso 2013-14 de Mareas por la Educación Pública

NOTA DE LA COMISIÓN:

A partir de ahora, los resúmenes de entradas en el blog y calendario de acciones de la Marea Verde Madrid se enviarán LOS VIERNES. Por este motivo las convocatorias de acciones que queráis que se incluyan en el calendario deben llegaraccionesmareaverde@gmail.com antes del viernes por la ​mañana.
​Las que recibamos después las incluiremos como enlace en la entrada del calendario. ​

Si falta alguna acción, envíanos un correo a accionesmareaverde@gmail.com

También puedes mandar propuestas, noticias de la Escuela Pública, escritos, 
vídeos, fotos, …
¡Gracias por tu colaboración!

"Gracias Señor Wert" (Lucrecia Hevia)

Reproducimos este artículo leído en EL DIARIO.ES:


Querido Señor Wert:
Parece que las cosas se están poniendo verdes. Y en estos momentos de inquietud toca darle las gracias.
Gracias, por recordarnos que la educación es un bien irrenunciable, un derecho, un arma de construcción masiva si masiva es la asistencia a la escuela (pero en grupos pequeños, por favor, aunque usted diga que socializan menos).
Gracias señor Wert por recordarnos que los derechos no se piden, sino que se defienden. Porque, como estamos explicando a los niños y niñas, cuando algo no nos parece bien, hay que protestar y hacerlo saber.
Gracias por hacernos ver que  la educación pública no es una gracia, ni una concesión, que tal y como lo plantea usted últimamente parece una prerrogativa del señor feudal, Señor Wert.  “Mirad qué frescos que, encima que no cuesta nada, querrán que sea buena”.
Gracias por hacer visible esa delgada línea roja que, si la cruzamos, nos hará perder derechos. Por recordarnos que la respuesta ciudadana, el voluntarismo y la filantropía de las personas puede tender al infinito: pueblos que becan, particulares que financian estudiantes, donaciones…   Pero que ese no es el modelo, sino la medida desesperada.
Porque no todos somos iguales, no, pero sí queremos tener iguales oportunidades. Había que recordarlo y gracias a su peregrina reforma estamos haciendo "reválida" de memoria, no exactamente la que usted propone.
Porque mire, yo estoy de acuerdo en que hay que sacarle partido a la excelencia. Pero si los excelentes llegan solos a la cima de la montaña, dejando por el camino a todos los demás, el asunto ya no me convence. Que tenemos que llegar todos hasta arriba para poder ver  bien el paisaje.
Señor Wert, yo veo que la escuela tendría que ser la sociedad como nos gustaría que fuese.  Si la queremos cooperativa, si la queremos coeducativa, si la queremos laica (y que la religión tenga su propio espacio educativo en los espacios religiosos). Claro que, Señor Wert, usted y yo no coincidimos. Porque usted la quiere elitista, de los de arriba y de los de abajo, de los niños con los niños y las niñas con las niñas. Porque en su realidad no hay problemas de recursos sino que el problema es que no se destinan a lo adecuado. Y señor Wert, va a ver que no soy la única que está en desacuerdo con usted.
Y seguro que usted cree que está haciendo lo mejor para el país. Que mejoras en la educación hacen falta, no lo niego. Pero cuando tantas personas dejan vacíos los colegios y salen a la calle para mostrar desacuerdo, me encantaría verle al menos una sombra de duda en la postura de salvador de la educación que tanto están adoptando últimamente desde el Gobierno.

Vídeo de la huelga educativa del 22 al 24 de octubre

  publica este vídeo


Muñoz Molina: "En vez soltar el rollito ideológico, vamos a fijarnos cómo se hace en otros sitios y preguntar a los que trabajan en las aulas"

 nos envía este artículo:


RTVE.ESAntonio Muñoz Molina: "Lo que ocurre en España con la Educación es una vergüenza"


El escritor Antonio Muñoz Molina ha tachado de "vergüenza" y ha comparado con una "obra teatral repetida" la gestión política de la educación en España. Además, ha pedido una ley de Educación "duradera, sólida" y basada en la opinión de los docentes que trabajan en las aulas, y no de "expertos, psicopedagogos y comisarios políticos desde sus despachos".
En una rueda de prensa en el hotel de La Reconquista de Oviedo, adonde ya se ha desplazado para asistir, este viernes, a la entrega de los Premios Príncipe de AsturiasMuñoz Molina ha sido preguntado por los bajos niveles de comprensión lectora que han reflejado los estudios sobre España.
"La gente que se dedica a la política sigue reaccionando con el mismo reflejo estéril. Es como una obra teatral que hemos visto muchas veces: En el primer acto se publican los datos; en el segundo acto, les preguntan a los políticos, no a los profesores y a los maestros… El político, si es de izquierdas, dice que la culpa la tiene el Franquismo, y el de derechas dice que la culpa la tienen los socialistas. A continuación, se hace una ley atolondrada, que se sabe que va a durar muy poco", ha apuntado el literato, que ha remachado "es una vergüenza".

Políticos que llenan la escuela de ideología

En su opinión, "todo el mundo debe ponerse de acuerdo en lo básico, preguntando a la gente que se dedica a ese trabajo, fijándose en cómo se hace en otros países en los que funciona mejor".
Apuesta por que los políticos sean "más pragmáticos, y no llenen la escuela de ideología con debates estériles". "En vez soltar el rollito ideológico, vamos a fijarnos cómo se hace en otros sitios y preguntar a los que trabajan en las aulas, los trabajadores que cada vez están en peores condiciones, y los maestros y profesores, que son tratados como sospechosos, con las aulas llenas de gente", ha opinado.
"No podemos tener un modelo productivo distinto sin una educación distinta y sólida, escolar, que fomente el amor por la lectura y por el conocimiento, ésa es la cuestión fundamental, en la que hay que ponerse de acuerdo para mucho tiempo", ha apuntado.
Ha acusado a los políticos de, en lugar de "defender la cultura y la educación en el sentido más amplio, socavarlo con todo su empeño". Ha matizado que en Francia se cuida la educación, y no por razones sentimentales o porque sea bonito", sino también por cuestiones productivas.
Así, ha matizado que en el país galo hay 1,2 millones de puestos de trabajo directamente relacionados con la Cultura, y en la UE son 8,5 millones. "No sé cuántos serán en España", ha matizado, recordando que "nuestro modelo económico ha fracasado porque estaba basado en la especulación urbanística, y no tenemos fuentes de energía propias".
[...]
Lee el artículo completo aquí

sábado, 26 de octubre de 2013

#27O: ¡Tod@s somos #MareaBlanca!

27-10-13: Marchas de la Marea Blanca a las 12:00 (Atocha/Colón/Puerta de Alcalá ->12:30 h., Plaza de Cibeles -> SOL)


#MareaVerde #MareaBlanca #MareaCiudadana: ¡#JuntosImparables!




Primer capítulo de "Las 10 mareas del cambio" (Juan Luis Sánchez)

EL DIARIO.ES: Mucho sedimento para ser una derrota

Primer capítulo íntegro de 'Las 10 mareas del cambio', de Juan Luis Sánchez, un libro que mezcla ensayo y reportaje para dar claves sobre los nuevos discursos sociales y las nuevas formas de vivir la política.

 

"La marea verde está muerta". Pues vaya forma de empezar un libro sobre mareas.
Cruz Díez es profesora de inglés de treinta y dos años en un instituto de Madrid y una de esas personas que un día se miró al espejo y se dio cuenta de que se había convertido en una activista de camiseta verde y ¡Wert, dimisión! "Me ha llevado meses asumirlo, pero está muerta. No he querido reconocerlo hasta hace muy poco, pero está muerta", insiste. "Hemos hecho de todo, yo creo que no nos ha quedado nada por intentar. Hemos probado por lo legal, en la calle, sensibilizando, dejándonos el sueldo con las huelgas... y no ha funcionado nada, todo está igual o peor".
Vamos a pensar en que Cruz está en un momento malo, que es una depresión pasajera personal. Ella y otra mucha gente como ella lleva desde verano de 2011 pegándose con un muro. Se pararon de pie delante de un tanque, que no se detiene como en la imagen de Tiananmen sino que les obliga a retroceder unos metros para de nuevo plantar el pie en el suelo e intentarlo de nuevo: venga, ¡arróllame! Y que el tanque no se para. Oye, y que les arrolla. Y ya no pueden más.
La aprobación de la última Ley Orgánica para la Mejora de la Ley Educativa (LOMCE) ha sido una puntilla dolorosa. La polémica entre nacionalismos ha centrado mucho el foco, dejando desapercibidos otros aspectos que pueden transformar por completo la educación pública, como bien han analizado Beatriz Lucas o Natalia Chientaroli en eldiario.es.
En primer lugar, el anteproyecto trata la educación como una fábrica de empleo, la define como un estado previo al laboral y centra ahí el espíritu de la ley y de "un futuro mejor". La LOMCE no habla de comunidad educativa, pero sí que identifica a empresas privadas como reguladores o prestadores de servicios y parte del Sistema Educativo Español. La nueva norma elimina Educación para la Ciudadanía, aumenta la carga horaria de Religión e incluye una asignatura alternativa, Valores Culturales y Sociales.
Y más. La Ley Wert abre la puerta a que determinados centros elijan a su alumnado según su rendimiento académico en las enseñanzas obligatorias. Ya no habrá Selectividad, aunque sí reválidas antes de terminar la secundaria. Ahora las universidades tendrán mucha más responsabilidad en la selección de sus alumnos, podrá evaluar su trayectoria curricular, sus evaluaciones y podrán hacer procedimientos de selección propios.
Además, para que no vuelva a pasar como en Andalucía o Cantabria, que han retirado la subvención a colegios concertados que separaban niños y niñas en clase, la norma incluye un artículo que evita que ese tipo de escolarización deje de recibir dinero público. La redacción es un ejercicio de cinismo muy poco depurado: "No constituye discriminación la admisión de alumnos o la organización de la enseñanza diferenciada por sexos, siempre que la enseñanza que impartan se desarrolle conforme a lo dispuesto (...) por la Unesco (...). En ningún caso, la elección de la educación diferenciada por sexos podrá implicar para las familias, alumnos y centros correspondientes un trato menos favorable ni una desventaja a la hora de suscribir conciertos con las Administraciones educativas o en cualquier otro aspecto". Discriminar por sexo no es discriminar pero no dar subvenciones a colegios que separan por sexo sí lo es.
El funcionamiento democrático diario de los colegios sufre un buen tijeretazo. El director tendrá mucho más poder, el claustro de profesores pesará menos para elegirle en detrimento de las consejerías de Educación y, duro golpe, el Consejo Escolar, donde estaban profesores, dirección y alumnos, deja de ser un órgano decisivo y pasa a ser algo meramente consultivo. Y mucho más.
Cuando uno va justo de fuerzas, lo que peor recibe no son los golpes sino los cambios de ritmo. El 9 de mayo de 2013 los profesores hicieron huelga y se concentraron contra la LOMCE, justo tres días antes de la gran convocatoria del 15M para reafirmarse en su segundo año de reivindicaciones.
Al día siguiente de la huelga, el Gobierno posponía la aprobación de la también llamada Ley Wert. Era, en realidad, una patada hacia adelante para evitar un combo que podría producir un estallido social: huelga general en la Educación + aprobación de la ley + gran convocatoria del 15M. Todo en tres días.
Ese cambio de ritmo, ese driblaje, fue muy efectivo: sacó la ley del debate quincemayista de aquel domingo 12 de mayo, evitó que se convirtiera en el pegamento que, por otra parte, faltó en una concentración mucho más escasa que otras, que dejó cierto sabor a fin de ciclo que aún paladean muchos activistas.
El proyecto de ley se aprobó en el Consejo de Ministros una semana después, el 17 de mayo de 2013. Fue un mazazo de fin de curso, coincidiendo con el momento en
que perder clases es más delicado, con exámenes por hacer, trabajos por entregar y horas que aprovechar para cumplir con la programación académica. Cuando la capacidad de movilización, por tanto, es menor, como también se ha hecho con la subida de tasas universitarias.
Y sin embargo fue precisamente un momento similar, de baja guardia, el que vio nacer la marea verde. Nadie esperaba que de las famosas vacaciones de verano de los profesores surgiera la mayor movilización de la comunidad educativa en la historia de España.

Cómo empezó todo

Se esperó a que los profesores se fueran de vacaciones. Cuatro días después de que los colegios cerraran para el verano de 2011, la Comunidad de Madrid envió una circular con instrucciones para el siguiente curso académico, con fecha 4 de julio de 2011.
"Estaba en Córdoba, en casa de mi familia, cuando recibí el papel. Inmediatamente comprendí lo que significaba y me puse a gritar, se me descompuso el estómago...", recuerda Cruz Díez, la profesora de inglés. "Lo del estómago no lo cuentes, que fue muy desagradable".
Lo que decía aquel papel es que los profesores de plaza fija en educación secundaria tendrían que dar clase dos horas más a la semana. De 18 horas semanales a 20 horas semanales. Lo que en realidad significaba aquel papel era que cientos de profesores interinos en Madrid no renovarían su plaza porque sus horas iban a ser cubiertas por los que aumentaran su horario. Y que la calidad del tiempo dedicado a los alumnos, por tanto, se resentiría. Que los profesores trabajarían más tiempo dentro de las aulas y menos preparando clases, en tutorías o asistiendo a alumnos en dificultades.
¡No os dais cuenta de lo que significa este papel!, gritaba Cruz Díez a su familia. Puede que la familia de Cruz no lo pillara al vuelo, pero Cruz no estaba sola. Ese mismo día, probablemente en ese mismo momento, miles de personas tenían ese papel en la mano y pensaron lo mismo que la profesora de inglés. Había comenzado el rugir de la primera ola de algo que aún no tenía nombre ni color.
La eclosión del 15M estaba muy cerca. Habían pasado 15 días desde que la acampada de Sol se levantara, se habían parado los primeros desahucios en Madrid y la manifestación del 19 de junio había sido sencillamente apabullante, con ríos que llevaban personas a miles hasta el centro de la ciudad desde barrios y pueblos de toda la comunidad y con manifestaciones masivas en muchas más ciudades. En aquel momento, el 15M apostaba por la estructura federal de asambleas. La exposición mediática las había convertido en un formato de moda, en una fórmula renovada de proceso político. Así que los profesores que acudieron, con el papel en la mano, a sus foros especializados de Internet se convocaron a una asamblea. Se realizó en el IES Beatriz Galindo, el 20 de julio y duró tres horas. El salón de actos se quedó pequeño.
Según el acta de aquella reunión se decidió promover una movilización que fuera "planificada, inteligente y organizada", "capaz de transformar la indignación del profesorado en respuesta" y "no en lamento"; que implicara "al alumnado, a las familias y a la sociedad madrileña". Ahí comenzó todo.
El otoño se llenó de camisetas verdes con un mensaje: "Educación pública: de tod@s, para tod@s". La lógica del marketing político dice que primero se piensa el concepto de ser una marea, luego se elige un color para identificarla y, finalmente, se producen los materiales de propaganda, como la camiseta. Pues en este caso fue justo al revés: primero fue la camiseta, luego la movilización, luego el color y luego el concepto.
Por partes.
En mayo de 2011, el 15M revienta las costuras de la vida política institucional. Eso lo sabemos. Pero también revienta la de los movimientos sociales tradicionales, empezando por la manera de expresar el mensaje. En Sol se reinventó el imaginario y la iconografía de la política popular; la "estética de la revolución", como se ha escrito, había cambiado.
Por eso, una camiseta de tipografía boceteada y, sobre todo, que usa la arroba para incluir a todos y todas en una sola palabra... No. No pegaba que fuera producida al calor del 15M. Y no lo había sido.
La camiseta verde con la inscripción "Escuela pública: de tod@s, para tod@s" nace mucho antes que la marea verde: se la inventa la Plataforma por la Escuela Pública de Vallecas, creada en 2007, que la usa para pequeñas movilizaciones o acciones convocadas en los muchos años de gota malaya y recortes.
El 10 de mayo de 2011, Carmen Robles, orientadora del IES Arcipreste de Hita, acude a supervisar un examen de Conocimientos y Destrezas Indispensables para Educación Primaria, que se realiza en un colegio concertado, el Liceo Cónsul, con alumnos de varios institutos. Carmen decide ir con una camiseta verde de la plataforma de Vallecas en defensa de la educación pública. La directora del centro concertado eleva una queja al inspector de la Consejería de Educación porque considera inapropiada que utilice el aula para una reivindicación. Días después, la Consejería impone a Carmen Robles una sanción.
Este hecho levanta ampollas entre parte del profesorado más activo de Madrid. A finales de junio, justo antes de las nuevas instrucciones que lo harían estallar todo, se abre una página de Facebook convocando a todos los profesores a que lleven esa camiseta en el primer día del curso siguiente.
En la primera asamblea de profesores, ese 20 de julio de 2011, alguien recuerda la existencia de ese grupo. Y recuerda la existencia de esa camiseta, y de por qué es un símbolo de desafío a la privatización de la Educación. Es en ese momento en el que se propone que como acción individual que se use la camiseta verde en las acciones de esta nueva movilización. La camiseta y el verde constan en acta.
La construcción del movimiento tenía repuntes mediáticos, pero todavía era subterránea. Un ejemplo: días después de la primera asamblea, varios medios de comunicación publicaban sobre la marea verde. Pero no, no era la de la Educación: "Decenas de jabalíes muertos reavivan la alerta por la marea verde", decían los titulares. Se referían a la contaminación del agua en la provincia francesa de Bretaña por la ganadería intensiva. Vamos, nada que ver con la educación pública.
Los usos anteriores de "marea verde" datan de 2009, cuando los ojos de todo el mundo estaban puestos sobre una revuelta a menudo bastante olvidada en las cronologías que van de Tahrir a Sol, de Túnez a Taksim, la de la juventud en Irán. A partir del 13 de junio, una multitud ocupó durante días las calles de las grandes ciudades iraníes para denunciar un posible fraude electoral en la victoria del presidente Mahmoud Ahmadineyad en unas apretadísimas elecciones. La protesta se autodenominó Movimiento Verde porque tomaba el color asociado a la candidatura del opositor Mir Hosein Mousavi. De ahí salió la metáfora internacional de la Green Wave (la ola verde) y la traducción al español subió la apuesta: fue la marea verde iraní. Poco después, en 2010, el candidato del partido verde colombiano a las presidenciales de 2010, Antanas Mockus, que levantó expectativas no cumplidas por su carisma y capacidad de impacto en redes sociales, también usó la "marea verde" como concepto sobre el que construir una base social.
Toda esa información previa rondaba la cabeza de los que una buena tarde de agosto se pusieron a debatir en Twitter y en foros de profesores, "La idea desde el principio es que esto no era una movilización sindical ni por motivos laborales, sino de toda la sociedad", me cuenta Fernando J. López, profesor de Literatura en el IES San Juan Bautista de Madrid, además de dramaturgo y escritor. "Necesitábamos un símbolo, un icono, una metáfora que expresara que queríamos estar en todas partes con todo el mundo. Y algo que fuera atractivo para los medios, que muchos están controlados por el poder económico que está detrás de todo este deterioro de lo público", explica. "Y vimos que el término marea era de suma", recuerda sin saber precisar exactamente de quién, exactamente de dónde surgió la idea.
El estado de ánimo de Fernando está tocado, como el de Cruz. "El problema de las mareas es que suben y bajan, son irregulares... y estamos muy desgastados", dice Fernando. "Miras a tu lado y dices... bueno, a ver si salta alguna chispa, algo que de nuevo nos haga ponernos a trabajar. Porque ya sabemos cómo hacerlo. Ya sabemos a quién llamar", explica Cruz. "Yo creía que esa chispa iba a ser la LOMCE, pero no... se ha aprobado y no ha pasado nada".
A veces la chispa no tiene que venir como reacción a un gran gesto importante. Volviendo a los inicios: aquel agosto de 2011 una anécdota se convirtió en el catalizador mediático que arremolinó definitivamente la empatía alrededor de los profesores verdes. El gobierno de la Comunidad de Madrid, para contener una posible protesta, envió una carta a todos los docentes de secundaria para explicar las medidas tomadas. La carta estaba firmada por Esperanza Aguirre y tenía faltas de ortografía. ¡Sí!
¡La presidenta que quería recortar en educación pública para hacerla "más eficiente" escribe con faltas a los profesores! Demasiado bueno para no ocupar titulares de verano y sarcasmos en red. La carta, sin duda, no la escribió Aguirre sino algún asesor con prisa y mal supervisado. La carta, sin duda, es una anécdota. Pero de anécdotas así está lleno el surgir de las mareas.
El 31 de agosto, más de un mes después de la primera asamblea y tras semanas de polémica en todos los medios —muchos intentaban apuntalar el discurso de que el problema era que los profesores, esos vagos, no querían trabajar dos horas más— se celebra la segunda asamblea de profesores, en la sede de CCOO. Era el día antes de que comenzara el curso, ya no quedaba nadie de vacaciones, y la afluencia fue tan masiva que cientos de personas quedaron fuera de la sala, más que pensada para reuniones de este tipo. Como solución, un grupo hacía de mensajero y trasladaba a los que no habían podido entrar y esperaban en la puerta lo que se vivía dentro.
Dentro se vivía, por cierto, mucha tensión. Hasta el punto que por allí apareció Jordi Évole, el director del programa Salvados de La Sexta y uno de los periodistas que más ha hecho por explicar el descontento ciudadano, y cuando intentó subirse al escenario para grabar un vídeo mientras tomaba la palabra, fue recriminado por muchos de los asistentes. En aquel momento, Évole todavía no significaba todo lo que hoy significa. "Yo no... vamos, que no sabía quién era el Follonero", reconoce Cruz, "y aquel no era el momento para el humor, la verdad".

"Los sindicatos nos han frenado"

Parte de la tensión venía dada por la relación entre los profesores, organizados en federación de asambleas, y los sindicatos. La primera acta de la primera asamblea está redactada con membrete de CCOO; la segunda gran asamblea se organizó en la sede de Comisiones, y la tercera, a mediados de septiembre, en la de UGT. "Pero era una relación instrumental: esos sindicatos son los únicos que tienen estructura para convocar a todo el mundo a una reunión o a una huelga, y que se enteren los miles de profesores que hay en Madrid", dice Cruz Díez. "Pero muchas veces nos han frenado; hemos intentado convocar cosas para un día determinado y nos decían que no, que ese día no les convenía a ellos porque estaban negociando otras cosas", explica. Muchas más personas que no merece la pena citar solo para sostener esta afirmación se lamentan de que los sindicatos tienen mucha culpa de que la marea verde se estancara y que produjera más ruido que conflicto real.
La tercera asamblea en la sede de UGT fue especialmente desagradable. "Yo creía que nos matábamos unos a otros", recuerda Cruz. Antes de esa asamblea, y ante la previsión de que se quisiera decidir allí la convocatoria de una huelga, los sindicatos mayoritarios pidieron que todos los profesores completaran una encuesta. Eso suponía hacer un referéndum a decenas de miles de personas. Fueron días de trabajo coordinado y muy complejo, montañas de papel. Los datos empezaron a escrutarse durante la asamblea. "Salió que el 80% estaba a favor de hacer una huelga indefinida todos los martes, miércoles y jueves hasta que se retiraran las medidas del gobierno regional", recuerda Cruz Díez. "Y en ese momento, los sindicatos nos dicen que, bueno, la encuesta en realidad no está bien planteada y que habría que hacerla de otra manera". Aquello sentó mal.
Muchos profesores creen que los sindicatos mayoritarios, UGT, CCOO y también el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STE) vieron que aquella movilización les estaba adelantando por la derecha (o por la izquierda) y poniendo en entredicho su liderazgo social. Otros muchos creen que simplemente se estaban dejando arrastrar por agrupaciones más conservadoras como ANPE, mayoritario en colegios concertados, o CSIF, en nombre de la "unidad sindical".
Mientras tanto, una enorme "Red Verde" de asambleas arraigaba por todos los centros públicos de Madrid, no sin dificultades. El panorama ideológico dentro de los colegios no era sencillo. Por un lado, una generación de profesores que participaron en las huelgas de los años 80 y que acabaron muy desengañados, muy quemados, muy resentidos, muy distantes, muy hastiados; abandonaron partidos y sindicatos. Por otro, otra generación de profesores jóvenes que, como el resto de sus coetáneos, se han criado de espaldas a la política, impregnados de valores de progreso que ahora se han partido por la mitad. "Estábamos dormidos, anestesiados", reconoce Cruz.
La política piel a piel rompió esas resistencias. "Empezamos a trabajar entre compañeros, no con nadie que viniera de fuera. Era una relación entre iguales donde descubrías una nueva dimensión de la persona a la que quizá conocías hace años", cuenta Cruz. "Ese amor que se gesta ahí es tan real, tan de verdad, te sientes tan cerca...". Cruz fue elegida por sus compañeros como representante de su centro en las asambleas de zona. Y luego junto a otra persona representante de su zona ante la gran asamblea de profesores, en la que con vértigo hablaba en nombre de los compañeros, padres y alumnos de más de 15 institutos, a los que hay que sumar los colegios de primaria.
Un tuit de Fernando J. López, el profesor de Literatura, del domingo 4 de septiembre decía: "El verde ya no es el color de la esperanza, sino de la ilusión por una escuela pública digna y de calidad #mareaverde"; añadía un link a su blog, a un texto titulado la "Marea Verde" y que se mueve masivamente en Twitter. Ya hay camiseta, movilización, color y formato. La marea, que convocaría huelgas, manifestaciones y acciones, primero en Madrid. Luego se fueron contagiando profesores del resto de España, que pedían camisetas verdes a la plataforma de Vallecas, agotadas cada tanto.
La marea fue amarilla en Catalunya porque el verde ya lo tenía el movimiento antidesahucios, más arraigado allí desde el principio. Y porque, como han contado los compañeros de Catalunya Plural, a finales de septiembre de 2010, David Guerrero, vecino de Badalona y presidente del AMPA de una escuela local, diseñó una camiseta en la que aparecía, sobre un fondo amarillo, el lema "SOS Educació" después de que el ayuntamiento suprimiera prestaciones en actividades deportivas o eliminara el uso de un teatro municipal para actividades escolares. "Aquellos recortes nada tienen que ver con los actuales, pero aún así los maestros y las familias de la ciudad decidimos entonces hacer un frente común para defender la escuela pública", recordaba Guerrero sobre los inicios de la protomarea, una alianza inédita entre docentes y familias.
"Nada habría sido posible sin Internet", nos dicen varios profesores de la marea. Ser profesor implica estar mucho tiempo rodeado de gente, pero muy poco rodeado de compañeros de trabajo. Las horas en común, en el patio o en la sala común son escasas, y en Madrid desde la entrada en vigor de la reforma que lo desató todo, más aún. Eso hace que para la marea verde el uso de Internet fuera aún más importante. Lo que hay que decirse, a veces es más sencillo decirlo al llegar a casa por correo o chat que a la cara o programando reuniones. "Ahora en el instituto tenemos una lista de correo que nos resulta muy útil para cualquier cosa", explica Cruz.
Las listas de correo sirven para mantener una conversación constante y ágil entre grupos de personas conocidas, que tienen que tomar decisiones o mantenerse informadas de manera discreta. Existen listas de correo para el profesorado de un centro, pero también para unir a representantes de diferentes centros, o una donde están los padres, los alumnos... Todas surgen por iniciativa propia, no son herramientas oficiales.
Una capa por encima de esas listas de correo está Facebook, que los profesores han utilizado sobre todo para mantener el contacto con otros profesores, a través de grupos o páginas. Facebook es un buen creador de comunidades basadas en una causa, que va enriqueciéndose con la participación de gente que empieza a conocerse e interactuar gracias a ella. Y por último está Twitter, esa jungla ruidosa en la que los más valientes salen a defender su pensamiento frente a lo que pueda venir, a alertar al resto de la sociedad conectada de cualquier novedad que pueda pasar desapercibida, a montar campañas de propaganda viral a través de etiquetas.
Las listas para el trabajo, Facebook para reafirmarse y Twitter para hacer lobby. "Sin Internet, no habríamos pasado de una pequeña protesta local. No sé cómo hacían esto antes", dice entre bromas Cruz.

Perder clases o perder derechos

"Yo entiendo que la gente sea escéptica y que les cueste creerlo, pero no nos manifestamos por una cuestión laboral", explica Cruz. "Zapatero ya nos había bajado el sueldo como funcionarios un 5% y, bueno, no pasó gran cosa. Pero este recorte tocaba a los alumnos, tocaba a la calidad de la enseñanza".
Fernando lo dice con otras palabras: "es la primera vez que nos movilizamos por lo común y no por lo dispar. No nos movilizamos a través de un partido o de un sindicato, no defendíamos nuestros derechos laborales. Es más, ni siquiera la situación laboral de muchos de nosotros es para quejarse. Pero sí que tenemos una causa superior, un bien público que une a catedráticos universitarios e interinos de secundaria, a padres y alumnos".
La repolitización de los profesores ha sido brutal. "Yo había ido a manifestaciones antes, claro, pero en mi vida había hecho algo que ahora hago a menudo: leerme el BOE, el boletín de la Comunidad de Madrid, cualquier artículo informativo o declaración que afecta a la Educación pública... Y como yo, mis compañeros", dice Cruz. "Ahora sale cualquier cosa, cualquier medida, y la gente se lo imprime, lo manda a sus contactos, lo analiza. Llegas a la sala de profesores y siempre hay gente debatiendo". A los centros de toda España suelen llegar circulares o propuestas del gobierno autonómico. "Antes nos venía alguien y nos decía, oye, que nos han propuesto ser un colegio bilingüe... Y la gente respondía "ay, qué bien, vamos a ser bilingües"; que si mandaban una propuesta del ayuntamiento para cualquier actividad, "ah, pues suena bien". Y ahora no, ahora estamos todos alerta ante cualquier medida, ahora siempre decimos "a ver, a ver... a ver que lo miremos, a ver qué nos estáis intentando colar..."".
Fernando cuenta que la comunidad educativa "ha despertado de un gran letargo porque nos hemos dado cuenta de que todo lo que teníamos y tenemos aún es frágil, que para mantenerlo hay que pelearlo. Nos habíamos aburguesado", reconoce. "Pero los centros educativos no son hoy como hace dos años, la marea ha dejado huella. Ahora hay una sensación de orgullo por ser profesor o alumno de la pública".
A la ecuación en defensa de lo público empezaron a sumarse también el personal de primaria e infantil.
Luego, los universitarios. Y también los alumnos. Las asambleas dejaron de ser sobre condiciones laborales y empezaron a hablar de la calidad de la educación como servicio público. En el centro de la protesta ya no estaban siquiera los interinos que podían ser despedidos, sino el bien común, cuya destrucción tenía consecuencias en muchos planos además del laboral.
Las reuniones ya no eran de profesores, sino de centros, de toda la comunidad educativa relacionada con un colegio, con un instituto. "Padres, madres, mayores, hermanos, trabajadores de la escuela pública... Es que si lo piensas, eso es prácticamente toda la sociedad, por eso somos una marea", dice Cruz. En los colegios se hacían talleres divulgativos a los que acudían familias completas.
El apoyo de las familias fue crucial, pero no fue instantáneo ni constante. Hay una tensión irresoluble: por un lado, las madres y padres saben que para ganar una sociedad mejor para sus hijos tienen que apoyar huelgas como la de los profesores; pero en el corto plazo, sus hijos están perdiendo clases, y en algunos casos, como los de los alumnos que se preparan para la Selectividad, el tiempo es oro. Sin el apoyo del entorno familiar en las escuelas la marea verde habría sido imposible, y sin él será imposible que resurja.
En el caso de los alumnos, claro, depende de la edad. La revitalización de la vida política universitaria está fuera de duda y es causa y consecuencia retroalimentada del 15M. De la universidad nace el movimiento anti-Bolonia, que en 2008 retoma el espíritu crítico contra las grandes reformas educativas que permanecía dormido desde el No a la LOU de 2002. De la universidad nace el impulso a V de Vivienda, al que luego volveremos.
En el caso de los chicos y chicas de secundaria, todo es más difuso. "Para muchas cosas son prácticamente niños", dice Cruz. Pero lo que han visto, lo que han vivido, en lo  que han participado más o menos activamente, les cambiará por dentro para siempre. Cruz cuenta la historia de un amigo invisible que organizaron para Navidad. Cada persona de la clase tenía que hacer un regalo de máximo dos euros a quien le tocara por sorteo. La profe participa. Con doce años, que entre todos los papelitos de compañeros de clase te toque el de la profesora es una faena, la verdad. Cuando llegó el momento de la entrega, la profesora de inglés que empujaba la marea verde recibió una pancarta hecha con un palo de fregona y una pizarra blanca de rotulador, donde se podía escribir y borrar. Ya venía con una inscripción: "Un día sin sueldo es duro. Una vida sin derechos es peor". El regalo emocionó a la profesora: "para él, yo soy una persona que va a luchar por sus derechos. Me ve como un sujeto político". También desde que existe la marea, son más frecuentes las pequeñas protestas de alumnos o la huelga como fórmula de presionar ante cualquier disputa, pequeña o grande. "Se me ponen de pie al final de la clase y me hacen pancartas. Esas cosas antes no pasaban".
Fernando también percibe un cambio que marcará la vida de sus alumnos. "Para ellos ha sido un gran aprendizaje ver a la sociedad implicarse en su problema. Han ido a manifestaciones con su familia. Vivir una reivindicación en familia es algo que no se olvida".
Mucho sedimento para ser una derrota.

“Nunca imaginamos que llegaríamos a esto”... Una madre y monitora de comedor escolar explica lo que hace la Administración con la Educación Pública


EL PAÍS.COM: “El lobo se nos está comiendo a todos”

María Dolores Tirado es madre y presidenta de la confederación de familias Gonzalo Anaya


A María Dolores Tirado tienen que contarle pocos problemas de la escuela pública porque los conoce de primera mano. No solo por ser presidenta de una confederación autonómica Gonzalo Anaya, que representa a 950 asociaciones de padres y madres (AMPAS) valencianas, sino porque los vive en su propia carne. Es monitora de comedor escolar con unos ingresos mensuales de 451 euros y dos meses estivales de carencia y conoce muy los retrasos y recortes de la Administración educativa en este servicio. Con un marido tres años en paro y dos hijos estudiando en el instituto, arranca el curso “con una cuesta de otoño horrorosa, porque tienes que comprar material para dos estudiantes, además de pagar hipoteca y demás gastos diversos de la casa”.
En su instituto y, a nivel general, desde las organizaciones de AMPAS, esta y otras madres se plantearon la creación de bancos de libros porque con ellos podían “abastecer a la ciudadanía sin tener que hacer gasto”. Fue hace dos años, “porque vimos la que se nos venía encima y porque ya había familias que no podían asumir esos gastos”, recuerda. “Yo soy una de esas familias, porque mi marido solo percibe ahora el subsidio y se te hace muy duro cubrir los 300 euros de un chaval de 4º de la ESO y más o menos lo mismo de un chaval que está haciendo un grado de FP”.
Además, la presidenta de la confederación de AMPAS no ha recibido todavía, como tantas, las ayudas para libros concedidas para el curso pasado, 2012-13. Este curso, ni siquiera se han convocado. “Hay muchas familias en el perfil que yo doy”, constata, “pero hay otras que están mucho peor, porque mi marido aún cobra el subsidio, mientras que a otras familias se les acaban las ayudas y después de eso”, enfatiza con el adverbio negativo, “ no hay nada”. “Tener que asumir gastos de libros de esas cantidad es inmoral”, porque hay otros gastos, como los de transporte escolar o los de comedor que tampoco tiene cubiertos.
“Nunca imaginamos que llegaríamos a esto”, confiesa María Dolores Tirado, “pero, como en el cuento, ha llegado el lobo y se nos está comiendo a todos, mientras que la Administración, que debería ser garante de la educación pública, deriva dinero a la concertada”.

Dos MarxCianadas sobre Wert y su contrarreforma educativa (visto en el blog Marxcianos)

Gracias a un comentario recibido hemos conocido el blog MARXCIANOS



Debo confesar que nací a una edad muy temprana (Groucho)



Leyendo artículos y comentarios, basados en la manipulación de un apellido célebre (que no celebrado), se me ocurre el siguiente discurso...

Este WERTdugo sigue castigando a muchos sectores de la comunidad educativa. Con su irónica WERTborrea toma por idiotas a quienes le escuchan, alabando las ventajas de una Ley educativa WERTgonzosa. Su manifiesta soWERTbia todo lo puede y su WERTdad, que no admite diWERTgencias, parece ser la única posible. Como el inquisidor Torquemada, conocido conWERTso, se obceca en una empresa que sólo produce WERTigo negativo. De ahí, que no sea extraño que, paulatina e irreWERTsiblemente, la Marea Verdese esté convirtiendo en Tsunami WERTde y que se vea arrojado al WERTedero público una y otra vez por presunto WERTzotas.





LEY-11



La televisión ha hecho maravillas por mi cultura (Groucho)


Hoy la LOMCE ha sido aprobada en el Congreso con los únicos votos a favor del partido del gobierno. Han aplicado la célebre cita de "yo me lo guiso, yo me lo como". A pelo, sin consenso ni zarandajas sociales, por Real Decreto... o "por huebos", como dirían los insignes peperos Trillo y Cañete. 

El resto de partidos ha advertido que si llegan al poder suprimirán esta Ley, la de Wert. Y ahora, como siempre, se legisla sin contar con los trabajadores de la enseñanza. Y así nos va, segúnel informe PIACC, y así nos irá en un futuro cercano. En fin, que este país no será para inteligentes mientras dirijan el cotarro una pandilla de primates políticos.










viernes, 25 de octubre de 2013

#24o - Cientos de miles de personas toman Madrid en defensa de la educación pública (vídeo de La Tuerka)

@la_tuerka nos ha tuiteado enlace a este vídeo:




Publicado el 24/10/2013

NO A LA LOMCE. En La Tuerka también queremos una educación pública, gratuita, de calidad y laica. Enorme la marea verde. Wert Dimisión.

Contrapunto: Entrevista a Wert en la Ser y "Fracasados" (Isaac Rosa)

Cientos de miles de personas han participado en decenas de concentraciones en toda España contra la reforma educativa del Gobierno y los recortes. La huelga general convocada para este jueves por padres, sindicatos y estudiantes ha tenido un seguimiento de un 83% entre el profesorado, según los convocantes, y de un 20,76% según la administración.

El ministro de Educación no ha querido entrar en guerras de cifras. "Una huelga así nunca es un éxito", ha explicado Wert.

Àngels Barceló entrevista al ministro de Educación en 'Hora 25' tras el clamor en todas las calles contra la reforma educativa y los recortes del Gobierno en una histórica jornada de huelga.





"Fracasados"
Isaac Rosa nos cuenta cómo ha vivido la huelga educativa celebrada contra la LOMCE aprobada por el Gobierno.