"Primero se llevaron a los interinos, pero,
como yo ya no era interino, había sacado unas oposiciones y era funcionario de
carrera, no me importó.
Después, acabaron con el programa de
diversificación, pero, como a mí no me afectaba, no me importó.
Luego, acabaron con el Bachillerato de Letras,
pero, como Yo era de Ciencias, no me importó.
A continuación, subieron el número de alumnos
por clase, pero, como... Yo era el número uno, no me importó.
Después recortaron en las sustituciones, y
había veces que no ponían a un profesor en todo un mes, pero, como, Yo no tenía
hijos en la Secundaria, tampoco me importó.
Al instante recortaron las becas y subieron las
tasas universitarias, pero, como yo me había licenciado hace años y tampoco
tenía hijos universitarios, tampoco me importó.
Lo siguiente fue la desaparición de la Escuela
rural, los IESO e incluso algún instituto de pueblo, pero, como Yo estaba en la
capital, tampoco me importó.
Seguíamos con más del 50% de nuestros jóvenes
sin empleo o preparando las maletas de la emigración, pero, como Yo ya era
mayor y me quedaban un par de años para jubilarme, todo esto tampoco me
importó.
Reubicaron a funcionarios de carrera que tenían
la vida resuelta desde décadas, pero, como a mí me restaban unos meses para
jubilarme, tampoco me importó.
Cuando llegó mi hora de jubilación, tras haber
trabajado varias décadas, no me pude jubilar porque no había pensiones.
Entonces, y sólo entonces, me di cuenta de que
ahora vienen a por mí,
pero ya era demasiado tarde".
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