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viernes, 1 de noviembre de 2024

La fascinación por la derrota o dar más dinero a la concertada (Agustín Moreno. 24-10-2024)

 Agustín Moreno nos envía este mensaje:

Os mando un artículo sobre la noticia de que el Gobierno dará más dinero a las escuelas concertadas. 
La fascinación por la derrota o dar más dinero a la concertada.

Hace casi cuarenta años se crearon los centros educativos privados financiados con fondos públicos, conocidos como concertados. Su función teórica era escolarizar al alumnado donde la red pública no llegaba. Fueron financiados a condición de que su enseñanza fuera gratuita y no discriminase al alumnado. Pero sus objetivos eran otros: el negocio económico, el control ideológico de la escuela y el adoctrinamiento religioso. Corrían los tiempos del gobierno de Felipe González y era fundamentalmente una cesión a la iglesia católica. También se ha utilizado para asentar la hegemonía política de la derecha en comunidades autónomas como Madrid.

El gobierno que creó los conciertos pretende ahora fortalecerlos en el contexto de una fuerte presión privatizadora sobre la educación pública. Esta tendencia se ha acentuado tras las elecciones de mayo de 2023 con el aumento del poder autonómico de las derechas. Más allá de guerras culturales, todo ello se traduce en la negativa a construir los centros públicos que demandan las familias, aumentar el dinero a los centros concertados y los cheques escolares para ir a la privada en formación profesional, educación infantil y bachillerato. Así se va derivando el alumnado a los centros privados. Frente a esta situación el gobierno de coalición no está aplicando una política de fortalecimiento de la educación pública. Ni siquiera ha evitado que el gobierno de Díaz Ayuso siga regalando suelo público a colegios privados y manteniendo los conciertos a los centros del Opus Dei que segregan por sexo.

La realidad actual es contundente y escandalosa. La educación concertada es una perversión educativa que no ha dejado de crecer a costa de la educación pública. En términos porcentuales somos en tercer país de Europa con más peso de la educación privada y concertada, detrás de Bélgica y Malta. La ofensiva privatizadora de la derecha en comunidades autónomas como Madrid, Andalucía, Murcia, etc., hace que se esté reduciendo el peso de la educación pública de forma galopante. Un ejemplo, en Madrid capital, el alumnado escolarizado en la educación pública es menor del 40%. Si comparamos estos datos con los de los principales países europeos que escolarizan en la educación pública entre el 80 y 90%, podemos concluir que España no es Europa en educación. Una anomalía que hay que corregir.

Según numerosos estudios que vienen haciendo la patronal de enseñanza privada y la confederación de AMPAS, está absolutamente generalizado el cobro de cuotas al alumnado en los centros privados-concertados. El último informe de CICAE concluye que ocho de cada 10 centros subvencionados infringen la gratuidad. También EsadeEcPol llega a la misma conclusión y pone una cifra que da una idea del orden de magnitud del fraude: los colegios concertados recaudan 1.000 millones de euros al año cobrando cuotas ilegales al 85% del alumnado

La concertada es el principal factor de segregación escolar. Esto es un tema gravísimo, porque España está a la cabeza en desigualdad escolar en el mundo desarrollado. El estudio de Murillo Torrecilla y Martínez Garrido, de la Universidad Autónoma de Madrid , afirma que España es el tercer país más segregador por nivel socioeconómico de Europa, solo detrás de Hungría y Rumania y lejos de los países de su entorno más cercano, destacando Madrid y Cataluña como las más segregadoras. Esta realidad ataca al derecho constitucional a la educación, al principio de igualdad de oportunidades y va en contra de la equidad y la cohesión social.

No se pueden dedicar recursos públicos a potenciar un modelo que fomenta un tipo de escuela que discrimina en vez de integrar. Y menos aumentarlos, como pretende el gobierno. Por más juguetería verbal con la que se quiere justificar, es un disparate premiar a los que llevan muchos años saltándose la legalidad. Si se quiere afrontar la segregación, la solución no es darles más dinero sino suprimir el concierto a quienes incumplan la gratuidad. Como argumentan los Movimientos de Renovación Pedagógica, darles más fondos a la privada concertada equivaldría a darle de comer a una fiera para que no te ataque. Más allá de que es aceptar una lógica perversa en un contexto de ofensiva neoliberal contra los servicios públicos y de calidad. ¿Y a Quirón por qué no se le suben también los fondos?

Las consecuencias que tendría dar más dinero a la concertada serían muy negativas. Por un lado, la existencia de la doble red (pública/privada-concertada) ya está suponiendo la pérdida de alumnado en la pública, la creación de guetos y el deterioro de la calidad global al negar la heterogeneidad del alumnado. Por otro, debilitaría aún más la educación pública y en una tendencia a la caída demográfica se acabarían cerrando colegios e institutos públicos, algo que ya ha empezado a pasar. Esta primavera asistí en Cádiz a una manifestación que pedía directamente el cierre de colegios concertados para evitar la liquidación de los colegios públicos. Por último, sería una medida inútil: los centros no dejarían de cobrar cuotas ni de segregar el alumnado, y la inspección no aplicaría controles contra el fraude, como ha ocurrido hasta ahora.

Si de verdad queremos un proyecto de modernización hay que extender la Educación Pública mediante una red suficiente de centros, de titularidad y gestión pública directa, que permita cubrir todas las necesidades educativas (desde los 0 años) en sus diferentes etapas, modalidades y distritos escolares y territorios. Con la supresión progresiva de conciertos a través de la integración negociada y voluntaria en una red pública única. Mientras, aquellos que no cumplan con los principios de gratuidad, transparencia, inclusión e igualdad no recibirán financiación pública. El horizonte debe ser que todo el dinero público vaya a la educación pública.

Para la izquierda la educación pública debe ser lo primero. Por ello, no puede aceptar que se fomente una perversión educativa y se premie el incumplimiento de la ley. Podemos estar seguros de que, aunque se les dieran 1.000 millones de euros más a los centros concertados, si pueden seguir cobrando otros 1.000 millones y segregando lo harían porque es su esencia. Cuando se está intentando desguazar la educación pública por las derechas ¿el problema más importante para un Gobierno progresista es aumentar la financiación a la educación privada clasista y segregadora?

Toda la izquierda debe rechazar el aumento de la financiación a los centros privados concertados. Hay medidas del gobierno que son equivocadas y hay que discrepar de ellas. Dar más dinero a la concertada es, además de un error, muy negativa y solo discrepar es insuficiente. Sumar y Yolanda Díaz, deben oponerse totalmente y con todas las consecuencias. El programa de Sumar es red pública única y reducción progresiva de los conciertos. La izquierda que está en el gobierno debe hacer casus belli de este tema. Porque participar en un gobierno que siguiera deteriorando la educación pública, sería desarmarse ideológicamente. Toda una derrota. Porque no solo estamos hablando de modelo educativo sino de modelo social y político.

  • Acuerdo Sectorial
  • Conclusiones de la asamblea de Marea Verde Madrid del 1-10-2024
  • Inicio de curso 2024-25
  • Razones para la movilización
  • PSOE y Sumar acordaron aumentar los fondos a la educación concertada en el pacto de gobierno (Sara Plaza Casares para El Salto)

     Artículo de Sara Plaza Casares para elsaltodiario.com

    El gasto público en la educación concertada ha crecido un 30% en diez años, mientras el Gobierno se abre a negociar con la patronal para subir los fondos asignados como supuesta estrategia para acabar con el cobro de cuotas ilegales a las familias.

    24-10-2024

    Este miércoles el diario El País anunciaba que el Gobierno, de la mano del Ministerio de Educación, se dispone a aumentar los fondos que recibe la educación concertada, asumiendo el marco de la patronal que asegura que estos centros están infrafinanciados. Para ello el secretario de Estado de Educación, Abelardo de la Rosa, aseguraba a este diario que se establecerá de “forma objetiva” cuál es el coste real del servicio educativo que presta la enseñanza concertada y, tras ello, se procederá a actualizar esta cantidad. A cambio de una subida en la asignación, desde Educación esperan que se eliminen las cuotas que estos colegios hacen pagar a las familias de manera ilegal.

    MARIBEL LÓPEZ DE LUZURIAGA ALONSO, JOSÉ MANUEL MARTÍNEZ FERNÁNDEZ

    Este movimiento llevaba tiempo cociéndose, aunque no se había puesto el foco sobre él. Tal y como se puede leer en el pacto de Gobierno entre Sumar y PSOE, en su página 26, ambos partidos se comprometieron a combatir la segregación escolar “mediante la actualización de los módulos y de otros costes de funcionamiento de los centros concertados sostenidos con fondos públicos para asegurar que su oferta es accesible a todas las familias sin peajes ocultos o sesgos de cualquier tipo en la admisión, impidiendo la segregación educativa por razón de sexo en los centros sostenidos con fondos públicos”.

    Para Daniel Turienzo, investigador, doctor en Educación y maestro de primaria, este planteamiento parte del “buenismo”: para acabar con las cuotas, que cobran el 80% de los colegios concertados a las familias según un estudio de CICAE, y la segregación que se produce, hay que aumentar las partidas que se llevan estos centros. “Cobrar cuotas es ilegal y lo lleva siendo desde 1985 que se establece en la legislación. Si desde 1985 se ha hecho impunemente, queda naif pensar que esto se va a perseguir ahora dándoles más dinero y sin ningún mecanismo de penalización”, expresa Turienzo, autor del libro Educafakes. 50 mentiras y medias verdades sobre la educación española (Capitán Swing, 2024).
    “Cobrar cuotas es ilegal y lo lleva siendo desde 1985 que se establece en la legislación. Si desde 1985 se ha hecho impunemente queda naif pensar que esto se va a perseguir ahora dándoles más dinero y sin ningún mecanismo de penalización”, expresa Daniel Turienzo

    Para Turienzo lo que debiera hacer el Gobierno es perseguir judicialmente a los colegios que cobran cuotas, algo ilegal ,tal y como se indica en el artículo 88 de la LOMLOE. “La normativa establece que si se incumplen los términos del concierto este se puede retirar, pero ningún Gobierno ha tenido la voluntad”, añade. Tampoco entiende que dar más dinero sea un mecanismo para frenar la segregación. “La segregación escolar es la base del sistema concertado. Este sistema está pensado para que no sea inclusivo, la mayoría de estos centros están en los barrios más ricos. Pensar que ellos quieren voluntariamente ser inclusivos no es una realidad, está en sus propias bases el no serlo”, añade.

    Las cuotas que se cobran de manera ilegal

    Según el último estudio de CICAE, al que anteriormente se hacía alusión, el 79,4 % de los colegios cobra una cuota base a las familias y en el 72% de los casos no existe voluntariedad, “contraviniendo el derecho a la gratuidad de las enseñanzas obligatorias sostenidas con fondos públicos”. Los centros con titularidad mercantil son los que cobran importes más elevados a las familias, con una cuota promedio de 108,38 euros al mes y los colegios pertenecientes a congregaciones religiosas, que son los más numerosos, son los que cobran menores importes a las familias, con una media de 60,10 euros al mes. Por otro lado, se detectan un 14 % de casos de exclusión si las familias no pagan la cuota, llegando al 31% en algunos centros concertados de la Comunidad de Madrid.

    Mientras esto sucede, la financiación que recibe la educación concertada por parte de las administraciones públicas no ha dejado de incrementarse. Según se refleja en el Sistema estatal de indicadores de Educación 2024 el gasto público en conciertos se ha incrementado un 28,5% entre 2011 y 2021, pasando de ser 5.779 millones de euros a 7.426 millones.

    Las comunidades autónomas que destinan un mayor porcentaje de gasto público en educación a financiar centros privados son: Euskadi, Comunidad de Madrid e Illes Balears

    Además, las comunidades autónomas que destinan un mayor porcentaje de gasto público en educación a financiar centros privados son: Euskadi, Comunidad de Madrid e Illes Balears, con el 25,2%, el 19,6 % y el 18,7 % respectivamente.

    SARA PLAZA CASARES

    La precursora ley de Educación en Euskadi

    Maribel López de Luzuriaga Alonso es miembro de la Plataforma por la Escuela Pública Vasca y participante de Euskal Eskola Publikoaz Harro Topagunea. Avisa de que lo que está sucediendo ahora en el Estado español para ellas es un deja vu. Lucharon contra la aprobación de la nueva ley de educación que se aprobó en el parlamento vasco en 2023. Esa ley, validada con los votos de PNV y PSE, venía a “equiparar” la escuela pública y la privada, “una manera de blindar el sistema dual injusto que tenemos”, expresa López de Luzuriaga respecto a un territorio donde hay municipios sin ninguna escuela pública.

    La mayoría de gobiernos en Euskadi han perpetuada la política de hacer una concertación de todos los servicios, “una concertación universal”, valora López de Luzuriaga, y con la bajada de natalidad han intentado blindar la concertada, relata. Entre otras cosas, “se han bajado las ratios en la concertada de 16 a 13 alumnas y alumnos. Con que se matriculen 13 niños y niñas ya tienen un módulo y se financian como tal”, relata. Al mismo tiempo, “esta es la comunidad que más segrega por origen, por delante de Madrid, y la segunda por situación socioeconómica”.

    Una medida de “realismo mágico”

    Isabel Galvín, secretaria general de la Federación de Enseñanza de CC OO Madrid, se queja de que mientras que desde el Gobierno han impulsado un grupo de trabajo para analizar la infrafinanciación de la escuela concertada, no han considerado prioritario analizar la infrafinanciación de la pública. “Desde la patronal de la concertada trasladan que necesitan 1.000 millones de euros más para el conjunto de España. 1000 millones de euros más se necesitarían solo en Madrid para que se revirtiera la situación de la enseñanza pública tras la crisis y los recortes”, ejemplifica.

    Las competencias recaen en las Comunidades Autónomas y en un escenario de mayoría conservadora les están allanando el camino en sus políticas privatizadoras. “Parece que esta medida la estuviera diseñando el equipo de Ayuso”, expresa Isabel Galvín

    Galvín califica el aumento de fondos propuesto por el Gobierno para acabar con las cuotas ilegales como una medida de “realismo mágico”. “Estamos en el Gobierno que pide a los propietarios de las viviendas que sean solidarios con el inquilino para que no suban los alquileres y ahora confía en que cumpla la concertada”, ironiza mientras señala un riesgo: al final las competencias recaen sobre las Comunidades Autónomas y en un escenario de mayoría autonómica conservadora les están allanando el camino en sus políticas privatizadoras. “Parece que esta medida la estuviera diseñando el equipo de Ayuso”, expresa sobre una comunidad que cede suelo público a empresas privadas para crear centros concertados.

    Una necesaria apuesta por la pública

    Y, en lugar de invertir más en la concertada para acabar con la segregación, los sindicatos claman por destinar más dinero a la educación pública, el eje vertebrador de la igualdad de oportunidades. “La educación pública es la única garante de que los recursos económicos lleguen a todo el mundo de forma gratuita y sin hacer ningún tipo de acepción a clases sociales y sin rechazar a alumnado que tenga una diversidad o unas necesidades educativas diferentes”, expresa Fran Fernández, del sindicato educativo andaluz USTEA.

    “El año pasado se dieron más de 2.000 millones de euros a los concertados mientras que en Andalucía se han cerrado más de 2.000 líneas de la pública”


    Desde este sindicato indican que no pueden entender que un Gobierno que se autodenomina como el más progresista de la historia entregue a empresas privadas la educación de un país. “Esos conciertos además en el caso de Andalucía llevan unas excepcionalidades que no tiene la pública, como es tener las partidas económicas y el mantenimiento de las clases sin recortes, con conciertos blindados por cuatro años. El año pasado se dieron más de 2.000 millones de euros a los concertados mientras que en Andalucía se han cerrado más de 2.000 líneas de la pública”, expresa Fernández.

    A vueltas con la infrafinanciación

    La excusa que esgrime la patronal es la infrafinanciación que sufren los centros concertados pero, como el propio Gobierno reconoce, aún se desconoce cuál es el coste real del servicio educativo que dan. “No sabemos cuánto cuesta una plaza concertada, solo se da un cálculo viciado, porque algunos gastos solo se achacan a la red pública, como los de Inspección Educativa”, expresa Daniel Turienzo para quien la infrafinanciación de estos centros no es generalizada y esta también afecta a la pública.

    Según el estudio de ESADE, El coste de acceso a la escuela concertada en España: las cuotas que pagan las familias y sus causas la situación de estos centros es heterogénea: hay un 20% de centros con resultado económico negativo o esencialmente cero, otro 50% con un resultado económico positivo y un 30% que tienen una clara situación de sobrefinanciación.

    “Lo que están haciendo es rescatar a la escuela concertada en un escenario de baja natalidad”, expresa Maribel López de Luzuriaga Alonso, miembro de la Plataforma por la Escuela Pública Vasca

    Maribel López de Luzuriaga Alonso avisa: la supuesta infrafinanciación de las escuelas concertadas también ha sido la excusa para que se blinde este modelo en Euskadi. “Lo que están haciendo es rescatar a la escuela concertada en un escenario de baja natalidad”, expresa.

    Para Daniel Turienzo ahora estamos sufriendo una caída demográfica y es el momento de revertir la tendencia. “En los últimos años se han cerrado 4.000 aulas públicas y solo 400 aulas privadas concertadas. En Portugal se desconcertó, la premisa que existía es que si tú tienes la capacidad de hacerlo por tus propios medios no tiene sentido que lo hagas con empresas privadas. Hay que aprovechar la caída demográfica para eliminar centros concertados”, sentencia.

    jueves, 9 de mayo de 2024

    Las familias pagan a los colegios concertados casi mil millones de euros al año en cuotas ilegales (Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es)

     Artículo de Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es

    • Entre un 81% y un 95% del alumnado abona una cantidad al mes a su centro en función de la etapa, según un estudio de EsadeEcPol; la cuota media se sitúa entre 680 y 860 euros al año y Catalunya es, con un cierto margen, la comunidad donde más gente paga y más dinero abonan
    24-4-2024

    Las familias que van a la escuela concertada abonan entre 947 y 1.186 millones de euros al año a sus colegios en cuotas. De media, estas familias pagan de 680 a 860 euros por curso (en función de la definición de cuota elegida, por ejemplo si incluye el comedor o no), según el informe El coste de acceso a la escuela concertada en España: cuantificando las cuotas e identificando sus causas, elaborado por EsadeEcPol y en el que se aborda por primera vez de manera integral el ecosistema de centros concertados, familias y cuotas en toda España a partir de datos de dos encuestas diferentes del INE.


    Estas cifras ocultan matices importantes, según los autores del estudio, en un mercado que es cualquier cosa menos monolítico. El primero, que no todo el alumnado de los centros privados sostenidos con fondos públicos paga una cuota mensual, aunque sí casi todos: entre el 81% y un 95% lo hace, en función de la etapa educativa.


    Otro detalle es que no todos los colegios tienen la misma motivación a la hora de exigir estos abonos. Dejando fuera al 30% que no cobra cuotas, Esade sostiene que entre los que lo hacen, hay casos en que es por mera supervivencia (un 25%, según el informe), otros para pagar servicios que los conciertos no contemplan (30%) y un tercer grupo que sí responde a la idea más socialmente asentada respecto a estos pagos, los que cobran por diferenciarse del resto, cribar y/o aumentar sus beneficios económicos (15%).

    En cualquiera de los tres casos, una realidad es incuestionable en este tipo de centro: “El nivel socioeconómico medio del alumnado que accede a la escuela concertada es mayor que el que accede a la pública: esto es un fenómeno que se da en todas las comunidades”, sostiene el informe, haciéndose eco de investigaciones anteriores. Y lo hace pese a que el sistema de acceso debería ser el mismo que el de la red pública y que el cobro de cuotas es, en teoría, ilegal porque la escuela concertada se considera parte del sistema público y debe ser gratuita.

    “Los centros deberían ser gratuitos por ley, por lo que formalmente cualquier cuota es ilegal”, concede Xavier Bonal, uno de los autores del estudio. Pero para él el problema está en otro sitio. “Todo el mundo asume que la infrafinanciación justifica la cuota, pero hay que considerar que solo una parte de esos 950-1.100 millones de euros podría estar justificada por infrafinanción, otra no. Entonces ya hablamos de un problema de desigualdad”, razona.

    Grosso modo, cuanto más grande es un colegio concertado, más probabilidades hay de que pida una cuota (no tan) voluntaria a las familias. Y de que este pago mensual sea más alto. También existe una relación entre la situación económica de las familias y la cantidad que abonan: cuanto más acomodadas, más dinero pagan cada mes.

    Además, pagan cifras más altas las familias catalanas (1.696 euros anuales de media) que las madrileñas (1.156) o vascas (959). Si se suman a estas las valencianas (597 euros al año) y andaluzas (453) se explica el 70% de los pagos a la escuela concertada en toda España.

    Sin incentivos para cambiar el modelo

    Lucas Gortázar, Ángel Martínez y Xavier Bonal, autores del informe, explican que es buen un momento para que España tenga un debate público sobre la escuela concertada, porque la caída de la natalidad ofrece la posibilidad de reconfigurar el sector pese a que intrínsecamente tiene “pocos alicientes” para hacerlo por sí mismo. “El sistema actual ha llegado a un equilibrio muy estable, donde los incentivos para cambiar la situación son escasos para la mayoría de los actores implicados: la existencia de la red concertada reduce la presión sobre el gasto público de las administraciones educativas (entre otras cosas, por sus menores costes salariales por alumno y porque son centros más grandes), facilita un sistema de selección social para familias de mayor renta a cambio de un copago y garantiza una demanda amplia que asegura la continuidad del sector concertado”, sostienen.

    Un sector en el que los casi mil millones que aportan las familias cada año suponen algo más de uno de cada diez euros de la financiación total del curso (las administraciones transfirieron 7.482 millones de euros a las escuelas privadas sostenidas con fondos públicos en 2022, según datos del Ministerio de Educación). Pero el coste no es homogéneo ni por etapa ni por centro ni siquiera dentro de una misma comunidad, según el informe de EsadeEcPol.

    Así, como se puede observar en el siguiente gráfico, la cuota media oscila –dependiendo de que se incluya el pago del comedor o no– entre 670 y 853 euros en el 2º ciclo de Educación Infantil (3-6 años), entre 679 y 863 euros por curso en Primaria y se reduce a entre 568 y 684 euros en la ESO.

    Respecto a quién paga, en ninguna etapa baja del 80%, aunque hay más prevalencia en Infantil (87%) que en las etapas posteriores (81% en Primaria, 80% en Secundaria obligatoria). Incluso entre los que pagan hay diferencias: un 13% de quien acude a la concertada no pone un solo euro y un 18% menos de 20 euros mensuales. Esto quiere decir que, de todos los que van a la concertada, hay una mitad (abriendo un poco el arco) que apenas aporta el 10% de todo lo que recaudan estos centros. Lo que a su vez significa, en consecuencia, que la inmensa mayoría de los pagos lo asume la otra mitad: en concreto, el 20% de las familias asume el 60% de los casi mil millones de euros que se dedican a este concepto cada año.

    Esto arroja una conclusión, en palabras del informe: “No hay una escuela concertada en relación con las barreras económicas de acceso: hay al menos dos o más tipos. En una, las barreras de entrada son totalmente abusivas y concentran más de la mitad de los pagos. En el otro espectro del sector apenas hay barreras de entrada y son escuelas que se acercan más al principio de gratuidad. En este grupo las familias o bien no pagan cuota o bien pagan precios muy bajos, de entre 10 y 20 euros por alumno al mes de media”.

    Este estudio de EsadeEcPol difiere del que realizan cada año la asociación de colegios privados Cicae y la federación de AMPAS de la escuela pública Ceapa en que este estudio es censal, a partir de los datos de la Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación (EGHE) y la Encuesta de Financiación y Gasto de la Educación Privada (EFGEP), ambas del INE, mientras que el de Cicae se realiza por la técnica del cliente misterioso (alguien llama al centro haciéndose pasar por un posible cliente para recabar información) e incluye una muestra limitada (y por tanto sesgada) de los colegios.

    Cuanto más grande, más cobra

    Estos datos llevan implícita otra consecuencia: la desigualdad en las cifras entre los que sí pagan. Si se divide al colectivo de familias en cinco grupos en función de sus ingresos (quintiles), se observa que la tendencia es ascendente: cuanto más acomodada, más cuota paga. Las familias del quintil 1, el que menos gasta, está en 317 euros al mes. En el quintil 5 llega a los 878 euros (sin incluir el comedor). Este último grupo, sostiene el informe, es el que paga gustosamente por diferenciarse una cuota que no le supone un gran esfuerzo.


    Otro factor que explica que un centro exija una cantidad mensual a sus familias o no es su estado financiero, que a su vez relaciona con el tamaño. Dentro de que en cada comunidad todos los colegios reciben el mismo módulo económico por grupo concertado (aunque este difiere entre autonomías porque el Gobierno central solo fija un mínimo, que los Ejecutivos regionales complementan), el factor diferencial inicial para que un colegio esté infra o sobre financiado es básicamente el número de alumnos que tenga.

    En general, explican los autores, cuanto más grande el centro, mejor situación económica tiene antes de las cuotas. Pero a la vez también es más habitual que pida un pago mensual y que sea más alto. “Es en estos centros donde se concentra un pago de cuotas más elevado y por razones no solo relacionadas con infrafinanciación”, sostiene Xavier Bonal.

    Los centros con mejor financiación, y que cobran cuotas elevadas, lo hacen por motivos relacionados o bien con la ampliación de servicios, o directamente, con el beneficio económico

    El análisis del cobro de las cuotas en función de la economía del colegio arroja un gráfico en forma de U que descarta, sostiene el informe, que las cuotas se exijan siempre por razones financieras, como suele aducir el sector. “Si el único motivo para el cobro de cuotas fuera exclusivamente la infrafinanciación, sería esperable observar que tanto el porcentaje de centros que cobran como la cuota media caen a medida que se avanza en la distribución de financiación”, sostiene el documento. Pero no es el caso. Los peor financiados y los mejor financiados son los centros que más cobran, lo que sugiere en el caso de los primeros una necesidad económica, pero no en el de los segundos.

    “Es evidente”, analiza el informe, “que los centros con peor financiación cobran cuotas y lo hacen en mayor magnitud con una finalidad de supervivencia económica. También puede desprenderse que aquellos centros con mejor financiación, y que cobran cuotas elevadas, lo hacen por motivos relacionados o bien con la ampliación de servicios, o directamente, con el beneficio económico”.

    Por comunidades también se observan diferencias, según EsadeEcPol. Según el desglose regional, Catalunya es la autonomía en la que más gente paga (99%) y donde más alta es la cuota (1.397 euros de media al año, contando solo a los que pagan). Madrid (90% y 898 euros) y Euskadi (92% y 929 euros) se mueven en magnitudes ligeramente inferiores. Después de estas tres hay un escalón hasta la Comunitat Valenciana (87% de pagadores, 372 euros) y Andalucía (un 52% y 427 euros de media).
    Propuestas de solución

    Por último, el informe realiza unas algunas propuestas que, en opinión de los autores, podrían ayudar a garantizar la gratuidad del sistema que exige la ley. “Mantener el statu quo actual reproduce una situación que vulnera el derecho a la educación y que puede motivar el cobro de cuotas tanto para compensar la infrafinanciación como para disponer de un mecanismo de distinción en la oferta o incluso lucrarse”, argumenta el informe.

    La primera medida es averiguar “el coste teórico de la plaza escolar en el sector público y concertado en todas las comunidades” para conocer con detalle a cuánto asciende esa infrafinanciación que denuncian los centros privados concertados. En la misma línea es necesario conocer el coste de los servicios no concertados y las cuotas que cobran los centros que financian estos servicios con aportaciones familiares, con el fin de conocer cuáles de estos servicios podría considerarse justificado que el Estado cubriera y cuáles no.

    Además, EsadeEcPol propone “acabar con el sistema de conciertos plenos de los centros claramente sobrefinanciados y cuyas cuotas son elevadas y que se sitúan notablemente por encima de los gastos no concertados de su contabilidad. De acuerdo con las simulaciones realizadas, esto permitiría, además, redistribuir el excedente disponible para acabar con la infrafinanciación que afecta a una parte del sector concertado”.

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    miércoles, 8 de marzo de 2023

    Bienestar escolar (Manuel Menor)

     Bienestar escolar: una condición indispensable

    Es un reto principal, de los muchos que tiene pendientes el sistema educativo. Si no se logra, el tiempo escolar puede ser un martirio.


    Crear el ambiente apropiado para que los años de escolarización de los niños y adolescentes tengan revaloricen sus vidas, es fundamental. A ese tiempo le sobra siempre la coacción moral y la segregación, nefastas en el desarrollo personal y social.


    Las grandes palabras de referencia


    Desde que en 1857 la Ley Moyano estableció la primera ordenación general de la educación en España, en las leyes que han seguido hasta hay términos que dan las claves del sentido que pretenden, casi siempre muy ajustado a un sustrato sociopolítico, económico y cultural preexistente. “Universalidad” y “libertad” son desde la Constitución de 1978 los que fundamentan las leyes orgánicas que han venido después; su repetición indica lo difícil que es consensuar los ingredientes que conlleve su plasmación en las aulas. Sucede lo mismo en otros ámbitos legislativos. En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), “la igualdad, la libertad, la seguridad y la propiedad” (que decía el art. 2), son las divisas que se impusieron con más prevalencia, autolimitándose mutuamente y condicionando, además, el otro gran emblema revolucionario, “la fraternidad”. Esta consigna, expresiva de la laicidad que se pretendía frente al Antiguo Régimen, es nombrada habitualmente con las dos primeras, está inscrita en las fachadas de algunos edificios públicos franceses desde 1880, pero no llega a una constitución hasta 1846 y 1958. Si analizáramos su concreción social sería peor, pero es que hasta las solemnes palabras no suelen pasar de declaración y aspiración de futuro; los procesos socioculturales en que se inscriben no dan para más, y cuando los conjuntos legislativos  persisten en repetir los mismos conceptos, reflejan más  el tiempo largo de las carencias que cambios efectivos.


    En Educación, las reiteraciones que vemos en sus muchas leyes indican bien qué fallos siguen activos en el sistema. Piénsese, por ejemplo, en lo que está sucediendo con la eficiencia de leyes recientes como la llamada del “Sí es sí”, y contrástese con la secuencia de vaivenes que ha tenido la educación de las mujeres en España desde la Ley Moyano, diferenciada de la de los varones. Eran  para algo más de la mitad de la población, pero hasta 1910 -53 años después- a 10,3 millones de mujeres le estuvo prohibido el acceso a la universidad y sus profesiones. De todos modos, muy pocas pudieron entrar en ella, y la coeducación escolar apenas duró lo que la Segunda República. Vetada desde 1938, hasta los años ochenta las escuelas e institutos públicos no fueron mixtos y, desde entonces, no necesariamente han implantado una coeducación de verdad, ni han desaparecido problemas de género. Sigue vivo, además, el debate en torno a si –por tabú, negocio o distinción- los colegios que segreguen por sexo deben recibir subvenciones publicas; no todos los que tienen algo que ver con el mundo educativo se expresan del mismo modo respecto a esta cuestión, tan condicionante de “la igualdad”, la “universalidad” y la “libertad” educativas.


    Coordinadores de bienestar escolar


    El art. 124 de la LOMLOE introdujo, al inicio de este curso en la organización de los centros, la figura del “coordinador o coordinadora de bienestar y protección en la comunidad escolar”, encomendándole la prevención, detección y protección de los niños y adolescentes frente a situaciones de violencia y acoso en el entorno escolar. Reafirmando su importancia, el art. 35 de la Ley de protección a la infancia (LOPIVI) ha vuelto a insistir en su relevancia.


    Su implantación en este curso, sin embargo, es variopinta. Si se tienen en cuenta los medios de que dispone, el perfil de los candidatos y la formación requerida para su desempeño, no en todas las Comunidades autónomas se ha implementado esta figura y, donde se ha hecho, los  informes de los sindicatos de profesores son expresivos del poco cuidado puesto en ello. La presencia de nuevas figuras en un organigrama administrativista ya despertó en Larra algunos de sus mejores artículos. En la historia reciente de la educación española, fue improvisada la introducción del “tutor”, diferenciado del docente, que urgía a este a que no fuera un simple enseñante y  actuara en su aula como educador.  Aconteció igualmente con la inclusión del “coordinador docente”, que en muchos casos venía a suplir competencias que todo profesor debía tener para ajustarse al “proyecto de centro” en “colaboración didáctica” con otros profesores. De seguir esa tónica, sería un gran problema que la normalización en los claustros de los cometidos del “coordinador del bienestar del alumno” necesitara el mismo tiempo: la “convivencia” se seguiría resintiendo, y la “calidad” de la educación como derecho garantizado en el art. 27CE, solo sería una palabra banal. 


    No será fácil lograr la complicidad necesaria en los equipos docentes para que la “cultura del bienestar” –que concreta y explicita los derechos civiles y sociales- alcance en cada centro escolar consistencia relevante entre sus señas de identidad. Si este educador no tiene medios, solo será un trampantojo inútil. En el ejercicio de sus funciones chocará con hábitos que llegan a las aulas por ósmosis de su entorno, empezando por la propia “comunidad escolar”, palabra que no siempre responde a la realidad; ni en todas las familias, ni en todos los barrios, se dan los pautas optimistas de convivencia: compasión, la tolerancia y el cuidado; tampoco e quienes dicen ejercer de líderes políticos, culturales y, a veces, incluso religiosos, son ejemplares. Está, además, la tradición pandillista  de fiestas y demostraciones adolescentes, que juegan ahora con las redes sociales. Y asimismo, los tiempos que corren no son bonancibles; los problemas que muchas familias tienen para salir adelante, cuando la inflación se dispara y las hipotecas suben, propician que florezcan candidatos a dar la nota con demostraciones de superioridad sobre quienes parezcan más débiles o simplemente distintos. 


    En todo caso, en este panorama más bien desolador, es plausible  -si expresa voluntad de enmienda- la disculpa de la Consejería de Educación catalana, a causa del acoso sufrido por dos menores en Sallent (Barcelona): “el suicidio o tentativa de suicidio de una persona menor de edad es un fracaso del sistema”.  Pero no es suficiente.


    MMC (01.03.2023)

    jueves, 12 de enero de 2023

    La LOMLOE o las cosas a medias (Agustín Moreno para eldiario.es)

     Agustín Moreno nos envía su último artículo publicado en eldiario.es

    • La educación es algo demasiado importante para dejarla en manos de los sectores conservadores, de la Iglesia y de los fondos de inversión. Lo mínimo que debe hacer el Gobierno de España es recurrir toda medida que intente reventar la timorata LOMLOE
    10 de enero de 2023

    “La utilidad de la LOMLOE para el sistema educativo y para el futuro de la sociedad se medirá por su capacidad para frenar y revertir el proceso de desmantelamiento de la educación pública. Servirá de poco si no impide las maniobras privatizadoras y la segregación socioeconómica del alumnado. Si no blinda y potencia la Educación Pública, será una ley inane incapaz de proporcionar para el siglo XXI una educación que pueda transformar y mejorar esta sociedad. De nuevo la ley tiene el mismo aire de ocasión perdida…”. Con esta conclusión, cerraba un artículo sobre la Ley Orgánica 3/2020, publicado hace un año, donde analizaba sus aciertos e insuficiencias.

    Los hechos posteriores han confirmado estos fundados temores. El Gobierno del Partido Popular en la Comunidad de Madrid sigue con su cruzada privatizadora de la educación pública. Aprovecha para ello los vacíos legales y la inacción del Ministerio de Educación, que no ha sido capaz de recurrir las leyes y las medidas de Díaz Ayuso para aplicar esta estrategia.

    La mal llamada ley “maestra de libertad educativa” del Gobierno de Madrid busca fundamentalmente blindar la educación concertada, incluyendo la financiación a los colegios que segregan por sexo. Se aprobó con los votos del PP y de Vox y el rechazo del bloque progresista. Una delegación del grupo parlamentario de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid nos reunimos con la cúpula del Ministerio de Educación encabezada por el secretario de Estado, Alejandro Tiana, el 21 de marzo. En ella, les advertimos de lo que sucedería y les pedimos que recurrieran la ley ante el Tribunal Constitucional. No lo hicieron y ahí están los resultados. Hablemos de dos de ellos.

    1. Pelotazo educativo en Valdebebas, Villa de Vallecas y El Cañaveral. El Gobierno del PP, saltándose la filosofía de la Disposición Adicional decimoquinta de la LOMLOE, va a ceder gratis a empresas privadas tres parcelas con un valor de 30 millones de euros y una superficie total de 55.000 m2, equivalente a más de cinco campos de fútbol. Siempre aparece el mismo modus operandi. Se desprecia a las familias que se movilizan demandando la construcción de centros educativos públicos. Para que los concertados capten el alumnado, se obliga a construirlos en pocos meses: el de Valdebebas no está adjudicado aún, pero se establece que empezará en septiembre de 2023. Son una golosina desde el punto de vista de la rentabilidad: son barrios con decenas de miles de habitantes sin infraestructuras educativas y, por ello, con fuerte demanda; por ejemplo, en Valdebebas salen 3.000 alumnos a estudiar fuera cada día. Se concederán conciertos a 40 años, prorrogables a 75 años sin que exista aún el centro, algo irregular; y se compromete una financiación de muchos cientos de millones de euros de fondos públicos. Los aspirantes al premio son los sospechosos habituales: el Opus en alguna de sus formas y grandes fondos de inversión.

    En este medio, Daniel Sánchez Caballero llegaba a la misma conclusión que nosotros en el sentido de que la LOMLOE no evita el expolio de lo público: “La nueva ley de educación no consigue frenar la cesión de suelo público para colegios concertados”.

    2. Financiación con 51,7 millones de euros por curso a colegios del Opus Dei que segregan por sexo. Son 17 centros pertenecientes todos ellos a grupos ultrarreligiosos que rechazan abiertamente el principio de coeducación sin ningún argumento consistente. La LOMLOE lo impide expresamente en su Disposición Adicional vigesimoquinta del artículo 83. Más allá de su ilegalidad, negar la coeducación obedece a una concepción sectario-religiosa y no tiene beneficio pedagógico alguno ¿Por qué hay que financiar con fondos públicos una filosofía patriarcal y machista de la sociedad y discriminatoria para la mujer? De ella, a los gritos simiescos del colegio mayor Elías Ahúja hay un paso.

    El saqueo a la educación pública que hace el PP en Madrid pretende que sea el modelo a exportar a otras comunidades y para el Estado en el caso de ganar las elecciones generales. Además de la negativa a construir centros educativos públicos demandados por las familias, realiza una oferta de plazas públicas muy insuficiente (especialmente en la Formación Profesional). Completan el robo los cheques escolares para estudiar en centros privados a familias con rentas muy altas en las enseñanzas no obligatorias (0-3 años, bachillerato y FP). Las consecuencias son que en Madrid capital menos del 40% del alumno está escolarizado en la educación pública; o que en la última década los alumnos de la FP privada han crecido un 1.523%.

    Las razones de esta estrategia de las derechas son ideológicas, políticas y económicas. Por una parte, se busca controlar la educación para promocionar valores conservadores que mantengan el sistema y que no se planteen reducir las desigualdades y una mayor justicia social. Políticamente, hay un claro objetivo de búsqueda de hegemonía política en estas operaciones de ingeniería social. Lo sabía muy bien Esperanza Aguirre. Como llegó a decir un consejero suyo de Educación, por cada colegio concertado que se instalase aumentaría un 3% el voto al PP en el barrio o localidad. Por último, el aterrizaje de fondos de inversión en el pastel de la educación es muy evidente y proporciona una alta rentabilidad.

    El fondo del asunto es que los colegios privados-concertados son una perversión educativa y un anacronismo. Básicamente ofertan la selección del alumnado e idearios religiosos. Suele haber una ausencia de control sobre ellos por la administración educativa en cuanto al cobro de cuotas ilegales (82%) y la no participación de las familias. Pero lo más escandaloso es pagar con dinero público un sistema segregador que multiplica las desigualdades y que supone dar dinero a los que ya lo tienen.

    España no es Europa en educación. Somos una anomalía: el segundo país de Europa en educación concertada, detrás de Bélgica. En todos los demás países: Francia, Alemania, la católica Italia o la envidiada Finlandia, entre otros, la educación es inmensamente pública (89,2% en educación primaria y un 83% en secundaria en la UE-28). Y es que la educación pública es un factor de cohesión social y política al ir juntos a la misma escuela los hijos e hijas de los ciudadanos pertenecientes a todos los sectores y clases sociales.

    La educación es algo demasiado importante para dejarla en manos de los sectores conservadores, de la Iglesia y de los fondos de inversión. Lo mínimo que debe hacer el Gobierno de España es recurrir toda medida que intente reventar la timorata LOMLOE. Y realizar todas las modificaciones normativas que impidan la cesión de suelo público y los procesos de privatización. En este sentido, el grupo parlamentario de Unidas Podemos/ECP/GeC presentará una Proposición No de Ley en el Congreso de los Diputados. Para tener un futuro sistema educativo de calidad, el gran reto es escolarizar al 90% del alumnado en una red pública única, como es la norma en los países europeos, suprimiendo e integrando los conciertos de forma progresiva.

    lunes, 28 de noviembre de 2022

    Ayuso desafía la ley educativa y convoca dos concursos para construir colegios concertados en suelo público gratuito (Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es)

    Artículo de Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es 
    • La Comunidad de Madrid retoma su política de ceder parcelas para levantar centros educativos privados, una práctica contra la que trató de ir la Lomloe sin llegar a prohibirla del todo y luego el Ejecutivo regional blindó en su ley autonómica
    12/11/2022

    La Comunidad de Madrid va a construir dos colegios que vendrán con un concierto debajo del brazo desde antes de existir y se levantarán sobre suelo público por el que los beneficiarios no tendrán que pagar nada. Esta medida –habitual en los Gobiernos regionales del PP en este siglo pero que se había paralizado en los últimos años– va directa contra las previsiones de la Lomloe y las intenciones del Gobierno, que trató de evitar estos episodios en la nueva ley, aunque no los llegó a prohibir directamente.

    SABER MÁS
    La Comunidad de Madrid lleva años cediendo suelo público a colegios concertados saltándose la ley

    El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) ha publicado este jueves la convocatoria de dos concursos públicos para construir sendos “centros educativos privados concertados” –aunque no exista tal cosa como los colegios concertados: se conciertan aulas, no centros– sobre suelo público que se cederá de manera gratuita a los beneficiarios. El trato, simplificando, es que la Comunidad de Madrid pone el suelo –valorado en 11,5 millones de euros entre las dos parcelas y por el que no cobrará nada– y el concierto, con lo que financia el coste de mantenimiento del centro una vez activo. El ganador del concurso solo tiene que pagar la construcción de las instalaciones.

    La cesión de las parcelas públicas está prevista inicialmente para 40 años, prorrogables a 75. Uno de los centros se ubicará en Villa de Vallecas y el otro, en Valdebebas. Este último será el primer instituto que ofrezca Secundaria en todo el barrio, donde no hay posibilidad de estudiar la ESO en uno público, según datos de la Comunidad de Madrid.

    La administración autonómica y el Ayuntamiento han conseguido esquivar la Lomloe para convocar estos concursos. Ambas parcelas pertenecían hasta hace unos meses al Ayuntamiento, pero las corporaciones municipales no pueden ceder suelo público para construir centros educativos privados, tienen que ser públicos, según estipula la Lomloe en la disposición adicional decimoquinta. Las comunidades autónomas, sin embargo, sí pueden.

    ¿Solución? En mayo se firmaron sendos acuerdos de cesión por los que el Ayuntamiento de Madrid regalaba las dos parcelas a la Comunidad para que construya dos colegios. Se explica en los acuerdos que esto se hace porque es el Gobierno regional el que tiene las competencias en Educación, pero el Ayuntamiento ya había cedido parcelas en otras ocasiones para colegios cuando no estaba prohibido. Por ejemplo, en el colegio JH Newman, donde además se ha permitido la construcción de un gimnasio privado en un suelo público también cedido gratuitamente.

    Esta práctica de ceder parcelas públicas de manera gratuita –o a cambio de un canon simbólico– para la construcción de colegios ya concertados antes de levantarse ha sido muy propia de la Comunidad de Madrid en este siglo, durante buena parte de él contra los postulados de las leyes de educación. Hasta julio de 2020 había levantado por este método al menos 45 centros, según su propia información. Este fue el método que utilizó Francisco Granados, exconsejero de Presidencia de Esperanza Aguirre, para lucrarse con una veintena de centros cobrando mordidas. Acabó en la cárcel por ello.

    Si está prohibido, se regula

    Como este proceder iba contra las leyes educativas –que establecen que los conciertos se otorgan a centros privados ya existentes que cumplen determinados requisitos–, el PP las regularizó explícitamente en su Lomce en 2013 incluyendo un octavo punto de nuevo cuño en el artículo 116, que regulaba los conciertos: “Las Administraciones educativas podrán convocar concursos públicos para la construcción y gestión de centros concertados sobre suelo público dotacional”, una previsión muy concreta para algo que básicamente solo hacía Madrid y algo la Comunitat Valenciana.

    La Lomloe –que incluye varias medidas pensadas directamente para controlar la escuela concertada a raíz de las políticas madrileñas, según admitieron responsables socialistas– vino a reparar esto. Eliminó la disposición, introdujo varias en las que daba preferencia a lo público a la hora de asegurar la oferta de plazas educativas e introdujo la palabra “pública” en la disposición adicional decimoquinta, artículo cuatro, que explicita que “los municipios cooperarán con las Administraciones educativas correspondientes en la obtención de los solares necesarios para la construcción de nuevos centros docentes”. Desde diciembre de 2020 estos suelos solo pueden destinarse a la construcción de centros públicos. Pero se quedó a medio camino: esta disposición adicional es para municipios, no cubre a las comunidades autónomas. Fuentes del Ministerio de Educación explican en cualquier caso que “la ley pretende limitar la cesión del suelo a centros públicos”.

    Además, como no hay acción sin reacción, la aprobación de la Lomloe provocó un efecto casi inmediato en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Poco más de un año después de que se publicara la nueva ley estatal en el BOE y tras más de dos décadas sin una ley educativa propia, Ayuso aprobaba su Ley Maestra, dirigida contra la Lomloe desde su propio título: Ley Maestra de Libertad de Elección Educativa. En su norma, destinada a blindar la concertada, se incluyó específicamente esta práctica: “Se contempla la posibilidad de que en la Comunidad de Madrid se puedan convocar concursos públicos para la construcción y gestión de centros concertados sobre suelo público dotacional”.

    Nueve meses después se ha “contemplado la posibilidad” y ejecutado. El primero de los centros está previsto en el barrio de Valdebebas, de reciente creación y que apenas tiene servicios públicos. Se levantará sobre una parcela de 13.456 metros cuadrados entre las calles de Leandro Silva, Félix Candela, Antonio Miró Valverde y César Cort y será, como mínimo, línea seis (seis clases por curso), desde infantil hasta la ESO. La parcela está valorada en 10,3 millones de euros, según el acuerdo de cesión entre Comunidad y Ayuntamiento.

    El segundo será construido en el distrito de Villa de Vallecas, sobre una parcela de 13.045 metros cuadrados sita entre la Gran Vía del Sureste y las calles Cerro Murmullo y Cerro Millano, y está previsto que sea línea cuatro. Este suelo tiene un valor estimado de millón y medio de euros, según figura en el documento de cesión.