martes, 31 de marzo de 2020

Las universidades dan casi por perdidas las clases presenciales y buscan soluciones para cerrar el curso (Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es)

Artículo de Daniel Sánchez Caballero para eldiario.es

  • Los rectores acuerdan con el Ministerio explorar vías para resolver cuestiones como la evaluación, las prácticas curriculares externas o el calendario si se confirma que no se retorna este curso a las aulas 

30/03/2020

Las universidades dan prácticamente por perdidas las clases presenciales este curso. Tras una reunión con el Ministerio de Universidades, los campus quieren empezar a plantear escenarios ante "el muy probable desarrollo de la actividad docente en la modalidad NO (sic) presencial hasta final de curso", según se lee en la nota informativa que ha enviado el presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) a los rectores.

"Creo que sí", responde el presidente de la CRUE, José Carlos Gómez Villamandos, cuando se le pregunta si consideran que será imposible retomar las clases presenciales. Ante esta situación, CRUE y Ministerios han pactado líneas de actuación, aunque insiste Gómez Villamandos en que lo de este lunes "no es un acuerdo como tal, ha sido una conversación para empezar a caminar. Esperamos tener cosas concretas después de Semana Santa".

Una portavoz del Ministerio explica que lo de este lunes no pasa de reunión informativa o de intenciones, recuerda que las medidas de las que se habla pueden no ser aprobadas y se remite a las decisiones que se tomen en la Conferencia General de Política Universitaria que tendrá lugar este próximo jueves y en el Consejo de Ministros.

Mientras, las universidades tratan de anticipar escenarios. Gómez Villamandos explica que la intención de los rectores es ofrecer a los estudiantes una solución respecto a cómo se evualarán las asignaturas, uno de los asuntos que más les preocupan, a finales de abril.

Mientras llegan las decisiones definitivas, hay propuestas. Una de las más concretas es que la CRUE quiere considerar superadas las prácticas curriculares externas cuando se hayan realizado al menos en un 50%.

Además, los responsables universitarios se emplazan a establecer "un marco de actuación común para todo el sistema universitario; establecer el nivel mínimo a alcanzar para la verificación de los contenidos adquiridos por el estudiantado; analizar la ampliación del curso académico para la defensa de los trabajos de final de grado o máster; y analizar posibles mecanismos de evaluación online".

"No va a ser de un día para otro"
Certezas en esta situación hay pocas, y quizá en el mundo educativo todavía menos. Pero la CRUE analiza la situación, mira cómo están en países que van por delante de España (en el tiempo) en la expansión y gestión de la pandemia, como China o Italia, que aún no han retomado las clases, y empieza a llegar a la conclusión de que va a ser difícil que los estudiantes vuelvan a las aulas este curso.

"El estado de alarma va a durar hasta después de Semana Santa y quizá se prolongue. Además, una vez que se quite, la vuelta a la normalidad no va a ser de un día para otro. Congregamos a mucha gente en espacios cerrados, habrá un periodo de transición", explica Gómez Villamandos, rector de la Universidad de Córdoba además de presidente de la CRUE. "Las clases acaban a finales de mayo... 
Trabajamos con ese escenario" de dar por perdido el curso académico presencial.

Y empiezan a buscar soluciones. La primera de las medidas que se quiere implementar es buscar un "marco de actuación común" para que todas las universidades puedan tomar las "medidas adecuadas para el objetivo marcado". Este "objetivo marcado" es que "ningún estudiante vea interrumpido su desarrollo académico por el COVID-19", según se lee en la misma nota y según repiten todos los responsables educativos cada vez que tienen la oportunidad. Quizá se retrase, quizá se pierda algún mes, quizá uno se gradúe en septiembre. Pero será en el curso 2019-20, según los rectores.

La segunda línea pasa por establecer "el nivel mínimo a alcanzar en los diversos cursos y asignaturas para la verificación de los conocimientos adquiridos por el estudiantado". En este punto, la CRUE especifica que tendrá en cuenta que "las competencias generales y específicas no alcanzadas puedan obtenerse, de ser preciso, en cursos posteriores".
Se superarán las prácticas que estén por encima del 50%
Las universidades quieren dar por superadas las prácticas curriculares externas cuando estas se hayan realizado, al menos, en un 50%. Las prácticas curriculares externas son aquellas que tienen que realizar algunos estudiantes, según el grado en el que estén, en empresas o instituciones fuera de la universidad y superarlas es imprescindible para avanzar en el grado, sea pasar de curso o sea obtener el título.

El problema principal aquí está con los estudiantes de Ciencias de la Salud y Ciencias de la Educación, recuerda el presidente de la CRUE. "Los de Salud [futuros médicos, enfermeras, fisioterapeutas, etc.] porque no sabemos cuándo podrán volver [a los hospitales, porque sus prácticas se paralizaron]. Los de Educación [maestros y estudiantes del máster de profesorado para Secundaria] porque cerraron colegios e institutos", explica.

De esta manera, si la propuesta sale adelante, a los que hayan cursado ya el 50% de su práctica ("muchos están ya por el 70%, explica el rector) se les dará por superada la práctica, que podrán completar con cursos o trabajos prácticos online. La CRUE también ha pedido que se permita a los estudiantes en prácticas ayudar a los profesores con la docencia online.

Otro de los asuntos que quedan por resolver son las evaluaciones. CRUE y Ministerio de Universidades se emplazan a "analizar posibles mecanismos de evaluación online", y cita específicamente la evaluación continua.

"Tenemos que estar preparados por si se da el caso de que no podamos hacer exámenes presenciales", explica el rector de la Universidad de Córdoba. "No puede ser que ahora estemos entrando en procesos de evaluación continua, que estemos entrando en esos procesos pidiendo trabajos a los estudiantes, y que después de ese trabajo ingente haya un examen presencial como tal. Tenemos que regular muy bien las cargas de trabajo de profesorado y estudiantes", reflexiona. "Lo importante sobre todo es que el estudiante sepa cómo se va a examinar –y eso dependerá mucho de cada profesor y asignatura– lo antes posible", insiste.

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