Las
pruebas serán realizadas por las administraciones educativas a través
de especialistas externos, y sus criterios de evaluación y
características generales
serán comunes a todo el estado.
No
se trata de un experimento. Muchos de nosotros todavía recordamos la
famosa reválida de los años 60. En el mundo anglosajón la rendición de
cuentas ("accountability" dicen ellos) es uno de los motores de las
reformas educativas que llevan años aplicando, costosas en términos
económicos, pero que han demostrado ser ineficaces e incluso retrógradas
en términos de mejora de resultados de los estudiantes. Luego este
cambio legislativo no es fruto de una sesuda investigación
llevada a cabo por expertos en reformas educativas. Tampoco tiene como
objetivo mejorar la educación, ya saben que no la mejora. El objetivo es
establecer un ranking de centros públicos y concertados,
para que las familias puedan elegir el centro en base al conocimiento
de sus resultados. Dicho de otro modo: centros concertados arriba,
centros públicos en buenas zonas inmediatamente después (o antes) y por
tanto privatizables, centros públicos en zonas desfavorecidas
convertidos en asistenciales. La compensación de desigualdades, objetivo
primordial de la educación, a la basura.
Es plutocracia en estado puro.
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