Si alguien quiere saber cómo es el futuro que tienen en su cabeza y la sociedad que quieren construir los que nos gobiernan tendrá que fijarse en la educación que diseñan. A la vista de la contrarreforma del Ministro Wert, para nuestros gobernantes destinar recursos a la educación de todos/as, facilitar el acceso a todas las personas y el éxito en el proceso educativo, procurar la igualdad de oportunidades, potenciar la inclusividad y el pleno desarrollo de todas las capacidades, fomentar la tolerancia y el respeto, es una lastre. Por eso, la contra-reforma educativa apuesta por la segregación.
Tengámoslo claro: si quieren una educación que separe (a los listos de los alumnos con dificultades, a los ricos de los pobres y hasta las niñas de los niños), es porque quieren una sociedad con más desigualdad, más fragmentada, donde los ricos sean más ricos, los poderosos más poderosos y la clase trabajadora más explotada y sumisa.
Cambios de la nueva ley:
- Separar a los alumnos a los 15 años en currículos separados. En 3º de la ESO los alumnos/as elegirán entre materias dirigidas a estudios de Formación Profesional o materias preparatorias para el Bachillerato. Dentro de la edad de escolarización obligatoria se creará un ciclo de formación profesional, que sustituirá a los actuales PCPI pero sin la posibilidad de titular en ESO.
- Exámenes de reválida que supondrán una barrera para la continuidad de los alumnos/as en la educación. Los exámenes serán externos y al final de cada etapa: Educación Primaria, ESO y Bachillerato. Estas dos últimas serán verdaderas reválidas que los alumnos deben superar. Al final de la ESO los alumnos/as se enfrentarán a un examen distinto, dependiendo del ititnerario que elijan: Bachillerato o Formación Profesional.
- Las Universidades podrán establecer sus propios exámenes de acceso.
- Mantenimiento de los centros concertados que segreguen por razón de sexo.
Es, en definitiva, el modelo social de la derecha llevado al aula: la educación solo para unos pocos y los derechos convertidos en privilegios para una minoría. Y para que todo el mundo acepte sin cuestionamientos el lugar que le ha tocado, en el aula y en el mundo, la contra-reforma se completa con cambios curriculares y con la materia de Educación Cívica y Constitucional para el aprendizaje de los nuevos valores del régimen, que por supuesto no serán ni la solidaridad, ni el respeto a las diferencias, sino el elogio de la iniciativa privada, para que todos aprendamos a profesar devoción a la bota que nos pisa el cuello.
Y además: menos democracia en los centros, menos participación de la comunidad educativa, más poder para que los directores actúen en la gestión del personal, más privatización y externalización de servicios, una educación que será más negocio pero menos pública y no será ni de todos/as ni para todos/as.
Comisión de información y acciones de la Asamblea Regional
Más información:
El Gobierno presenta una ley de educación que coge lo peor de la fallida LOCE de Aznar y que los sindicatos tachan de “retroceso al franquismo”
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Enlaces a twitter: #StopLeyWert, #LOMCE, #Wert
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