Loïc Caballero nos ha enviado este texto:
En
torno al debate sobre la Huelga en la educación pública madrileña a principios
de curso
Ante el debate
suscitado en torno a la propuesta de huelga indefinida en la educación pública
madrileña convocada principalmente por CGT-Enseñanza, y apoyada por otra serie
de colectivos (Soy Pública, Red Verde, etc.), me gustaría realizar una
aportación a la discusión.
¿Qué
es la Marea Verde?
Es necesario comenzar
por definir qué es la Marea verde
para posteriormente abordar las cuestiones relativas a la huelga indefinida (la
llamaré Huelga a partir de ahora) convocada a partir del 17 de septiembre.
La Marea Verde es el nombre dado por los medios de comunicación al
movimiento del profesorado madrileño que busca defender la educación pública. Este
nombre se lo han apropiado sin más preguntas los profesores madrileños.
Parecería por la
definición periodística que se trata de un movimiento de la multitud en
términos de Toni Negri, pero en realidad es un movimiento esencialmente
estructurado en torno a un comité de
huelga mixto de asambleas de centro y zona y las organizaciones sindicales (CCOO,
UGT, CGT y STEM). Este comité, aún con muchas carencias y encontronazos, va
funcionando.
Si este movimiento
perdura realizando acciones, artículos, vídeos, etc. y no fue flor de un día es
porque se ha convertido en carne, en organización. El cristianismo no existiría
sin Iglesia, como el comunismo habría desaparecido si hubiesen muerto los
Partidos comunistas. Así, no hablar de su carne, lo que vertebra al movimiento,
es no entender qué es y es situarse en el terreno de los errores.
Por ello es necesario
definir la Marea verde, para que no se entienda que las huelgas, las
concentraciones, las manifestaciones, y muchas otras acciones surgen
espontáneamente del profesorado sin más mediaciones que las asambleas, en una
posición de autonomía obrera donde el sujeto revolucionario, la multitud, al
límite el individuo liberal, no necesitaría de organizaciones permanentes.
Por otro lado, en la
actualidad las organizaciones sindicales tradicionales de la clase, es decir,
UGT y CCOO, tampoco están en condiciones de organizar la cantidad de huelgas y
acciones que se han realizado. El descrédito de las organizaciones sindicales
entre un nutrido grupo de docentes es derivado del hecho de que han
acompañamiento a los recortes durante años y las políticas de ajuste. Por otro
lado hay que vincular a estas políticas la mala praxis del sindicalismo de
ejecutivas, donde los mismos afiliados a los sindicatos tienen pocas ocasiones
de opinar y participar en las decisiones de sus organizaciones, situación que ha
llevado a la inexistencia de secciones sindicales en los centros de trabajo,
con lo que el único instrumento de participación política de los docentes de
todo tipo, afiliados o no, ha sido las asambleas de centro o zona.
¿Dónde y cómo se
organizan las principales acciones? Éstas surgen de las asambleas de centro,
que posteriormente se reúnen en Asamblea de zona, y que finalmente mandan sus
delegados a la Asamblea Regional, en donde se encuentran con las organizaciones
sindicales de CCOO, CGT, STEM y UGT,
donde mutuamente se otorgan algún tipo de representatividad: la de los
delegados deriva de las opiniones de los compañeros reunidos en asambleas y la
de los sindicatos emana de las elecciones sindicales. ANPE y CSIF no han
otorgado representatividad a los delegados de zona, pues no asisten a la Asamblea
Regional ni a las de zona. Al fin y al cabo, estas dos organizaciones más que
sindicatos son gestoras de cursos. Bien es cierto que las relaciones entre las
asambleas y las organizaciones sindicales en muchas ocasiones se pueden
mejorar. Normalmente, los delegados de zona, apoyándose en la opinión de sus
compañeros, son más audaces que las direcciones sindicales. Además son más
generosos que las direcciones sindicales, aprendiendo a contenerse para que la
cosa funcione.
Por lo tanto, el núcleo esencial del movimiento es un comité
de huelga mixto entre las organizaciones tradicionales de la clase y las
asambleas de zona. Si el movimiento tiene algo de novedoso en los últimos 20 ó
25 años de la vida político-sindical del país es justamente esta coordinación
entre asambleas y sindicatos, realizándose un comité de huelga como los de
antaño, lo que ha producido una huelga con la potencia de las de entonces.
Por supuesto en las
actividades de la Marea Verde no hay que olvidar la miríada de iniciativas
colectivas y parciales que han surgido con gran autonomía, como pueden ser las
jornadas de Aulas en la calle de Fuenlabrada, la asociación de Ciudadanos por
la Educación pública, etc. pero que consideramos que han estado a la sombra del
comité de huelga, perdiendo sentido su actividad si no se enmarca de alguna
forma en él.
¿Por
qué un comité de huelga mixto?
Un comité de huelga mixto
expresa la unidad y la democracia en
el movimiento.
Los profesores, como
todos los trabajadores, para vencer necesitamos la unidad. El cierre sobre sí mismo de un cuerpo político, su unidad,
presenta ante el enemigo una forma de inexpugnabilidad que lo desalienta, y que
lo lleva como poco a negociar. En nuestro campo este cierre viene producido por
la unidad de las organizaciones sindicales y las asambleas de profesores.
Al definir la unidad
como la de las organizaciones permanentes de los trabajadores y las asambleas,
excluimos la falsa unidad de las ejecutivas sindicales pues se olvidan de la
masa, siendo sería una unidad vacía, condenada al fracaso. Esto se vio en la
huelga de funcionarios del 8 de junio de 2010, donde por carecer de movimiento
asambleario la huelga tuvo un seguimiento ridículo. No se hace una Huelga dando un toque de corneta a los trabajadores y
diciéndoles cuándo tienen que hacer la huelga, sin que estos participen en tal
decisión, sin que los huelguistas puedan decidir sobre su huelga .
El trabajador que vota por una modalidad de huelga se compromete más a
realizarla que si la convocatoria cae del cielo. Esta falsa unidad entre las
cúpulas de las organizaciones sindicales, que llamaremos unicidad, es decir, que tiene apariencia de unidad pero que no lo
es, fue un duro obstáculo para el movimiento al principio, hasta que CCOO y UGT
deciden romper la unidad de acción con los sindicatos sectoriales ANPE y CSIF y
convocar una huelga la semana de antes de las elecciones generales del 20N
siguiendo lo que demandaban las asambleas. Aun y con todo, la unicidad sigue
siendo un obstáculo producido por los que no ven otra cosa que aparatos.
Por otro lado, las
asambleas también presentan algunas limitaciones si quisieran operar por sí
mismas. Las asambleas suelen ser movimientos espontáneos durante una
movilización, pero una vez pasada la causa que las puso en pie tienden a
desaparecer. Además tácticamente suelen ser más lentas, y en ocasiones ciegas,
para ofrecer grandes pautas de acción, en un momento de gran agitación, por el
método de toma de decisiones, que al ser más democrático es más laborioso y
lento. Por otro lado, carecen de aparato permanente, producto de su espontaneísmo.
Esta carencia de una estructura permanente, de locales, de contratados, de
liberados, etc. lleva a que en el caso de querer organizar un movimiento a
escala nacional, tendrían un trabajo tan titánico que podría hacerlas desistir.
Si las asambleas tuviesen un aparato permanente serían sindicatos, pues no otro
es el origen de los sindicatos.
Esto se ha podido
comprobar a pequeña escala comparando el movimiento en Madrid y en Castilla la
Mancha. Los profesores de Castilla la Mancha, al sufrir la dispersión de sus
centros no han podido desarrollar un movimiento territorial tan potente ni
medianamente autónomo de sus organizaciones sindicales como lo hemos podido
realizar nosotros en Madrid, por lo que la timidez de las organizaciones
sindicales ha llevado a que no hiciesen nada más que dos huelgas los compañeros
de Castilla la Mancha, frente a las 10 nuestras. Además las asambleas
difícilmente podrían haber convocado una movilización nacional sin apoyarse en
las organizaciones sindicales.
Pero, ¿por qué teníamos
que renunciar a que nuestras organizaciones sindicales realicen su labor? Para
algo las levantamos, para algo las sostenemos con nuestras cuotas. UGT y CCOO
son producto de la lucha de clases, de otras generaciones que llevaron a cabo
batallas épicas, de dos mareas rojas muchísimo más fuertes que la nuestra
verde, donde la primera hizo que se tambaleara el régimen de la Restauración y
trajo la República, y la segunda zarandeó la dictadura fascista de Franco y
trajo el régimen de la Transición. Renunciar a este capital sería suicida. No
es que sea lógicamente imposible que las asambleas puedan convocar huelgas,
manifestaciones nacionales, etc., es que es mucho más costoso que si las
coordinan las organizaciones sindicales. Además, trabajando las asambleas solas
también corren el peligro, que se confirmó en la huelga del 19 de octubre, de
que los trabajadores no sigan a las asambleas, duden de sus fuerzas, si
convocan en solitario, por el respeto que CCOO y UGT todavía generan al núcleo
de la clase obrera.
De este modo, asambleas
y sindicatos se necesitan mutuamente puesto que los sindicatos sin las asambleas están vacíos, y las asambleas sin los
sindicatos ciegas.
Pero para que la unidad
sea efectiva es necesario la democracia,
es necesario que las asambleas decidan su plan de lucha, y que las direcciones
sindicales sean generosas y se plieguen a lo decidido por ellas. Evidentemente,
desde dentro de las direcciones sindicales habrá quien piense que si las
asambleas deciden las jornadas de huelga, entonces para qué están los
sindicatos. A nuestro juicio los sindicatos durante un proceso de
movilizaciones juegan un papel fundamental para ayudar a que el movimiento se
exprese, se extienda, y se estructure pero no ha de decidir las acciones
concretas que tienen que salir de los centros, ni las jornadas de huelga a
realizar, sino que tienen que ayudar a centralizar los resultados de los
referéndums que se hacen entre los docentes. Como todo movimiento de huelga,
este tiene desde su nacimiento sus días contados, pues, normalmente, tanto si las
asambleas vencen o no, tienden irremediablemente a languidecer, quedando la
estructura sindical para la cotidianeidad de los tiempos acumulativos -que
diría Ortega y Gasset-. Así pues los sindicatos nada tienen que temer en cuanto
a su existencia estructural desde las asambleas. Con quien tienen que
enfrentarse es con la patronal y la reacción del PP que sí que buscan destruir
los sindicatos.
2.1.
La cuestión de los referéndum
Conocemos excelentes
compañeros que no entienden el valor del referéndum en el movimiento, por lo
que están en contra de su realización. A ellos les tenemos que indicar que el
referéndum, que interroga en torno a los días en los que se quiere hacer
huelga, lejos de ser una cuestión técnica, es el elemento político central donde
se concreta la unidad y la democracia del movimiento.
Cuando los trabajadores
votamos sobre las fechas de huelga nos comprometemos con las misma y además con
la unidad. Con estas encuestas los profesores sabemos que controlamos el
movimiento, que participamos en las decisiones más relevantes del mismo, y por
ello somos respetuosos con lo expresado en las urnas.
Las encuestas
representan la unidad hasta tal punto que recuerdo perfectamente cuando la
semana anterior al referéndum en que salió que los profesores querían hacer una
huelga con la estructura 2-0-2-0, comentaba con unos compañeros que yo iba a
votar 3-3-3-3, pero que en última instancia lo que consideraba más importante
es la unidad y que me daba lo mismo lo que saliese de aquella encuesta.
Los compañeros que
están contra los referéndum suelen blandir dos motivos:
a) Ya
se han hecho referéndums, y no se han respetado. En rigor las direcciones
de UGT y CCOO no los han respetado, así que no tiene sentido hacer más
referéndum. Como CCOO y UGT han hecho caso omiso de los referéndum, ellos
también actúan de la misma forma. Mirémoslo bajo esta formulación, como UGT y CCOO
no escuchan a los profesores ellos tampoco.
b)
En los referéndum se puede permitir
a los elementos más atrasados del movimiento votar, y por lo tanto frenan y
contienen a sus elementos más activos.
A los compañeros que defienden tal posición creo que se les puede espetar tres cuestiones:
La primera, los esquiroles puros, normalmente, por un resto de elegancia ni votan ni participan en las asambleas deliberativas previas a las votaciones, con lo que normalmente votan los elementos más activos.
La segunda es que los elementos más tímidos también tienen derecho a expresarse. Ya habrá quien siéndolo menos les conteste.
Y tercero, me
parece que los compañeros que piensan que los elementos atrasados contienen el movimiento han estado en Marte durante todo este proceso de huelgas. Justamente
lo que ha pasado es que CCOO y UGT han quitado fuerza al movimiento, puesto que
los profesores querían ir más lejos como se puede deducir del hecho de que el 8
de septiembre en la sede de UGT ya se tenía perfilada una huelga que sería
M-X-J indefinida. De los 9000 docentes que respondieron la encuesta el 16%
querían una huelga indefinida y el 56% una huelga indefinida de M-X-J, pero en
el último momento un delegado de zona, no respetando el mandato de su zona, y
ante la confusión general propuso aquello de que una semana se hacía huelga 3
días y la siguiente no. Esto lo asumieron los delegados de zona y las
direcciones sindicales a las 10 de la noche, después de todo un día de
asambleas, y quedando pocos compañeros en la sala, siendo una decisión sacada
de la manga a último hora, fallando los delegados de zona en esta ocasión. Este
fue el primer palo en las ruedas a los profesores. Posteriormente, y este caso
fue una traición de libro, fue cuando CCOO el 7 de octubre en el MAFOREM no
respetó el referéndum en el que salió que los profesores querían hacer huelga
2-0-2-0, diciendo que lo tenía que llevar a la intersindical, en pos de la unicidad con los amarillos de ANPE y
CSIF. Esta posición llevó a que las asambleas, amparándose en la cobertura
legal que ofrecía CGT, hiciesen la huelga el 19 de octubre, con un seguimiento
superior entre el profesorado que la de funcionarios del 8 de junio de 2010,
pero muy inferior a las otras huelgas de aquellas jornadas realizadas en
unidad.
Además,
la falta de respeto a la voluntad de los trabajadores expresada en las
encuestas llevó a las cotas más elevadas de pérdida de prestigio de CCOO, llegando
a aparecer un documento, algo sectario, pero muy claro que los ponía en la
diana .
Las encuestas siempre han
mostrado la combatividad del profesorado, y en un sector laboral con 330
centros de trabajo no se me ocurre otro mecanismo que exprese la voluntad del colectivo.
Renunciar a los referéndums es lo mismo que renunciar a las asambleas. Los
referéndums son las votaciones de las asambleas, y renunciar a ellos es hacerlo
a la energía que lo mueve todo, dejando el movimiento vacío. No entiendo cómo
los convocantes de la Huelga del 17 de septiembre no quieren organizar un
referéndum sobre el particular, pues que la CGT, Red Verde, etc. se lancen a
una huelga, del tipo que sea, sin contar con ellas, es no haber aprendido nada
de todo nuestro movimiento.
- Los errores de la
actual convocatoria de huelga indefinida por parte de la CGT para el 17 de
septiembre
3.1.
El error más grave de esta convocatoria de Huelga es la falta de democracia.
No querer realizar un referéndum, no apoyarse en el profesorado que ha
manifestado en innumerables ocasiones su voluntad de lucha, desconfiando de que
en un referéndum pierdan sus posiciones, es el mismo error que en múltiples
ocasiones han cometido las direcciones de CCOO y UGT, solo que desde la
izquierda del movimiento.
La CGT, Red Verde y
demás, reproducen el error de las grandes organizaciones sindicales. En mi
experiencia sindical aprendí que el error principal de la dirección de mi
sindicato (UGT) es la desconfianza ante los trabajadores, lo que suele llevar a
los compañeros a un exceso de prevención ante cualquier acción, por el miedo al
fracaso, lo que justamente les lleva al fracaso por defecto, por timidez en la
respuesta ante las agresiones. Por ello los trabajadores suelen criticar por la
izquierda a UGT, y CCOO.
Aquí CGT y las otras
organizaciones reproducen al milímetro el error de los grandes: no confiar en
los trabajadores, sólo que en lugar de ser cobardes son temerarios, pero ambos
ajenos al término medio de la virtud de tomar el pulso vía referéndum
democrático.
3.2.
Exceso de reivindicaciones en el preaviso de huelga:
en el preaviso de huelga leo que esta se convoca por 19 peticiones, y la
mayoría de ellas son muy vagas e imprecisas como: “Dotación adecuada de plantillas tanto de profesorado como de PAS en
todos los niveles: Casa de niños, Infantil, Primaria, Secundaria, FP,
Artísticas, Adultos, Escuelas de Idiomas y Universidad”
Con 19 reivindicaciones
de este tipo, la pregunta que en seguida se nos impone es que en el caso hipotético
en que todos nos pongamos en huelga, y comience a ceder la administración,
¿cuándo salimos de la huelga?¿Cuándo consigamos 10 reivindicaciones?¿Tres?
Estas contradicciones
son producto de los límites del sindicalismo ciego, del anarcosindicalismo y de
todas aquellas ideologías de la infancia del movimiento obrero que no aspiran a
la toma del “siempre corruptor poder político”, regalando, por otro lado, el
poder a la burguesía.
Una Huelga tiene que
hacer por pocas reivindicaciones, claras y concretas, a lo sumo dos o tres, si
no lo es por una, como fue el movimiento huelguístico del otoño de 2011 que se
desató contra las Instrucciones del 4 de julio de la Comunidad de Madrid y el
aumento de las horas lectivas de 18 a 20. Si se quiere toda una batería de
medidas en otra dirección, es decir, otra política, lo que hay que hacer es
tomar el poder político y llevarlas a cabo. Pero si no se aspira a tomar del
poder, sólo queda como salida ponerse en huelga indefinida para ver si el PP o
el partido en el poder se apiada, les escucha y gobierna conforme a su
programa: ¡Una locura! Así, como conclusión necesaria del sindicalismo
apolítico se obtiene la huelga indefinida sin salida o lo que es lo mismo, la
huelga por un elenco de reivindicaciones tan amplio y variado que es paralizante.
Por otro lado, como
conclusión de las limitaciones del sindicalismo ciego obtenemos, que si ningún
partido político progresista, socialista, toma en su mano las 19
reivindicaciones, tendremos que levantarlo, pues la defensa y reconstrucción de
la educación pública, como de todas las conquistas sociales y las libertades,
necesariamente tiene que venir por la política, y no por el sindicalismo,
aunque se apoye en este.
3.3.
Posibles consecuencias negativas de la actual convocatoria de Huelga
Esta convocatoria de
Huelga si no se organiza democráticamente está abocada al fracaso, y a un par
de consecuencias desafortunadas.
La primera es quemar a
compañeros muy valiosos del movimiento. Como los convocantes de la Huelga dicen
que con un 10% de seguidores van a mantener la Huelga lo que se puede producir
es que si un pequeño número de compañeros se ponen en Huelga y ven trabajar un
día tras otro al resto de sus compañeros se les desarrollará el resentimiento
frente a estos y radicalizarán sus posiciones sectarias. Caerán sin dificultad
en el cinismo y en el desprecio a los trabajadores porque al no seguir su toque
de corneta no serían tan revolucionarios y puros como ellos. Este es el
mecanismo de la misantropía y el escepticismo, y del aprendizaje, si logran
asumir su error.
La segunda es más grave,
ya que es el bloqueo mismo de la Huelga. Si un grupo llama sin método
democrático a la huelga, pone un obstáculo a futuras movilizaciones, pues los
elementos combativos necesarios para luchar fueron quemados y hasta su
recuperación hay que esperar un tiempo, en ocasiones años. Además, es posible
que en un futuro los aparatos de CCOO y UGT, si actúan de mala fe, digan que la
Huelga no la quieren los trabajadores y nos quedemos sin esta herramienta.
- ¿Qué hacer?
Cómo
hacer la Huelga
Aun considerando lo anterior,
estoy por la Huelga, porque creo que hay condiciones objetivas y subjetivas
para la misma, porque se ha comprobado que con días sueltos aquí y allá no se
ha conseguido gran cosa, porque no nos podemos resignar y asumir los golpes de
este sistema en descomposición, etc. Los gravísimos ataques que sufre la
educación pública, mayor conquista de la historia de la humanidad, no deben
pasar. Tenemos que subvertir la situación si no queremos ser recordados como la
peor generación de la historia, la generación que no supo defender lo que otras
habían conquistado, una generación de críos pusilánimes.
Y sin entrar en
contradicción con lo anterior he aprendido que la fuerza del movimiento está en
la democracia, por lo que mi posición es que la Huelga hay que ganarla en las
asambleas. Argumentaré por ella en la asamblea de mi centro, pues una huelga de
este tipo no se puede decretar. Argumentaré a favor de la Huelga, pero respetando
lo que la mayoría quiere: un día, dos, o tres a la semana de Huelga, como si no
quiere. Así, lo que me tocará en la siguiente asamblea es argumentar mejor, sin
lanzarnos a aventuras alocadas de un 10% de profesores cerriles en huelga
indefinida hasta que caiga el capitalismo. Hay que confiar en nosotros mismos,
en el cuerpo de maestros y profesores que han mostrado su voluntad de lucha.
El momento de la Huelga
es cuando habiéndola votado, estemos preparados y bien organizados. No hay que
precipitarse.
Sobre
la reivindicaciones
Las reivindicaciones
tienen que ser pocas, una o dos, y concretas. El motivo que me parece que es el
más puro para ponernos en Huelga es la lucha contra el aumento de las ratios en
un 20%. Esta medida, aplicada a todos los niveles educativos significa el final
de la educación de calidad en el país, y a medio y largo plazo el
descoyuntamiento definitivo del mismo.
La reivindicación,
diríamos de las pocas reivindicaciones por las que tendríamos que ir a la
Huelga indefinida en Madrid es frenar este aumento de ratios, con la intención
de arrastrar al resto de las enseñanzas del estado, y de las comunidades
educativas. El aumento de ratios afecta sobre todo a nuestros alumnos, con lo
que será más fácil recabar la solidaridad del resto de la sociedad, y organizar
la Huelga y la movilización apoyándonos en la comunidad educativa. Si abrimos
una caja de resistencia será más fácil pedirle a los padres, a la sociedad en
su conjunto, que aporte dinero a tal caja, que si hiciésemos una huelga para que
no nos rebajen el salario, o no nos quiten la paga, que creo que son luchas que
tenemos que hacer conjuntamente con el resto de nuestro compañeros de la función
pública.
Al exigir nuestra movilización
pocas cuestiones, hacemos el objetivo de la movilización claro y por lo tanto
más sostenible que si creamos una nebulosa de reivindicaciones. Finalmente,
sabemos cuándo tenemos que dejar la Huelga.
En
cuanto a la organización
Este movimiento a nivel
organizativo tendría que estar apoyado por una serie de grupos de trabajo,
teniendo que salir en nuestra zona de Fuenlabrada un compañero o dos por centro.
No creo que haya que
crear una Comisión de Referendum, porque el recopilar los datos de las
votaciones de cada centro, como el defender lo que allí se ha acordado es el
trabajo de los delegados de centro y de zona en la Asamblea Regional.
1. Grupo de trabajo de Caja de Resistencia. El grupo
tiene que gestionar la Caja de
Resistencia, pensar en acciones para recaudar dinero que sostengan
económicamente la Huelga: conciertos, sorteos, venta de lotería, etc.
2. Grupo de
trabajo de medios de comunicación. Compañeros con experiencia audiovisual tienen que
tener como trabajo producir material multimedia, audiovisual sobre todo, para
explicar a toda la ciudadanía los motivos de la huelga y la marcha de la misma.
No es el momento de desarrollarlo pero la burguesía
está perdiendo la hegemonía cultural, de creación de significado, de ideología,
porque el Cuarto poder donde se asentaba, es decir, los medios de comunicación
de masas que requerían grandes inversiones para que vieran la luz, están llegando
a su fin. Como hemos visto durante este año un “Quinto poder” vía Internet se
está levantando, por lo que tenemos que levantar una comisión de medios que
todos los días haga un informativo de la Huelga al que puedan remitirse los
profesores para informarse de cómo se está desarrollando esta. En esto tenemos
experiencia.
3. Extensión
de la Huelga
3.1. Grupo político de trabajo de contacto con otros
colectivos y regiones para extender la Huelga. Aunque
este trabajo es de los sindicatos, es decir, históricamente ya está hecho, no
está de más echar una mano. Un grupo de compañeros tiene que dedicarse a ello, y entrevistarse con
todo tipo de asociaciones para explicarles la huelga y ganar la solidaridad de
estas asociaciones con aportaciones económicas, manifiestos de apoyo, etc.
3.2. Grupo
de extensión mediática de la huelga. El problema de la creación del material por la
comisión de medios es que se puede quedar en nuestra esfera, es decir, en la de
los profesores implicados en la huelga, lo que no está mal para mantener unidas
las filas, pero es insuficiente. Un grupo de compañeros tendría todos los días que
colgar los videos y demás documentos en todas las webs posibles, extenderlos
entre los no docentes, hablar con los medios, etc.
Seguramente se nos ocurrirán más comisiones de
trabajo, aunque como siempre se trata de ver quién hace qué.
A
modo de conclusión
Expondré de forma
resumida mis conclusiones sobre la Huelga del 17 de septiembre.
a) Si la Marea Verde es un Comité de Huelga
Mixto de sindicatos y asambleas que no ha funcionado muy bien, tendremos que
hacer que funcione bien, pues tal unión expresa la Unidad y la Fuerza del
colectivo de profesores.
b) Las huelgas y las grandes acciones de la
Marea Verde deben ser debatidas y decididas democráticamente, mediante el voto de
las asambleas de centro.
c)
La Huelga indefinida tiene que ser
votada por la mayoría de los trabajadores, si no está abocada al fracaso.
d) En el caso de que el referéndum muestre
la voluntad de Huelga de los docentes, las reivindicaciones tienen que ser
pocas. Nosotros la reduciríamos a: No al aumento de las ratios en un 20%, no al
aumento de horas lectivas y alguna más.
e)
La defensa de la educación pública, como
todas las conquista sociales y las libertades, depende de que sepamos levantar
un partido Socialista y llevarlo al poder.
Loïc
Caballero es profesor de Filosofía