Y es que Wert es uno de eso tertulianos de raza, uno se lo imagina en un casino de finales del siglo XIX, sentado junto a Cánovas del Castillo, departiendo sobre la conveniencia de que todos los jóvenes, incluidos los hijos de los trabajadores accedan a estudios superiores en la Universidad. "Cuánto peligro existe para el orden de la nación tener a tantos jóvenes preparados en el país", diría Wert en esta tertulia imaginaria. Seguramente para evitar estos riesgos, el ministro ya ofreció hace tiempo la solución, subamos las tasas, el 50 o el 100 por ciento, lo que haga falta. A lo que acompañó con la siguiente declaración: "No es malo para los investigadores salir de España". Por supuesto Wert, y si no vuelven, tanto mejor para el país.
Hablando de casinos, ¿qué pensará Wert de la propuesta estrella de Esperanza Aguirre, Eurovegas? Ya me lo estoy imaginado, ¿por qué se ha de estudiar tanta Geografía, Matemáticas o Biología en las facultades de España? ¿Para qué sirve eso, se preguntaría Wert? Nada, a partir de ahora, cursos de "crupier" en todas las universidades para que nuestros jóvenes puedan tener un trabajo seguro repartiendo cartas.
A la espera de nuevas propuestas para el futuro de los jóvenes del ministro, toca aplicar las recetas que hacen "más eficiente" la educación. Más alumnos por clase, mejor 40 que 30 (los chavales pasarán menos frío en invierno, si en el centro no hay calefacción). Menos profesores, para el ministro sobran, y además, cuanto menos haya, más valorada estará la profesión. Y una vieja receta del franquismo, los niños con los niños, las niñas con las niñas, y subvenciones para los coles que lo apliquen. En fin, no creo que Wert esté haciendo mucho por la educación en España, pero lo que es por las tertulias les está dando vida, basta mencionar su nombre para generar controversia.
Publicado en diarioinformacion.com
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