@am_ramosnieto nos ha enviado el enlace a este artículo de @rosaliarte publicado en su blog leccionesdehistoria.com:
Hasta hoy no me había manifestado en este blog personal como profesora de historia, con respecto a los recortes educativos que estamos sufriendo en estos últimos meses. Sí que lo he hecho en mis redes sociales, además de hablarlo con numerosas personas este verano. Pero ahora sí que lo hago, cuando he entrado a este curso y comienzo a ver todo lo que se nos avecina con respecto a los recortes.
Principalmente antes de ayer se nos repartió el nuevo horario de este curso, y ya comenzaron los comentarios, esas 2 “famosas” horas semanales de más lectivas a los profes, que a vista de más de uno/a “no es para tanto”, como me han llegado a decir a mi cara más de una persona e incluso familiares míos. Primeramente, me encuentro este año con 25 compañeros interinos menos, porque a suma de horas, sobran puestos de trabajo, algo que no es normal que haga el Estado, cuando debería ser el propio Estado en tiempos de crisis, quien cree puestos de trabajo y no mande solamente en Andalucía a 6.000 profesores al paro. Pues bien, resumo brevemente qué me suponen 2 horas semanales al mes de trabajo:
- Me encuentro con un total de 10 horas más mensuales trabajando solamente en clase, esto me supone tener 33 alumnos más con respecto al año pasado (ya tenía el año pasado 188, no quiero contar mañana lunes lo que me encuentro, porque aún no lo se, sí, creedlo, comienza el curso mañana y no se cuántos alumnos/as tengo, y lo peor de todo, si alguno tiene problemas, atención especial y demás, pasarán días hasta que lo sepa)
- Además de tener una clase más, me supone cada vez que ponga un examen 33 más a corregir y 33 libretas a corregir más(claro, esto lo hago en mi casa, no en el centro), en un total de 16 temas que tiene el temario, si te pones a multiplicar, pues imagina. Eso sí, sin añadir que mande alguna lectura y el trabajo correspondiente (que también tendré que corregir), o algún trabajo extra que quiera mandar con respecto a alguna unidad.
- Además de esto, en mi centro, como tenemos 25 horas lectivas semanales en el centro, otra de las cosas que hemos tenido, es que ahora reuniones de departamento y demás, se ven obligadas a pasar por las tardes, algo que dices, “bueno, tampoco se matan estos profes por ir una tarde al centro”, si fuera una sola tarde, porque cuando no hay claustro, los tutores tenemos algún padre o madre, o evaluaciones, a esto añadir que si esa tarde o dos o tres las paso en el centro haciendo otras cosas, esos 200 exámenes, libretas, trabajos y demás, me esperarán a los días siguientes a corregir en mi casa y atrasando el trabajo acumulado que tengo.
- Al haber echado a interinos el mes de septiembre, me incorporé al centro sin mis compañeros, los cuales, tuve que poner sus exámenes de septiembre a un alumnado (además de los míos) que no sabía ni su nombre, un examen al que ellos no están acostumbrados por que no es el modelo de su profe, corregirlos, ponerles nota sin saber su evolución y lo peor de todo, esos interinos también son tutores, por lo que no os cuento, en la entrega de notas de septiembre, la que se ha “líado”, al llegar los padres a recogerlas y no estar el tutor en su clase para dárselas. Eso sí, me dijeron el típico comentario “Ah, es que la profesora no se ha presentado para entregar las notas de mi hijo”, a lo que contestaba, “No señor, la tutora de su hijo ahora mismo se encuentra tristemente echando el paro”. Claro que sí, cara de corte total de la persona tras su comentario.
- Si siguiera explicando, no pararía, así que continúo…
Está claro, que el trabajo de un profesor/a durante el curso no tiene 40 horas semanales exactas, porque si os soy sincera, ni cuento las horas de más que le echo a este trabajo, porque ahora mismo solo cuento correcciones en suma a esas 25 horas lectivas. También habría que sumar prepararse las clases día a día (“ah no, que eso es muy fácil, porque todos los años es lo mismo”, también me dicen), pero no creo que puedas saberte toda la historia que tengo que explicar día a día en mi clase si no la repaso antes de ponerme delante de mis alumnos/as a contarla, además de innovar día a día y mejorar mis clases.
Simplemente imaginad, este blog lo creé con toda mi ilusión y ganas, lo mejoro cuando tengo tiempo, publico lo que puedo y esto tiene muchísimas horas echadas y trabajadas porque quiero, porque AMO mi trabajo, ese del que ya cobro 300 euros menos cada mes en dos años, y del que me han quitado la paga extra de esta navidad (mal llamada extra, porque realmente, mi paga se divide en 14 y es una más). Y no vengo a protestar de este trabajo, sino a que conozcan también la realidad de lo que es ser profesor/a, aunque también no digo que como siempre, habrán personas que no trabajen como a los que nos gusta, pero eso no es tema a debatir ahora mismo. Es lo que pasa, “pagan justos por pecadores” ¿no?
Y todo esto viene, extendiéndome hoy, porque ayer tuve la oportunidad de ir a la manifestación de Madrid, #15S, en la que tuve la oportunidad de poder ver a personas de la Marea Verde, afectadas como yo en estos recortes. Mi sorpresa es levantarme hoy después de la paliza de ir a Madrid y volver en el día, encontrarme con que solo fuimos “65.000 personas” y no hay ni una vista aérea de la movilización, ni portadas de periódicos que la recojan esa imagen. No se en qué país me encuentro, pero allí había muchísima gente y jóvenes, protestando por lo que nos afectan todo esto en los recortes. Os juro que yo ayer pude ver casi a medio millón de personas unidas, luchando por nuestros derechos conmovidas por lo que nos pasará. Porque está claro, si cada vez tengo más trabajo, cobro menos, no doy a bastos a atender a mi alumnado igual que antes, mi desmotivación irá a más y aquí el único afectado es: el alumnado, quien finalmente aprenderá menos y con peor calidad. Porque la verdad, el cobrar menos, ya ni me preocupa, prefiero cobrar menos y seguir igual, y que no se despida a personal, pero no cobrar menos y encima trabajar con menos derechos (porque en este post, no voy a hablar también de nuestras bajas, que ahora no podré ni resfriarme un día, sino, no cobro, aunque lo justifique, así que iré a clase con mi bronquitis, gripe, o faringitis correspondiente y se la pegaré a todo mi alumnado, porque es normal, que “el profe no pueda faltar” según piensan, pero tampoco es normal, que un niño/a se vea el día de mañana afectado de resfriados porque el profe no se puede permitir dar de baja o faltar dos clases para recuperarse).
Lo único que me espera es que padres/madres/alumnado y el pueblo en sí sea consciente de lo que estamos pasando en el mundo de la educación y en el resto de entes públicos que están sufriendo recortes, como por ejemplo la sanidad, y nos apoyen en todo este duro momento, porque he luchado opositando años y años para conseguir este puesto de trabajo con muchísima ilusión, sigo formándome día a día, durante el verano incluso, en cursos y actualizándome en el mundo de la educación, un profesor no solamente “tiene 2 meses de vacaciones y vive muy bien”, tenemos inquietudes y ganas de que nuestro trabajo se vea en el futuro de nuestro alumnado y ver cómo alumnos míos llegan a tener buenos puestos de trabajo y son alguien en la vida de provecho. Yo por ahora, además de todo esto, veré cómo pasaré las peores navidades de mi vida, donde tenía una paga en la que podía comprar regalos a mi familia y novio, salir a cenar con compañeros, amigos y familiares, porque sí, no me daba privilegios, más bien “fundía” mi paga en los demás y en disfrutar de esos días. Y creo que este año no comeré ni turrón, ni habrá regalos por mi parte, ni los quiero por parte de mi familia, son gastos que ahora mismo no podemos tener, porque en los tiempos que corren, no se con qué más recortes me puedo encontrar, por lo que me agarraré a la silla en la que estoy ahora mismo sentada a esperar lo que nos viene, y mientras pueda, lucharé en contra de todo lo que hagan contra mis derechos. Así que os dejo con imágenes que pude hacer ayer.
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