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Los inicios del curso ya son conflictivos ante la situación derivada de la covid-19. El Sindicato de Estudiantes ha llamado a miles de estudiantes a una huelga estatal que tendrá lugar los días miércoles 16, jueves 17 y viernes 18 de esta semana. La convocatoria está dirigida a las enseñanzas medias -ESO, Bachillerato y FP- sin los universitarios, ya que muchos todavía no han comenzado las clases. “Es una situación de emergencia social. Nos hacen elegir entre nuestra salud y el derecho a la educación”, explica a este medio Marina Mata, secretaria de Organización del Sindicato de Estudiantes.
Una vuelta segura a las aulas era el reclamo que llevó al Sindicato de Estudiantes a registrar la convocatoria a finales de agosto. Hoy creen que el peligro del que advertían se evidencia en las al menos 120 incidencias que se detectaron en toda España la semana pasada, la primera semana de curso, casi todas relacionadas con contagios o sospecha de positivos. “No se han tomado las medidas necesarias. No hay ni un solo experto que pueda decir que la vuelta a las clases no vaya a suponer una fuente de contagio”, critica Mata.
El Sindicato de Estudiantes entiende que las CCAA también son responsables de la incierta vuelta a las aulas, pero pone el foco en el Ministerio de Educación, por ser “el máximo responsable de asegurar y garantizar el derecho a la educación y a la salud de millones de estudiantes”. En palabras de Mata, el ministerio ha impulsado “un protocolo que parecería una broma, si no fuera por lo trágico de la situación” al quedarse en recomendaciones como “la ventilación de las clases” o que “los alumnos opten por la bicicleta para evitar el transporte público”.
Para el Sindicato de Estudiantes el inicio de curso debe pasar por una solución general: un aumento significativo de la partida económica destinada a la educación pública, para poner a disposición más docentes y recursos que permitieran seguir las recomendaciones sanitarias. Consideran que esta inversión no se ha producido. “Al margen de que el fondo de los 2.000 millones de euros destinado a la educación nos parece completamente insuficiente, no ha servido para la contratación de los más de 175.000 profesores que hacían falta ni para la reconversión de los centros por la covid-19”, denuncia Mata.
Por lo tanto, la huelga reivindicará una inversión en educación pública que permita mantener la ratio de 15 alumnos por aula, con la consiguiente contratación de profesores y construcción de nuevos centros de estudio. “El déficit es completamente insostenible incluso antes de la pandemia, cuando ya existía hacinamiento”, explica la representante estudiantil. Si la ministra de Educación, Isabel Celaá, no es capaz de garantizar esta vuelta segura a las aula consideran que debería dimitir.
El movimiento estudiantil se prepara para el curso
La huelga estudiantil estatal convocada para esta semana coincidirá con otras huelgas del profesorado y la comunidad educativa en Andalucía (18 de septiembre) y Galicia (10 y 16 de septiembre). Sin embargo, no coincidirá con otras convocatorias como la que han organizado CCOO, UGT y CGT en la Comunidad de Madrid, que se ha retrasado hasta la semana que viene (22 y 23 de septiembre).
La pronta convocatoria del Sindicato de Estudiantes no convence a todo el movimiento estudiantil. Desde Estudiantes en Movimiento, red de organizaciones estudiantiles presente en casi todo el territorio español, desaprueban esta “convocatoria unilateral” que principalmente busca “la notoriedad”, según su opinión, al obviar los procesos asamblearios y de agitación previa que necesitan este tipo de convocatorias para los estudiantes, explica Alfonso Galiza, responsable de Políticas Educativas en Estudiantes en Movimiento. Además, la fecha de la convocatoria deja fuera a miles de estudiantes universitarios que todavía no han regresado a las aulas.
De momento, desde Estudiantes en Movimiento prefieren sumar fuerzas a las convocatorias de huelga ya realizadas por los sindicatos de clase como la huelga educativa de Madrid o las organizadas por la comunidad educativa en su conjunto en Andalucía. También se sumarán a las protestas de la Marea Verde. A medio plazo, sí que planifican organizar una movilización contra esta incierta vuelta a las aulas en un sistema educativo que consideran ya seriamente dañado tras los recortes de la anterior crisis.
En el fondo, Estudiantes en Movimiento coinciden con las reclamaciones del Sindicato de Estudiantes y los motivos de la huelga. Por un lado, critican “la falta de información” de la vuelta a las clases, que ha perjudicado sobre todo a los estudiantes con menos recursos y va más allá de la señalada brecha digital. Por ejemplo, en la Universidad Carlos III algunos estudiantes han descubierto que sus clases serían telemáticas, cuando ya se habían comprometido a alquilar un piso durante todo el curso. Por otro lado, también señalan “la falta de financiación” común al Gobierno central y las autonomías. “No se ha invertido durante 15 años, lo que ha hecho que ni siquiera estuviera en el debate redoblar el presupuesto. Se considera que la educación no es tan relevante”, señala Galiza.
A su juicio, si no hay un cambio presupuestario drástico en el dinero destinado a la educación se agudizarán las barreras de los estudiantes “en función de su extracción de clase” que ya se presentaban antes como: la falta de becas, la brecha digital, las diferencias en el estudio telemático... En definitiva, los estudiantes observan con preocupación como la educación universitaria en tiempos de covid-19 corre el riesgo de trasladarse al ámbito privado por la falta de recursos y como esto perjudicará a aquellos que pertenezcan a hogares más vulnerables.
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