El Ayuntamiento de Madrid, tras declararse la pandemia, aprobó un presupuesto para hacer frente a los gastos extraordinarios del covid. El montante era de 45 millones. A 10 de agosto, tan sólo se habían ejecutado algo menos de 16 y casi 12 de ellos eran destinados a la Funeraria. Es decir, seis meses después del inicio de la emergencia, el Ayuntamiento solo ha sido capaz de ejecutar 4 de los 45 millones para hacer frente a todos los gastos extraordinarios que se supone ha provocado la situación sanitaria. Eso abarca todas las ayudas a las familias, empresas, autónomos o a la propia institución municipal para adaptarse a las nuevas condiciones. El Ayuntamiento de Madrid tan sólo ha sido capaz de ejecutar el equivalente al 0,2% de su presupuesto total en actuaciones relacionadas con el covid. Esta incapacidad de ejecutar explica, por ejemplo, la ramplonería que la corporación ha tenido respecto a las nuevas necesidades alimenticias y de productos básicos de un sector importante de la población que han tenido que ser cubiertas, en gran parte, por la solidaridad vecinal.
Pero bueno, una cosa es el presupuesto extraordinario ante la epidemia, y otra el presupuesto ordinario. Si la abulia para poner en marcha las medidas que la nueva situación exigía hubiese sido compensada por una ejecución medianamente satisfactoria del presupuesto ordinario, quizás la aportación del Ayuntamiento para paliar los efectos de la crisis hubiese sido significativa. Pero nada de eso ha ocurrido. Su aportación ha sido cercana al cero, tal y como demuestran los números.
Lo cierto es que el equipo de gobierno de Almeida no tiene la más mínima intención de incrementar el gasto social, a pesar de que la situación lo requiere, sino más bien todo lo contrario. En los presupuestos de 2020, aún sin crisis sanitaria ni económica, ya habían metido la tijera en muchos de los capítulos sociales pero, ahora, están aprovechando la coyuntura para recortar sin contemplaciones el gasto social ocultándolo tras el velo de la pandemia que se está utilizando como excusa para olvidar cualquier necesidad social.
En esta ocasión nos queremos centrar en un solo ejemplo para demostrarlo: La Educación. En estos cuadros se analiza el gasto hasta 30 de junio de este 2020 vamos a intentar desentrañar que hay en ellos en esos seis meses:
La Educación no es una competencia municipal pero su papel complementario de la red pública en una ciudad como Madrid, es decir, en los barrios de menor renta, es cada vez más importante. Desde las escuelas infantiles municipales, al mantenimiento y limpieza de los colegios (que sí son competencia municipal), hasta las actividades extraescolares o el seguimiento del absentismo, son facetas imprescindibles e inseparables del desarrollo educativo.
Lo primero que destaca en el siguiente cuadro es que mientras se experimenta un crecimiento presupuestario global de Educación entre 2015 y 2019 en torno al 70%, pasando de 80 a más de 140 millones de euros, en 2020 tenemos una reducción del presupuesto inicial.
La segunda cuestión que pone de manifiesto el cuadro es que en más de la mitad del año se ha ejecutado menos del 30% del presupuesto.
Pasando a los Servicios complementarios a Educación el presupuesto se multiplica por cuatro entre 2014 y 2019 pero el grado de ejecución es lamentable en 2020 a pesar de que se partía en este caso concreto de un incremento presupuestario. Tan sólo se ha ejecutado algo más de la quinta parte en siete meses. Quedan cuatro útiles.
El crecimiento del presupuesto de Absentismo (ver siguiente cuadro) se ha ralentizado en 2020, pues había crecido más de un 200% en los años anteriores. Sin embargo, el grado de ejecución no llega al 45%.
La educación es una de los elementos que permiten la cohesión y el avance social, comprende no solo cuestiones estrictamente lectivas, sino todo un conjunto de actuaciones y programas que permiten clases de refuerzo, actividades extracurriculares que permiten al alumnado e la educación pública enriquecerse a nivel formativo como programación, ciencia divertida, lectura, apoyo escolar, educación emocional, deporte…
Nos preguntamos si, además de poner como excusa al covid, alguien se ha preocupado de rediseñar los programas presupuestarios de educación o si únicamente van a repetir el mantra: “Ha sido culpa del covid”, dejando a la escuela pública y su alumnado en clara desventaja frente a la escuela concertada y privada
La preocupante brecha educativa entre alumnado con mejores medios económicos, materiales y sociales y el alumnado con menos oportunidades se ha agravado durante estos meses y amenaza con golpear de nuevo a toda una generación de jóvenes, adolescentes y niñas y niños. ¿Por qué no se recondujeron las actividades (extraescolares, seguimiento del absentismo…) para prestar apoyo a las familias mediante medios materiales y humanos con los medios tecnológicos existentes? ¿A dónde ha ido a parar ese dinero que han dejado de pagar a las empresas prestatarias de servicios? ¿Se han realizado las modificaciones de las partidas presupuestarias para permitir dotar a docentes y alumnado de herramientas tecnológicas para que puedan hacer frente a esta situación?
¿Por qué no se han instalado cámaras en las aulas así como dotación de conexiones óptimas de internet en los centros realizando las obras de mejora necesarias para que si el alumnado tiene que hacer turnos presenciales se puedan seguir las clases desde casa? ¿Se ha previsto reforzar la limpieza para el nuevo curso aprovechando lo no ejecutado en meses anteriores? ¿Se podían haber hecho limpiezas a fondo de los centros en vez de suspender contratos? ¿Se ha creado una partida que permita dotar de material de protección sanitaria a menores con menos recursos en cantidad suficiente? ¿Se ha pensado en crear un servicio de enfermería en los centros públicos que permita una rápida detección y análisis con test de alumnado y profesorado que permita el aislamiento de grupos específicos que permita seguir funcionando a los centros con seguridad? ¿Ha adquirido Madrid Salud test para actuar preventivamente en lo que parece que serán los nuevos focos infecciosos? ¿Podían reconducir los programas de servicios en otros que apoyaran psicológicamente a las familias y alumnado tan castigado por esta situación?
Si seguimos viendo la situación global de Madrid, vemos que en 2020 ni siquiera se preveía inversiones en creación de nuevas escuelas Infantiles, la partida era cero tanto en presupuestado como en ejecutado, independientemente de promesas electoralistas, puede que dada esa clarividencia de grandes gestores que dicen poseer, supieran que habría pandemia y no preveían que fuesen bebes a escuelas infantiles.
Vicálvaro
La ausencia forzosa de alumnos, profesores y familias en las aulas ofrecía una ventaja al dejar libres unos espacios que normalmente están ocupados y solo se dispone de los períodos vacacionales para realizar muchas de las obras de mantenimiento y mejora de los centros. ¿Se ha aprovechado esta circunstancia en el caso del distrito de Vicálvaro?
La inversión en centros educativos de Vicálvaro, en los primeros seis meses de 2020 es de cero euros ejecutados en obras, ni siquiera se han ocupado de realizar las pequeñas obras de mantenimiento previstas. ¡Ni una bombilla! A través de los contratos de emergencia hubiese sido muy sencillo contratar las obras, que, además, no tenían que ser muchas para cumplir el exiguo presupuesto que se había aprobado. Pero ni a eso se ha llegado. Es muy llamativo ver la diferencia entre el dinero destinado en 2018, 2019 y 2020
Si en siete meses no se ha ejecutado ni un euro en obras en los colegios, pedir que mejorasen infraestructura de telecomunicaciones de los coles, pusieran sistemas de cámaras para retransmisión de clases en directo, mejorasen las conexiones de telecomunicaciones de los centros, habilitasen gimnasios, comedores, bibliotecas o laboratorios para desdoblar clases, colocar mamparas u otros elementos protectores… es simplemente ciencia ficción.
Ahora, en septiembre ¿cuál es la excusa? ¿No sabían que el Covid 19 volvería? ¿Qué se puede esperar del PP? La verdad es que de Almeida, muy poco, pues es evidente que le preocupa y ocupa mucho más su carrera política como “portavoz” de Casado que las necesidades de los barrios obreros de Madrid. ¿Y de su equipo de concejales de PP y Ciudadanos? Menos aún, pues si tomamos como rasero el de Vicálvaro, parece que les preocupa mucho más twitter que sus vecinos y vecinas.
Quedan por ejecutar 93.270.775,00 € en el presupuesto de Educación del Ayuntamiento de Madrid. Mucho tienen que cambiar las cosas para que el gobierno municipal de las derechas demuestre que no está aprovechando las circunstancias para recortar los recursos sociales. Disponen de cuatro meses para que dejen claro si tienen la mínima voluntad y capacidad para poner a disposición del alumnado y del profesorado de la ciudad de Madrid los medios necesarios para poder ejercer el derecho a la educación en condiciones dignas.
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