La universidad española va camino de completar una década perdida. Lastrados por los recortes provocados por la crisis, los campus españoles tienen hoy menos fondos, menos alumnos, unas tasas más caras, dan más becas pero menos dotadas y tienen menos profesores que hace siete años. El retroceso empezó con la crisis, en 2008. Cumplirá nueve años el próximo curso. Repasamos qué ha ocurrido en la universidad en este periodo.
Presupuestos
El indicador donde más claramente se ve la evolución (involución) que han sufrido las universidades en estos años de crisis y que posiblemente explica todos los demás. Desde 2008, año que empezaron la recesión y por tanto los recortes, el conjunto de las universidades públicas españolas ha pasado de disponer de 10.140 millones de euros a los 8.594 millones de euros en 2014, último año del que hay estadísticas cerradas, según datos de las propias universidades recopilados por la Federación de Enseñanza de CC OO. La reducción alcanza el 15,3%. Uno de cada seis euros se ha esfumado.
Esta caída de los presupuestos se ha visto reflejada en el gasto por estudiante, que ha pasado de 7.760 euros por alumno y año a 6.481 (-16,5%). En paralelo a la reducción de recursos públicos han ido aumentando los privados que obtienen las universidades de las tasas, que han ido subiendo para compensar la caída de los ingresos corrientes: los estudiantes antes aportaban el 15% de los presupuestos universitarios, hoy su parte asciende al 22%.
Alumnos
Aunque no se conocen las cifras con exactitud, la subida de las tasas y el endurecimiento de los requisitos para acceder a una beca y posteriormente mantenerla son señalados por todos los expertos como dos de los principales causantes de la caída en el número de universitarios en España.
El descenso de los alumnos tardó en trasladarse a los campus un poco más que la caída financiera, pero llegó. Fue, en concreto, a partir del curso 2012/13, el primero completo con Rajoy al mando del país, y desde entonces no ha parado. En este periodo hay en las universidades españolas 127.000 estudiantes menos, lo que supone un descenso del 10%, que han asumido básicamente los centros públicos. En los privados apenas hay 2.666 jóvenes menos.
Tasas
Una de las dos patas de la caída de alumnos. Desde que el Gobierno diera vía libre a las comunidades autónomas para elevar los precios públicos hasta el 25% de su coste real y así compensar la caída de la financiación de la administración, los precios se han encarecido entre un 20% y un 75% —según la fuente y la región—.
España se ha convertido así en el noveno país más caro para estudiar un grado en la universidad, según datos de CC OO. En el escalón superior, los máster, el dato es un poco peor: somos los octavos de 37 países europeos con los precios más altos. Estudiar un curso de 60 créditos de grado cuesta, de media, 1.110 euros hoy, cuando hace cuatro cursos eran 920 euros (20,6% más). Los máster han subido más: de 1.553 euros a 2.388 euros de media (53,7% más).
Esto de media, que es indicativa pero quizá no significativa, dado que los precios entre las diferentes comunidades autónomas varían notablemente. Por ejemplo, mientras Galicia, la más barata, no ha tocado las tasas en estos años (713,4 euros por curso de media), Cataluña, la más cara, los ha casi duplicado (1.206 euros por año a 2.011 euros). Entre medias se mueven las otras 15 regiones.
Becas
El Gobierno presume cada vez que tiene la oportunidad de haber llevado la partida presupuestaria a máximos históricos. La afirmación es cierta sobre el papel, pero eso no quiere decir que se esté gastando más. Quiere decir que, por primera vez, el Gobierno está presupuestando para becas lo que realmente se gasta. Antes la inversión final excedía con creces la presupuestada inicialmente, pero como las becas son un derecho del estudiante (hay que darlas si se cumplen unos ciertos requisitos) el dinero se gastaba igual. La estadística señala que en los últimos cuatro años hay 332 millones de euros menos para ayudas, un 18% de caída.
Lo que sí ha hecho este Ejecutivo es endurecer las condiciones de acceso y permanencia a las becas y bajar la cuantía media que recibe cada estudiante, aunque es igualmente cierto que cada vez más alumnos reciben ayudas. Este, el número de becarios, es el único indicador que sube y sube, hecho que muchos expertos explican a partir de la caída de las rentas por la crisis, que ha empujado a muchas familias por debajo del umbral mínimo para solicitar una beca. Desde el curso 2008/09 el número de becarios ha subido un 27,5% (de 370.000 a 472.000). La cuantía que reciben no ha seguido una trayectoria tan generosa. En el mismo curso de referencia era de 2.346 euros/año, alcanzó su pico el primer año de gobierno popular con 2.568 y empezó a caer hasta los 1.869 euros en el 2013/14, último del que hay estadísticas cerradas.
Profesores
Otro colectivo afectado por la crisis y el establecimiento de una tasa de reposición del 10% (sólo se sustituía a un jubilado de cada diez). Así, en el curso 2008/09 había en las universidades españolas algo más de 98.000 PDI (personal docente investigador), dato que había caído a 94.000 seis cursos después (4,1%), según datos de Fundación CyD. El PAS (personal de administración y servicios) ha seguido una evolución similar, pasando de casi 54.000 trabajadores a poco más de 48.000, según la misma fuente.
Otra consecuencia de la no reposición de profesores en estos años ha sido un cierto envejecimiento de las plantillas. Según datos de Eurostat recogidos por la Fundación CyD, un 45% del profesorado universitario supera los 50 años, por encima del Reino Unido (40%), Francia (37%) o Alemania (24%).
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