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domingo, 25 de mayo de 2014

Carta por la Ciencia exige que la inversión en I+D no se compute como déficit nacional y que aumente el número de investigadores

EL PAÍS.COM: Los científicos piden que la inversión en I+D no compute como déficit


Los investigadores y responsables universitarios del colectivo Carta por la Ciencia, que integra a sociedades científicas, rectores, jóvenes investigadores y sindicatos, piden que “la inversión en I+D civil de los países miembros de la UE no compute como déficit nacional a efectos de cumplir los compromisos de estabilidad”. Es la primera de las cuatro propuestas que la plataforma presenta esta semana a los partidos políticos, ante las elecciones europeas, pidiéndoles que incorporen en sus actuaciones medidas que consideran urgentes “para poder garantizar el futuro de la I+D española en el ámbito de la UE”. La segunda sugerencia atañe a la reducción de las diferencias entre los países comunitarios en cuanto a porcentaje de investigadores por habitantes, la tercera pide agilizar la circulación de personal de I+D en la UE y la última recuerda la necesidad de defender la investigación básica. Integran la Carta por la Ciencia la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), la conferencia de rectores (CRUE), laFederación de Jóvenes Investigadores /Precarios y los sindicatos CC OO y UGT, así como el Foro de Empresas Innovadoras (FEI) que han aunado, desde hace un par de años, las reclamaciones más urgentes del sistema de ciencia y tecnología español ante los problemas de recortes de presupuestos, la fuga de cerebros y los retrasos de los programas de financiación de la investigación.
La idea de que la inversión en I+D civil quede fuera del cómputo del déficit entronca con una medida vigente en el plan de estabilidad presupuestaria de la UE. Como el déficit se computa entre ingresos y gastos del Estado, el total queda reducido si se deja fuera un gasto específico, lo que se considera una medida de estímulo para la economía en general y para esa actividad en concreto. Actualmente se admite excluir del gasto la inversión pública (fundamentalmente obras públicas, infraestructuras), pero con una salvedad muy importante: Bruselas solo lo acepta para los países que cumplen el objetivo de déficit, que serían los que menos lo necesitan, como Alemania, que no está utilizando esta medida. España estará por encima del 3% de déficit (máximo permitido) hasta 2016 incluido, según el pronóstico del Gobierno.
La Carta por la Ciencia argumenta que la medida de excluir la inversión en I+D civil del cómputo del déficit nacional, ayudaría (si no se aplica la restricción aprobada para la inversión pública general) a evitar la situación actual en la que “los países que más se están viendo afectados por la crisis son también los que más están recortando en este sector, comprometiendo así su futuro y el de una Unión Europea igualitaria y equilibrada”.
Otra “necesidad urgente para poder garantizar el futuro de la I+D española en el ámbito de la UE”, según el colectivo, consiste en “establecer medidas para reducir las diferencias en el número de investigadores por habitante en los países europeos, tanto en las etapas senior como en las de iniciación, formación y estabilización, y como una medida para la creación de empleo cualificado de calidad, haciendo especial incidencia en los jóvenes”. Los Organismos Públicos de Investigación (OPI), incluido el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), así como las universidades, están sometidos a la tasa de reposición del 10% de toda la Administración Pública, por la cual solo se cubre una de cada 10 plazas que quedan vacantes (sobre todo por jubilaciones). Para todos los OPI, el Ministerio de Hacienda, en la Oferta Pública de Empleo 2014, ha asignado un total de 35 plazas de científico titular para las siete instituciones, que suman casi 6.000 puestos de personal científico. Un total de 24 de las 35 plazas se destinan al CSIC, la mayor institución científica de España, que perdió 2.200 efectivos entre 2011 y 2013, según datos oficiales.
La tercera propuesta del colectivo atañe a la movilidad del personal científico y técnico en el ámbito de la UE: “Favorecer la estandarización de requisitos administrativos (títulos, justificaciones…) para la circulación libre y real de personal de I+D dentro del espacio europeo, fomentando el acceso en igualdad de condiciones y en base a los méritos a los distintos puestos de trabajo”.
Por último, la Carta por la Ciencia, ahora que tanto la Comisión Europea como los responsables españoles de política científica ponen especial énfasis en la relación directa entre investigación y mercado, sale “en defensa de la investigación básica como pilar del conocimiento, motor de avance y pieza imprescindible para la existencia de la investigación aplicada”.
Los representantes de la Carta por la Ciencia, que se han reunido hoy con responsables del PSOE, el PP e Izquierda Unida,  para continuar en los próximos días las citas con otros partidos, afirman que la política de I+D seguirá siendo en los próximos años, para la UE, “un asunto crucial para su futuro y el de sus ciudadanos”. Y denuncian: “Desgraciadamente, debido a la crisis económica, el sector de la I+D está sufriendo importantes retrocesos en varios de sus Estados miembros, entre los que destaca España, lo que compromete el progreso de estos países y acrecienta las desigualdades y desperdicia el talento de algunas de sus generaciones de investigadores e investigadoras más preparadas”.
Tras las reuniones con los partidos, José Luis de Pablos, científico delCiemat y coordinador de la Carta por la Ciencia, ha informado a EL PAÍS que, en nombre del PSOE, Ramón Jaúregui ha expresado que “está totalmente de acuerdo con los cuatro puntos que se proponen y se ha comprometido a defenderlos en Europa”. Igualmente Izquierda Unida ha manifestado su apoyo y compromiso a defender las propuestas de los científicos. “En nombre del PP, Pilar del Castillo nos ha dicho que está personalmente de acuerdo con nuestra propuesta, pero que no puede garantizar que el PP defenderá los cuatro puntos hasta que no hable con el ministro Montoro”.
Jaúregui ha destacado la concordancia de las peticiones del colectivo con las propuestas socialistas para Europa y ha reclamado “un mayor esfuerzo por la I+D+i con capital-riesgo, apoyando la financiación, mejorando la vinculación ciencia y sector productivo, favoreciendo la movilidad de los investigadores y con más accesibilidad al sistema de patentes”, según un comunicado del PSOE. Asimismo, el número dos de la lista socialista para el Parlamento Europeo ha reiterado el compromiso de su organización con la ciencia, destacando que “es una prioridad para el partido y para el país”. Jaúregui ha recordado que todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, firmaron en el Congreso un compromiso a favor de la ciencia, fruto de la preocupación “por la política de recortes del gobierno del PP, que está asfixiando a la ciencia en España”.

lunes, 23 de diciembre de 2013

"Si no hay investigación, nos vamos" (José Antonio Nieto)

Hemos leído este artículo en el Blog de Público.es EconoNuestra:


El 19 de diciembre de 2013 se alcanzó un importante acuerdo, aunque puede quedar en papel mojado. El Congreso de los Diputados fue testigo de la firma del Acuerdo Parlamentario por la Investigación, el Desarrollo y la Innovación(I+D+i). Todos los partidos políticos, con la excepción del Partido Popular, suscribieron el texto promovido por el Colectivo Carta por la Ciencia. El acuerdo señala cuatro puntos, que recogen “ampliamente el sentir mayoritario de la comunidad científica” y marcan las pautas para que los grupos parlamentarios, excepto el PP, “pongan en marcha medidas de apoyo para situar la I+D+i como uno de los ejes a tratar en cualquier acuerdo futuro tendente a la gobernabilidad de nuestro país” [véase el texto completo en:www.cosce.org/pdf/acuerdoXlaciencia_19dic13.pdf].
¿Ya no se puede decir que investigar en España es llorar? Habrá que verlo. De momento, estos dos últimos años han sido tan lamentables que, o cambian mucho las cosas, o se confirmará lo que muchos ciudadanos pensamos: si quieres investigar, tienes que irte fuera de este país.
¿Por qué puede que no cambie nada, o casi nada, incluso que las cosas vayan a peor en materia de I+D+i? En primer lugar: parece claro que el partido que sustenta al Gobierno de España tiene otra idea muy distinta de la ciencia, de la investigación, de la educación y de otros asuntos. Son mayoría parlamentaria, pero no parece que esa mayoría se corresponda con el “sentir mayoritario” de muchos colectivos de ciudadanos, como sucede en concreto con la Carta por la Ciencia. En segundo lugar: ya están aprobados los Presupuestos Generales del Estado para 2014, en los que la investigación, la ciencia y la educación y otros muchos sectores no se salvan de los recortes ni reciben nuevo apoyo presupuestario (sería difícil en un país en el que crecerán más las tasas y la imposición indirecta que los ingresos derivados de una mayor presión fiscal sobre las rentas más altas).
Sin investigación, el futuro pinta aún más negro. Eso lo sabe el Gobierno de España y las distintas instancias gubernamentales que siguen su pauta. También saben que la investigación, en todos los países desarrollados o en tránsito hacia el desarrollo, depende en gran medida del apoyo público. Lo saben, pero les entra por una oreja y les sale por la otra. Las orejas del Estado son así: muy poco agradecidas con la mayoría de los ciudadanos, y justo lo contrario con las minorías que les susurran melodías en voz baja. En la UE, por recurrir al ejemplo más cercano, la mayor parte de las inversiones en I+D+i se realizan en centros públicos y revierten sus beneficios sobre el conjunto de la sociedad. En otros países, como Estados Unidos, la iniciativa privada tiene más importancia y mayor presencia, en buena medida por el peso de un sector que tira con gran fuerza de los demás: el complejo militar y armamentístico. Salvo excepciones como esa, existe evidencia suficiente como para afirmar que el nivel de desarrollo económico y social de un país estádirectamente relacionado con el nivel de sus inversiones en I+D+i, de las cuales una parte muy notable depende directamente de la capacidad de las políticas públicas para fortalecer la investigación, la ciencia, la innovación, la educación y la cultura.
Si tomamos en consideración ese minúsculo detalle de que España no es EEUU, ¿qué pretende nuestro gobierno recortando cada vez más el apoyo público a la I+D+i? ¿Cumplir a toda costa el compromiso de sanear las finanzas públicas? Aunque nos asfixiemos todos. ¿Dejar la I+D+i en manos de quienes se puedan hacer cargo de ella? Ya sean empresas privadas, centros de cualquier naturaleza ubicados fuera de España, o tal vez nadie.  ¿Promover un modelo de desarrollo sin inversiones en I+D+i? Lo que además de constituir una auténtica innovación iría en contra del sentido común y de la evidencia disponible al respecto, pero encajaría muy bien en el desmantelamiento del Estado y del bienestar que padecemos. ¿O tal vez pretenden que los investigadores se vayan del país, para que no computen como parados y no protesten, evitando así que les afecte la Ley Mordaza perpetrada contra la democracia y las libertades ciudadanas en España?
Veamos, muy brevemente, la evolución histórica reciente, para que no parezca que este tipo de opiniones surgen del gélido viento que recorre Madrid en diciembre. No vaya a ser que alguien piense que somos una minoría, cuando —y es la tercera vez que lo escribo aunque sólo llevo medio artículo, pero aún lo mencionaré alguna vez más— el Pacto firmado el 19 de diciembre recoge “el sentir mayoritario” de la comunidad científica y de más sectores y ciudadanos, a excepción del partido que nutre al Gobierno.
En febrero de 2012, la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) envió al Gobierno de España la Carta Abierta por la Ciencia. En mayo de 2013 se reiteró lo recogido en ese texto, en una denuncia pormenorizada y claramente documentada sobre el agravamiento de la situación y sus nefastas consecuencias [véase la Segunda Carta por la Ciencia: www.cosce.org/pdf/carta_2013-CAfinal%20_2_.pdf]. El pasado mes de octubre se celebró en Madrid un acto masivo bajo el lema Jornada de Luto por la Ciencia [véase un detallado informe en:www.cosce.org/pdf/analisis_COSCE_Proyecto_PGE2014_3oct.pdf].
¿Qué ha pasado durante estos dos años? Sin someter las estadísticas a una tortura de tercer grado (como sucede en algunos ministerios), es fácil constatar que en estos dos últimos años el gasto en I+D se ha reducido de manera continuada hasta un 1,3% del PIB en 2012, y lo hará aún más en 2013 —y muy probablemente también en 2014—, mientras que la media de la UE supera el 2% y el objetivo es aproximarse al 3% en 2020. Somos Europa, pero cada vez menos. Y no es que esta Europa sea la panacea. Pero de momento no hay otra Europa: habrá que batallarla.
Pero regresemos al desierto: ¿Quién pesará más en la balanza, a partir de ahora: la mayoría parlamentaria que no ha respaldado el nuevo Pacto por la Ciencia, o la mayoría de científicos, tecnólogos y universitarios que llevan mucho tiempo buscando ese acuerdo, aunque no cuenten con el respaldo minoritario del partido que ilumina y respalda al Gobierno de España?
La primera Carta Abierta por la Ciencia, ya señalaba, a principios de 2012, que “[...]a pesar de la recomendación de la Comisión Europea de que los recortes para controlar el déficit público no afecten la inversión en I+D+i, el Gobierno y las Cortes Generales de España podrían aprobar unos Presupuestos Generales del Estado que dañarían a corto y largo plazo al ya muy debilitado sistema de investigación español y contribuirían a su colapso. Esto implicaría el mantenimiento de un modelo económico obsoleto que ya no es competitivo y que es especialmente vulnerable a todo tipo de contingencias económicas y políticas”. Al leer este preámbulo de 2012, y las propuestas entonces planteadas [ver texto completo en: www.cosce.org], surge la duda de si simplemente hemos retrocedido a la casilla de salida, yúnicamente hay dos años de demora, o si el panorama se ha deteriorado tanto en esos dos años que el nuevo Acuerdo Parlamentario suscrito el 19 de diciembre no será suficiente para cambiar y mejorar la situación.
Y es que España en un país de desequilibrios recalcitrantes: si crecemos, lo hacemos de forma alocada; y si nos estancamos, damos ejemplo al mundo de que no se puede hacer peor: los corruptos saltan de charco en charco, los empresarios se esconden debajo de las piedras, el gobierno pone cara de no saber de qué va la cosa (una cara muy fácil de identificar), y una élite toma las decisiones inspirándose en el viejo catecismo que tenían en el cole, aunque aprovechan para vender a buen precio los favores que hacen en pro de una libertad de mercado tan irreal que no sirve ni para contar un cuento a los niños. Así va la Ciencia en este país: retrocede, como tantas otras cosas.
Al tratar estos temas, el blog Laboratorio para Sapiens recuerda que Santiago Ramón y Cajal, hace un siglo, ya advertía de lo negro que sería el futuro de nuestro país sin un apoyo decidido a los centros de investigación y a la universidad, que, según nuestro ilustre Ramón y Cajal, “representa el órgano principal de la producción filosófica, científica e industrial”. Parece que el Gobierno de España opina y hace exactamente lo contrario de lo que dicta el sentido común y la evidencia empírica disponible, además de los sabios consejos que da la historia. O tal vez sus prioridades son otras, como devolver a “los mercados” las entidades financieras que tantos recortes nos han costado, o que los ciudadanos nos quedemos a oscuras e inactivos, para facilitar la impunidad de sus políticas.
¿Habrá que volvérselo a recordar, para ver si el Gobierno de España cambia en algo su obstinada, retrógrada y peligrosa concepción de la ciencia? ¿O quizás –para quien pueda– es más aconsejable emigrar a un lugar donde sea posible respirar y trabajar, aunque eso implique costes individuales y colectivos incomprensibles e irracionales para una sociedad avanzada?

José Antonio Nieto
Profesor titular de Economía Aplicada en la UCM y miembro del colectivo Econonuestra  


Los rectores apoyan el acuerdo parlamentario por el futuro de la investigación, el desarrollo y la innovación

INFOLIBRE.ESLa oposición sella un acuerdo por la Ciencia con apoyo de científicos y rectores

Tres premios nacionales Príncipe de Asturias, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), la Confederación de Sociedades Científicas (COSCE), así como otras sociedades científicas, sindicatos y grupos de la oposición parlamentaria han sellado este jueves en el Congreso un acuerdo por el futuro de la investigación, el desarrollo y la innovación.

Se trata de un acuerdo parlamentario que da sustento a las peticiones del colectivo Carta por la Ciencia para volver a los niveles de inversión en materia de I+D+i de 2009, antes de los sucesivos recortes presupuestarios. En concreto gira en torno a cuatro ejes: la financiación, los recursos humanos, la normalización de las convocatorias y la creación de la agencia estatal. 

La Carta Abierta por la Ciencia española es un documento consensuado por la COSCE, la CRUE, la plataforma Investigación Digna, la Federación de Jóvenes Investigadores, CCOO y UGT, y apoyada por 100 directores del CSIC, que fue entregada en octubre al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, así como a los miembros del Congreso y del Senado y a los presidentes de las comunidades autónomas.

Durante la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014, PSOE, la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y UPyD negociaron la presentación de enmiendas conjuntas en materia de I+D+i, con el objetivo compartido de volver a esos niveles de inversión de 2009; una propuesta que fue rechazada por el PP, que tiene mayoría absoluta en el arco parlamentario.

Es por ello por lo que se suscribe este acuerdo de manera formal en el Congreso, para dar sustento a las demandas del colectivo científico representadas en la Carta por la Ciencia y hacer un llamamiento para recuperar las dotaciones de la I+D+i anteriores a la crisis, coincidiendo precisamente con que este jueves culmina la tramitación parlamentaria de los PGE, tras su paso por el Senado.

Así, se produce el segundo pacto de la oposición, como ya ha tenido lugar en esta legislatura con la tramitación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), donde la mayor parte de los grupos de la oposición se han comprometido a través de un acuerdo a derogar la normativa en cuanto cambie la mayoría en el Parlamento.

Firmado por toda la oposición, salvo UPN y Foro


Este acuerdo parlamentario ha sido suscrito por todos los grupos parlamentarios de la oposición en el Congreso, salvo UPN y Foro de Asturias. El primero de todos ellos en firmar ha sido el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha estado acompañado por la portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez; la secretaria de Participación e Innovación del PSOE, María González Veracruz; y el portavoz de Innovación en el Congreso, Miguel Ángel Cortizo. 

Precisamente, Rubalcaba se ha comprometido en un comentario en Facebook a que en la próxima legislatura, cuando cambie la mayoría parlamentaria, asumirá el compromiso por la Ciencia firmado este jueves por todos los grupos de la oposición.

Asimismo, han firmado el documento el portavoz de la Izquierda Plural en el Congreso y coordinador de IU, Cayo Lara; la líder de UPyD, Rosa Díez; el portavoz económico del PNV en el Congreso, Pedro Azpiazu; el diputado de Amaiur, Rafael Larreina; el de ERC, Joan Tardà; la parlamentaria del BNG, Olaia Fernández Davila; el de Coalición Canaria-Nueva Canarias, Pedro Quevedo; el diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví. Aunque no han estado presentes en el acto sí suscriben el texto CiU y Geroa Bai, según confirmaron a Europa Press en fuentes parlamentarias.

Igualmente se ha contado con la presencia de Juan Luis Arsuaga, Antonio García-Bellido y Amable Liñán, todos ellos Premios Príncipe de Asturias, y de Jesús Ávila, Mateo Valero, Juan Luis Vázquez y Antonio Córdoba Barba, Premios Nacionales de Investigación.

Por su parte, el portavoz de I+D+i del PP en el Congreso, Alejandro Fernández, comparte el espíritu del acuerdo alcanzado por la mayoría de la oposición parlamentaria, rectores y científicos en el Congreso por el futuro de la Ciencia, aunque no puede asumir el compromiso presupuestario "por el momento".

No al tope en la tasa de reposición

Arsuaga ha leído un texto de Ramón y Cajal en 1934 en favor de invertir en ciencia en su época para alcanzar un desarrollo económico, mientras que el presidente de la COSCE, Carlos Andradas, ha leído el texto impulsado que pide también la supresión de los actuales límites de la tasa de reposición de empleo público en el sector de I+D, que permita la incorporación de nuevos recursos humanos de acuerdo con las necesidades reales del sistema de I+D+i y a su convergencia con Europa en el número de personal de investigación por habitante.

Igualmente, el texto suscribe el establecimiento de un compromiso plurianual que garantice la normalización y el cumplimiento de todas las actuaciones previstas en los Planes Estatales de Investigación, tanto en lo relativo a los plazos de sus convocatorias como en la resolución de las mismas. Además, solicita la creación de la Agencia Estatal de Investigación prevista en la Ley de la Ciencia de 2011, que mediante el contrato programa y los presupuestos plurianuales correspondientes tenga la encomienda de gestión de los Planes Estatales de Investigación, con criterios estrictamente científicos y la autonomía necesaria para ello, con el consiguiente control parlamentario.

La presencia de los recortes

Asimismo, han acudido los rectores José María Sanz, de la Universidad Autónoma de Madrid; José Carrillo, de la Universidad Complutense de Madrid; Antonio Cobacho, de la Universidad de Murcia, entre otros, encabezados por el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, que han representado a la CRUE.

El presidente de los rectores ha pedido a los responsables en la tomas de decisiones que incluyan acciones de crecimiento y fortalecimiento en I+D+i como las que se proponen en el acuerdo suscrito. Al mismo tiempo ha subrayado que la actividad investigadora de calidad sólo es posible si se invierte adecuadamente en ella, fundamentalmente en recursos humanos.

También han asistido el presidente del Foro de Empresas Innovadoras, Francisco Marín, así como José Manuel Fernández, de la Federación de Jóvenes Investigadores (FJI) y Amaya Moro-Martín, de la Plataforma por una Investigación Digna. CCOO y UGT han estado representados por Ignacio Fernández Toxo y Antonio Ferrer, respectivamente.

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jueves, 19 de diciembre de 2013

Acuerdo parlamentario por la Investigación, el Desarrollo y la Innovación (Colectivo Carta por la Ciencia)

Emilio Criado nos envía este correo:

Estimados compañeros
Os remitimos información sobre la firma, mañana día 19 en el Parlamento del Acuerdo Parlamentario  sobre I+d+i, que será suscrito por todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP.

El acuerdo recoge las reivindicaciones elaboradas  por el Colectivo Carta por la Ciencia que desde hace dos años viene  movilizando a los  trabajadores de la  investigación en contra de la política de recortes que han llevado al sistema público de investigación  y a su personal al borde del colapso. A  esas movilizaciones que arrancaron en octubre de 2012, se han ido uniendo otros colectivos, entre todos se ha conseguido llevar a la opinión pública y a los medios de comunicación la imperiosa necesidad de convertir la investigación en la base de un nuevo modelo productivo y el papel clave que tiene que asumir el sector público.


Acuerdo parlamentario por la Investigación, el desarrollo
y la innovación
Un compromiso histórico por el futuro
Este jueves, 19 de diciembre, a las 13.00h. en sede parlamentaria (Carrera de San Jerónimo 40, planta 1), los máximos responsables de la práctica totalidad de los grupos de la cámara firmarán un acuerdo por la investigación, el desarrollo y la innovación.
Dicho acuerdo recoge el sentir ampliamente mayoritario de la comunidad científica y atiende a las propuestas del colectivo Carta por la Ciencia en torno a cuatro ejes principales: la financiación, los recursos humanos, la normalización de las convocatorias y la creación de la agencia estatal.
A este acto también asistirán diversos representantes de la comunidad científica incluidos varios premios Príncipe de Asturias, premios nacionales de investigación, presidentes de sociedades científicas, rectores de distintas universidades, representantes de jóvenes investigadores y los secretarios generales de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.
Colectivo Carta por la Ciencia

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