Caridad García respalda la reprobación de Wert en el Congreso y destaca que el ministro "ha conseguido lo que nadie antes" que toda la comunidad educativa "se posicione en su contra"
"Señorías, no hace mucho tiempo, en el debate de Presupuestos, desde esta misma tribuna manifesté que, conforme a los criterios establecidos por el ministerio en la futura ley, no era lógico que un ministro que ha suspendido de manera reiterada ante la ciudadanía se mantuviera en el cargo. Hoy, para desgracia de todos los diputados y diputadas que estamos aquí, el ‘ministro valiente’ no lo ha sido tanto y no ha querido venir a escuchar lo que los grupos parlamentarios le tenían que decir respecto a la reprobación presentada.
El ministro dijo en el pasado Pleno que él ‘no podía gustar a todo el mundo’ y es verdad, tiene toda la razón. Concretamente, a esta diputada que les habla y a su grupo, al cual representa, no nos gusta nada el señor ministro. Nos parece el ministro de Educación más nefasto que ha tenido nuestra democracia, y miren ustedes que ha habido ministros que se merecían también el calificativo.
Es lógico que tampoco nosotros y nosotras le gustemos al señor ministro; nuestras políticas en cualquier campo son totalmente contrarias a las suyas. Mientras nosotros y nosotras defendemos el papel del Estado, ustedes, señorías del Partido Popular y su Gobierno, lo destruyen dejando que sean los mercados los que gestionen la vida de la ciudadanía, lo que nos lleva a que la brecha social sea cada vez más profunda y la pobreza y la exclusión se abran paso con más rapidez entre los ciudadanos y las ciudadanas. Esto es, sin duda, muy importante; quizá lo más importante.
Pero, centrándome en la gestión del señor ministro, ha conseguido algo que parece ser que no ha conseguido nadie antes, al menos que yo tenga conocimiento, ha conseguido que padres, madres, estudiantes, docentes, sindicatos y, por último, los propios rectores de las universidades públicas se posicionen en su contra. Es un éxito, sin duda, de la oposición, no del Gobierno. No digamos ya la indignación creciente que se está produciendo en el campo de la cultura con las medidas que ustedes están tomando en cuanto al IVA o los recortes en la inversión.
El señor ministro y ustedes también, señorías del Partido Popular y el conjunto del Gobierno, están llevando al Ministerio de Educación al suicidio y, con ello, a la desesperación de miles de trabajadores y trabajadoras del mundo de la Educación y la Cultura.
Ustedes siguen intentando defender con escaso éxito externo e interno una ley de educación que, permítanme que les diga, más allá del presidente del Gobierno y su vicepresidenta -el resto de los ministros no se han pronunciado-, no se creen. El resto no se creen -ni siquiera dentro de sus propias filas- que esta ley sea un futuro para el sistema educativo en este país. Es más, dentro de sus propias administraciones allí donde gobiernan ya hay una cierta preocupación porque se pueda intentar implantar la misma.
El señor Wert dice y se desdice en cuestión de nanosegundos. Sale a los medios y se olvida de que es ministro para convertirse una vez más en tertuliano, que era su profesión anterior. Mire usted, señor ministro -aunque no esté aquí se lo voy a decir como si estuviera-, si un tertuliano o tertuliana dice una barbaridad, y se dicen unas cuantas a lo largo del día, no pasa nada; si las dice un ministro -como es su caso-, señor ministro ausente, lo dicho tiene calado y no basta luego con arrepentirse o desdecirse, el daño ya está hecho.
Por cierto, señor Wert ausente, no se quiera usted convertir en otro personaje más. Entiendo perfectamente que el otro día, cuando le comparaban a usted con el doctor Jekyll y mister Hyde, se sintiera usted a disgusto; pero es que usted sale y, con todos los medios a su alrededor, se convierte en ‘Wert de la jungla’ al considerar que esto es una jungla y usted carecía de machete.
Señor ministro ausente, y señorías del Partido Popular presentes, ustedes no tienen un machete para destrozar la selva, no lo requieren. ¡Si ustedes han comprado una segadora de gran tamaño refrendada por el artículo 135 de la Constitución, que está segando la inversión pública y acabando con el sistema público de educación! Ustedes han recortado y siguen haciéndolo en programas absolutamente necesarios para la equidad del sistema.
Les voy a poner sólo un ejemplo porque no tengo tiempo para más. Han eliminado el PROA, las clases de refuerzo para alumnos y alumnas con problemas de exclusión y, sin embargo, en comunidades autónomas están ustedes contratando a empresas privadas que no sabemos ni qué méritos tienen ni cómo gestionan para hacer una cosa de tanta importancia.
El señor ministro no se ha peleado nada con Hacienda, nada; es más, han tenido que ser los estudiantes de Erasmus los que se peleen con Hacienda para que Hacienda reconvierta su posición y también la del señor ministro. El señor ministro es el ministro de la privada y de los sectores más retrógrados de la Iglesia, ahí sí que se mantienen buenas relaciones, ahí sí que tienen ustedes apoyo; en el resto de la ciudadanía nada, cero, nadie.
Ustedes no quieren formar personas de manera integral y crítica; ustedes quieren formar ‘robots’ con capacidad para competir y no para cuestionar. Ustedes quieren mano de obra barata y sumisa; quieren lo que codician los poderes fácticos, financieros y empresariales, ahí de nuevo sí tienen ustedes apoyo, en otros sitios nadie.
Voy a terminar con algo que decía Ferrer Guardia, que el objetivo esencial de la escuela era educar a la clase trabajadora de una manera racionalista, secular y no coercitiva. Ustedes -como he manifestado antes- se han decantado por todo lo contrario; una educación basada en el nacional-catolicismo, en la irracionalidad y en la represión.
Señorías, si el Grupo Popular y el Gobierno no quieren cesar o que el ministro cese, no tenemos ningún problema en ayudarles, váyanse todos ustedes y convoquen elecciones anticipadas."
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