- La nueva ley de educación ha sido aprobada con 182 votos del PP, la abstención de UPN y los 143 votos en contra del resto de grupos
- La oposición ha reiterado su compromiso de derogarla en cuanto sea posible y ha pedido la dimisión de José Ignacio Wert
- El PP ha rechazado con su mayoría parlamentaria una solicitud de reprobación del ministro, pero Wert asistió al debate en soledad, sin el apoyo de ningún ministro del Gobierno
Fue un debate previsible, en el que el PP y el resto de grupos volvieron a defender con argumentos repetidos posiciones irreconciliables. La LOMCE nace no ya sin consenso, sino evidenciando la soledad con la que el Gobierno encara la reforma con más peso ideológico de sus dos años de gestión, y con la que materializa parte de un programa electoral que en el ecuador de la legislatura se acusa a Mariano Rajoy de haber olvidado. La nueva Ley Orgánica de Educación fue aprobada con la mayoría parlamentaria del PP, la abstención de UPN (la 'marca' popular en Navarra) y con los votos en contra de todo el resto de grupos de la oposición, que han reiterado su compromiso de derogarla en cuanto el PP pierda su mayoría absoluta.
José Ignacio Wert ha conseguido su principal objetivo pero a un alto coste. El de ser el el ministro peor valorado del Gobierno, a tal punto que en el mismo día en el que su ley sale adelante sin apoyos, prácticamente todos los partidos menos el suyo reprueban oficialmente su gestión. De hecho, Wert estuvo solo en su escaño, sin la compañía de ningún ministro del Gobierno.
Tras el debate, Wert agradeció a todos los grupos el trabajo y las aportaciones "que enriquecen y mejoran el texto" entre miradas de asombro y gestos de incredulidad. En su trámite parlamentario se presentaron 19 enmiendas a la totalidad y más de 1.500 enmiendas parciales, de las cuales, en palabras del diputado socialista Jaime Bedera "sólo se admitió un número testimonial", y la mayor parte de ellas a propuesta del PP.
Bedera auguró problemas de aplicación para la recién nacida ley. Y enumeró alguna de las dudas que se ciernen sobre ella. El de la financiación ("no tiene los créditos para ponerla en marcha y las comunidades no tienen dinero", aseguró), el técnico ("necesita más de 20 reales decretos, más los de las comunidades, más la elaboración de los libros, más las complicaciones administrativas...") para acabar en el político: el compromiso de derogación. "Aconsejo a que no desperdicien tiempos ni recursos para una ley que está muerta antes de llegar al BOE", concluyó Bedera. A la oposición política se suma la autonómica. Varias CCAA han anunciado ya su intención de llevar la ley ante el Tribunal Constitucional porque entienden que vulnera sus competencias.
Wert recibió críticas hasta en verso
Sin el más mínimo apoyo parlamentario, el PP ha recurrido una vez más al de las urnas. La popular María Jesús Moro apeló a los casi 11 millones de votantes que otorgan legitimidad a la acción del Gobierno. Y justificó la falta de acuerdo con el argumento de que "para lograr consenso alguien tiene que ceder un poco" y "no para volver al punto de partida o el inmovilismo". El PP sostuvo que la LOMCE "respeta en forma relevante la LOE (la ley vigente) y criticó el cinismo del PSOE al hablar de la privatizaición de la educación cuando fue el gobierno socialista el que "inventó y alimentó" los conciertos. "¿Hoy descubren que no les gusta?", ironizó.
Wert, fiel a su estilo provocador, no pudo renunciar a generar polémica con sus palabras. Tras las varias críticas a la influencia de la Conferencia Episcopal en el texto y la creciente importancia que da la LOMCE a la asignatura de Relligión, el ministro soltó: "Espero que no se malinterprete que haga aquí una cita bíblica. Hay un tiempo de destruir y uno de construir. Espero que hoy haya acabado aquí el tiempo de destruir y nos concentremos todos en construir".
El resto del debate fue una colección de duras palabras hacia el ministro Wert, su gestión y su ley, sin siquiera expresiones amables por parte de UPyD y UPN, que se habían mostrado más cercanos a la posición del Gobierno. Carlos Martínez Gorriarán (UPyD) llegó a describir la LOMCE como "LOE más catequismo". Calición Canaria (ahora en el Grupo Mixto), que apoyó la LOCE de José María Aznar, destacó las "extrañas unanimidades" suscitadas por la ley.
Maite Ariztegui, de Amaiur (Grupo Mixto) acusó a Wert de estar "completamente aislado, tras el muro que le separa de la comunidad educativa. Estoy convencida que el inusitado consenso políticos y social del rechazo a esta ley provocará estudios sociológicos". La diputada protagonizó quizá el único momento curioso del debate. "Se lo hemos dicho de mil maneras y aprovechando los segundos que me quedan se lo voy a decir en verso", anunció. Y se puso a cantar desde la tribuna entonando una melodía popular vasca. La vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, le pidió entre risas que tradujera aquella canción. Pero hubo que esperar a los pasillos para el 'doblaje': "Estamos construyendo nuestra poca educación en euskal herria. No permitiremos que la LOMCE entre en nuestras aulas".
El País Vasco es una de las comunidades donde ha habido o están convocadas para hoy concentraciones en protesta por la aprobación de la ley. La Plataforma por la Escuela Pública (que reúne a asociaciones de padres y sindicatos de estudiantes y profesores) ha organizado para el sábado una gran manifestacion en el centro de Madrid, para la que incluso han fletado autobuses desde distintas ciudades españolas.
Isabel Sánchez Robles (EAJ-PNV) recordó a Wert su promesa de que renunciaría a su cargo si se apreciaba inconstitucionalidad en la LOMCE. "Vaya redactando su carta de dimisión y no espere al Constitucional", recomendó. Los pedidos de dimisión se multiplicaron casi por el número de intervenciones, con enunciados tan duros como el "no nos avergüence más" de Jaime Bedera.
Igualdad y Educación se acuerdan de la violencia de género
En medio del consabido rifirrafe del Pleno, por los pasillos del Congreso circulaba la información de que los ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el de Educación están estudiando la manera de incluir los contenidos sobre igualdad y prevención de la violencia de género que los niños estudiaban en la asignatura Educación para la Ciudadanía, que desaparece tras la aprobación de la LOMCE. Entre las opciones que barajan está la de incluirlos en la asignatura alternativa a Religión, la de Valores Cívicos, que de momento está vacía de contenido. También se estudia impartir los contenidos de igualdad de forma transversal, incorporando en determinadas asignaturas el enfoque de género.
El Congreso pidió al Gobierno el pasado martes, por unanimidad, un plan integral para abordar la violencia machista en la juventud, en colaboración con las comunidades autónomas y la Federación Española de Municipios y Provincias, que incida en la formación en igualdad de género desde las aulas. El texto acordado reclama incorporar programas de formación específica al profesorado de los colegios para detectar los posibles casos de violencia machista e incluir la perspectiva de género en las diferentes áreas educativas.
Sin embargo, estos cambios deberán incorporarse en el desarrollo reglamentario de la ley posterior a su aprobación, porque en el periodo de presentación de enmiendas el tema no se incorporó al texto. Así que, de momento, la ley nace sin los contenidos que incluía la denostada Educación para la Ciudadanía y que ahora Educación e Igualdad encuentran fundamental.
La Lomce consigue luz verde en el Congreso gracias a la mayoría absoluta de los conservadores y la abstención de UPN. La oposición, que lamenta que el texto se haya "empeorado" durante su tramitación, se declara "insumisa" a la ley
Solo. Con poco más de una treintena de diputados conservadores escuchando desde la bancada derecha del hemiciclo. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, acudió hoy al Congreso para ver, en directo, la aprobación definitiva de la reforma educativa, de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce), de su ley, la ley Wert. Pero, aunque el texto consiguió el apoyo de la mayoría de la Cámara en la votación [182 votos a favor, frente a 143 en contra -de toda la oposición a excepción del diputado socialista por Balears Pablo Martín Peré, que se abstuvo (por error), y la anunciada abstención, también, de UPN], al debate previo no acudieron ni los suyos. Aunque el titular de la cartera del ramo insiste en decir que se siente respaldado por el Gobierno, ni un solo ministro estuvo ahí para apoyarle hasta que llegó la hora de votar. Una prueba de que la ley "no gusta a nadie", como critica la oposición, que hoy ha intentado hacérselo entender a Wert hasta cantando.
La diputada de Amaiur Maite Aristegui entonó unos versos en euskera, pero fue interrumpida rápidamente por Celia Villalobos, que sustituyó momentáneamente a Jesús Posada en la presidencia del Congreso. Y es que las performance se han hecho habituales en los debates parlamentarios de esta ley. La última vez que el texto pasó por el Congreso, fue también el diputado de Amaiur Mikel Errekondo quien emuló la "vuelta a las aulas franquistas" sujetando dos libros con los brazos en cruz.
Al margen de los momentos de ironía, los diputados de la oposición aceptaron el destino de la ley, su aprobación definitiva gracias al rodillo del PP, "con la soledad del PP", pero no se resignaron sin anunciar más luchas y ratificaron su compromiso de derogarla en cuanto cambie la mayoría parlamentaria. "No acataremos", insistieron Joan Tardà (ERC), Martì Barberá (CiU) y Aristegui,entre otros. "Fíjese, que hasta un Gobierno de centro derecha [el de CiU, en Catalunya] ya ha dicho que no se iba a aplicar; imagínese si gobernáramos los republicanos", le pidió Tardà a Wert, a quien pidió que, como en las aulas de antaño, escribiera mil veces: "No evangelizaré a los alumnos, no castigaré al profesorado". El diputado catalán incidió en el ataque a la inmersión lingüística previsto en la Lomce y auguró el olvido del ministro: "Igual que enterramos a Aznar, enterraremos su ley y a usted; nadie le recordará", sentenció.
"Esta ley no nos vale, nos es extraña, supone volver 40 años atrás y va en contra de nuestra soberanía, nuestra identidad y nuestra lengua; es una bomba en el corazón de Euskal Herria", enunció Aristegui. "No la acataremos", anunció. Isabel Sánchez Robles, del PNV, también recordó "la poco probable aplicación de la norma". "El Gobierno vasco la recurrirá ante el Tribunal Constitucional", adelantó, para pedir al ministro que "vaya adelantando su carta dimisión", ya que recientemente se comprometió, en una entrevista con ABC, a dejar el cargo si se demuestran principios de inconstitucionalidad en su ley. "Como grupo, también nos declaramos insumisos a su ley", sentenció también Caridad García, portavoz Izquierda Plural, que insinuó que Wert no era tan "valiente" como dice el presidente, Mariano Rajoy, ya que ayer no acudió al debate sobre su reprobación. Una petición de cese justificada, según Barberà, porque "Wert da una imagen de España de charanga y pandereta", dijo, haciendo alusión a algunas de las declaraciones más polémicas del ministro. Su reprobación fue rechazada hoy por 179 votos en contra, 136 a favor y seis abstenciones. En esta votación, la anécdota la protagonizó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que pulsó el botón incorrecto y votó para echar a Wert.
Todos recordaron que se trata de una normativa que nace "sin consenso" y teniendo en frente a toda la comunidad educativa. Además, los grupos de la oposición criticaron el "empeoramiento" que ha sufrido el texto durante su trámite parlamentario. "Estamos mucho peor que al principio; cuando creíamos que era imposible empeorarla, vuelve del Senado atacando aún más la Educación pública, universal y de calidad", resumió Rosana Pérez, del BNG. "Se aparta de la laicidad que propugna la Constitución, quita competencias a las Comunidades Autonómas y recentraliza, respondiendo a su anunciada intención de 'españolizar a los alumnos'", denunció.
"La ley desoye al Consejo de Estado en la enmienda aprobada para que los centros educativos que segregan por sexos no tengan que justificar ese modelo educativo para optar a los conciertos", detalló también Uxue Barkos (Geroa Bai), que criticó "la sordera ministerial" al respecto. Joan Baldoví (Compromís),por su parte, definió a Wert como alguien que "circula en dirección contraria". "Una ley que debía nacer con consenso, nace con un defecto congénito, lleva en sus entrañas un monstruo deforme, la maldición de Frankestein; es el patito feo", ejemplificó. "No gusta a nadie, ni a la comunidad educativa y ni siquiera a los obispos, que querían más", aclaró. Y concluyó: "Creo que ya no le gusta ni a sí mismo".
"¿A quién corresponde la paternidad intelectual de la ley?", preguntó, por su parte, Enrique Álvarez Sostres. Su partido, Foro Asturias, que se abstuvo en la primera votación de la Lomce en el Congreso, hoy ha votado en contra de la misma. "Es una ocasión histórica desaprovechada porque el sistema educativo debe ser revisado, pero no así", criticó. "¿De quién es esta ley que nace con el germen de la derogación inmediata?", continuó cuestionando. Y se respondió: "No es del PP, porque no responde al programa político del partido; no es de la izquierda, no es nacionalista, no es de sindicatos y no es de profesores -porque no se ocupa de ellos-; y no es del Gobierno, porque no responde al discurso de investidura del presidente del Gobierno".
Con esta decisión, Wert se ha quedado aun más solo que antes. Ya sólo le apoya (y poco) UPN -que se abstuvo en la votación-, que impulsó dos de las enmiendas más polémicas: las relacionadas con el blindaje de los centros concertados que segregan por sexo. Desde UPyD, Martínez Gorriarán insistió en que no apoyó la reprobación del ministro porque "Wert ni quiere despedir a todos los profesores ni comerse a los niños crudos", pero no apoya la Lomce porque "da más poder a las comunidades", aseguró. Por su parte, el diputado navarro Carlos Salvador negó que las citadas enmiendas supusieran el "sectarismo" del sistema y, respecto al conjunto de la Lomce tampoco la criticó: "Dejaremos que sea la Historia la que juzgue el esfuerzo por construir un futuro mejor".
La prevención de la violencia de género, en peligro
Precisamente, la enmienda sobre los colegios concertados fue objeto de duras críticas por parte de IU y PSOE. Porque, recuerdan, la medida está lejos de fomentar la igualdad entre hombres y mujeres; una asignatura pendiente en la reforma educativa desde que Wert decidió eliminar Educación para la Ciudadanía. "Esta medida sólo la aprueban los sectores más retrógrados de la comunidad educativa; desoye las recomendaciones de la Unesco al respecto y tendrá consecuencias para el desarrollo de la igualdad y, por tanto, de prevención de la violencia de género", lamentó Caridad García. "Las mujeres [del PP] deberían pedir su retirada porque no vale hablar de violencia de género un día", añadió.
Mario Bedera, portavoz del PSOE en la Comisión de Educación del Congreso, ironizó sobre una noticia publicada hoy en la Cadena Ser: "Mato quiere incorporar en la Lomce la lucha contra la violencia de género. A buenas horas mangas verdes". En la misma línea se expresó también la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, en una entrevista concedida a Público recientemente. Los portavoces del Ministerio de Educación, por su parte, aseguraron a la prensa en los pasillos del Congreso que los temas de igualdad estarán garantizados en el desarrollo de los contenidos curriculares de cada materi. La prevención contra la violencia de género, desarrollada, dicen, "de forma transversal".
En general, la Lomce es, para Bedera, "una mala ley que no se va a poder aplicar mientras el personal docente no se sienta identificado con ella". Además, recordó, "será inaplicable porque tiene errores de bulto, como la desaparición de la asignatura de Filosofía obligatoria, y por razones económicas, ya que no tiene los fondos de los que depende para poder implantarla y las Comunidades tampoco tiene dinero", recordó.
Pese a todo y, como es lógico, Wert también mantiene el apoyo del grupo parlamentario mayoritario, el PP, cuya portavoz hoy en este debate, María Jesús Moro, defendió que la Lomce es una reforma de la ley actual (la LOE) que introduce, además, "entusiasmo, innovación, progreso, futuro; no inmovilismo". Además, repitió las palabras de la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, asegurando que la reforma nace para "mejorar el sistema" y que todas sus medidas están "avaladas por los casi 11 millones de votos que recibió el Partido Popular".
Wert, por su parte, quiso ser breve hoy. En "la tercera ocasión que la Lomce pasa por la Cámara", agradeció "la interlocución de la portavoz del Grupo Popular" y defendió que "todas las enmiendas han mejorado el texto". Por último, llamó al consenso tras la aprobación de la que será la séptima ley educativa de la democracia: "Espero que haya terminado el tiempo de destruir y empecemos todos el tiempo de construir", concluyó. ¿Aplausos? Sí. Los de la bancada conservadora y, desde la tribuna, los de la número dos del Ministerio y su equipo de comunicación.
También fue breve, después, ante la prensa. Tras las votaciones, Wert compareció para defender su recién aprobada ley y anunciar sus pasos a seguir. Ahora buscará el consenso, dice el ministro, y "en cuanto vuelva al despacho" llamará a los consejeros de Educación de las comunidades para desarrollar "juntos" la nueva legislación. No admitió preguntas de los medios.
Saénz de Santamaría votó, por error, a favor de reprobar al ministro
EUROPA PRESS
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha protagonizado la anécdota de la jornada parlamentaria en el Congreso al votar por error a favor de la petición del PSOE de reprobar la gestión del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, una iniciativa a la que el resto del Grupo Popular y UPN han votado en contra.
Se trata de la segunda vez que el PSOE solicita a la Cámara censurar la gestión de Wert al frente del Ministerio de Educación, una iniciativa que ha vuelto a ser rechazada por la mayoría absoluta del PP en el arco parlamentario, como ya sucediera hace un año. Entre otros puntos la oposición pedía su reprobación por la tramitación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), así como por la reciente polémica de las Erasmus, o los recortes emprendidos en las becas.
Al margen del error de la vicepresidenta, la votación se ha saldado con el voto en contra del PP y de UPN; la abstención de UPyD y Foro de Asturias; mientras que CiU, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, ERC y BNG han apoyado al PSOE en su censura.
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