Díaz-Ayuso relaciona
Cuelgamuros con iconoclasias del pasado
La mención de hechos que tanto
juego publicitario dieron a quienes se levantaron contra la II República solo tiene interés
electoral.
Los tiempos preelectorales son
propicios a todo tipo de invenciones. En el afán de saldar cuentas con oponentes,
erigirse en campeón de las sombras propicia que los votantes no analicen qué
esté pasando mientras reviven estereotipos de cuando el pasado tenía quien lo
contara en exclusiva. No se olvide que la Enciclopedia
Álvarez entre 1954 y 1966 y, antes, aquella Historia de España contada
con sencillez, de José María Pemán, o ,
igualmente, el Manual de Historia de
España, del Instituto de España, en 1939,
fueron de obligada lectura para varias generaciones. Tampoco se ha de omitir que
las explicaciones de Historia española distan de ser igualmente razonables en
todos los centros educativos, como ha mostrado un análisis de 2016 aquí citado
otras veces: El bulldozer negro del general Franco.
Aquellos libros, de tan prolífica difusión antes de la LGE en 1970, todavía siguen
siendo objeto de culto en librerías
diversas.
El
texto
La mención a imprecisos incendios
de iglesias, conventos y similares, lo banaliza todo., no solo la Historia sino
también los proyectos de arreglo de problemas urgentes de la vida política. No
es notoria la existencia de grupúsculos empeñados en repetir las fórmulas de pelea
incivil de las guerras carlistas, que ocuparon a los españoles durante más de
15 años del siglo XIX y alcanzaron a repetirse hasta 1936-39. Las estadísticas
sobre prácticas religiosas indican la poca pasión que suscitan ese tipo de
asuntos, y cómo crece el proceso de secularización frente a las obsesiones del
nacionalcatolicismo.
Esta situación, sin embargo, no gusta a grupos ultras de distintas
configuraciones pero de credo similar, para los que, pese a lo postizo que
pueda ser, el discurso sobre aquel pasado conflictivo y goyesco les sigue
siendo rentable. En este plano es en el que se ha movido la Sra. Díaz-Ayuso. Plenamente
consciente de lo que decía el pasado día tres de octubre en la Asamblea de Madrid, se
la vio leyendo para no trafucarse en lo
que dijo; no fuera a desagradar a sus socios de Gobierno. No mencionó, sin
embargo, el desvalijamiento de patrimonio cultural de que han sido objeto esos
espacios religiosos –por robo, malversación y descuido intencionado- en los
años de postguerra, y no precisamente a mano de quienes, en un lapsus freudiano,
relacionó la presidenta madrileña en su
aparición pública el pasado día tres.
Técnicamente hablando, la gran
aportación “histórica” de Isabel Díaz-Ayuso en esa fecha ha consistido en dejar
bien documentada la complacencia de la Sra. Monasterio cuando asoció lo que los
jueces del Supremo acababan de dirimir respecto a Cuelgamuros, con los
responsables de uno los episodios que más dañaron el prestigio de la IIª
República hace 88 años. Con tanto salto en el tiempo, ni le importa lo ocurrido entretanto, ni que
lo realmente acontecido entre el 10 y el 12 de mayo de 1931 haya tenido interpretaciones
contrarias. Confundiendo el post quem
con el propter quem, su lección de
Historia ha omitido que tengan consistencia las que apunten a una reacción provocada
en círculos monárquicos contra la recién proclamada II República; y ha obviado,
asimismo, que la Presidencia de aquel Gobierno provisional la detentara un
católico como Niceto Alcalá Zamora y que el responsable de Gobernación fuera un
liberal moderado como Miguel Maura.
Acomodándose bien a sus
prejuicios sobre “rojos”, Díaz-Ayuso se dejjó llevar por el afán de epatar
confundiendo. Como si aquellos luctuosos acontecimientos, a casi un mes del
14.04.1931 implicaran que, per se, la
República fuera culpable. O como si explicaran que la “Cruzada” de Franco y sus
compinches –muchos de ellos gente de iglesia-
fuera justa u obligada. Con tales sofismas como bandera puede explicarse que
haya hecho carrera en un partido que tiene sub
judice importantes causas de corrupción. Pero por menos –como plagiar un texto
académico-, su directora general de Educación Concertada ha visto
truncado su currículo. Tal vez podría
disculparse que, a título personal, Díaz-Ayuso valorara tanto a Franco que entendiera que con él se habría acabado la Historia y
que sin él no haya futuro. Pero, aparte
de mendaz, esta beatífica teoría es impresentable
en quien pretenda representar a una sociedad plural como la madrileña.
El
contexto
El “triunfo”, la “victoria” y
los revisionismos torpes a los que la duda, predicción y desconfianza de esta
señora se adhiere, expresan que llena sus carencias políticas con compromisos ciegos. Después de 88 años, y sin
cuidado alguno por sostener al menos una mínima equidistancia respecto a lo
acontecido –lo que ya indicaría dificultad para limpiarse de prepotencia-, este
género de discurso es de pésima pedagogía.
Cuando la conciencia y lealtad democrática no alcanza al relato, inútil
es alardear de diálogo, hermandad y similares.
Si no hay justicia en lo que se
quiere compartir, y solo se anhela que la ignorancia prosiga en bronca y camorra, no hay Historia. Quiéralo Díaz-Ayuso o no, es
necesaria alguna Ley de Memoria
Histórica que repare injusticias sufridas por los víctimas en aquella contienda
o en acontecimientos similares como ha demandado la ONU. Y por mejorable que
pueda ser la de 2007, su artículo uno es bien fácil de entender: “reconocer y
ampliar derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia, por
razones políticas, ideológicas, o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y la Dictadura”.
Nada se gana con promover el
negacionismo de miles de damnificados. A la pérdida de tiempo, la extravagante
mención de la presidenta madrileña a la quema de iglesias añade servilismo a
las obsesiones de VOX, de similar desvergüenza a la de Ortega Smith mentando a las 13 Rosas. Los ciudadanos votantes tienen perfecto derecho a repudiar a quien se
mete en ese triste jardín de manera tan deshonesta.
TEMAS:
Memoria histórica. Historia actual de España. Lealtad democrática. Pedagogía
política. Educación social.
Manuel
Menor Currás
Madrid, 05/10/2019
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