domingo, 8 de julio de 2018

5-9-2018: Asamblea de la Plataforma para la defensa de la Educación Pública Arganzuela-Lavapiés (17:30 h, en Espacio Vecinal Arganzuela. Plaza de Legazpi, 7)

!Buenas noches!:

Os enviamos el cartel, arriba, citado y os pedimos reservéis esa fecha en vuestras agendas, para asistir a la reunión.

Os deseamos felices vacaciones.

PLATAFORMA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE ARGANZUELA-LAVAPIES


1 comentario:

  1. VERGONZOSO TRATO AL ESTUDIANTE EN E.O.I. EMBAJADORES.
    EDUCACIÓN PÚBLICA, DE ELLOS, PARA ELLOS.
    Comentario de opinión en Google sobre esta E.O.I.: "¡No he visto gente más mal educada en mi vida! Lo primero te las ves y te las deseas hasta que te cogen el teléfono. Cuando por fin me lo cogen, les planteo mi duda (una simple fecha) y su respuesta es "está todo en la página web". Le digo que en la web no lo encuentro y me vuelve a responder con el peor de los tonos "pues ahí está". Y coge y me cuelga. Que haya gente en paro y luego otras personas así atendiendo a los alumnos da mucha pena..."
    Resume muy bien la realidad de esta escuela, donde se insta en todo momento a mirar la web, olvidando el deber de información al alumnado.
    En la web anunciaban hace días que las clases comenzaban los días 17 y 18 de septiembre.
    Cambiaron el aviso días después, pero hay alumnos que no se enteraron. No todo el mundo tiene Internet a mano ni por qué comprobar tres veces algo que está anunciado sólo unos pocos días antes del comienzo de las clases. Y esos cambios, cuando se realizan con tan poco margen, se suelen acompañar de un: DISCULPEN LAS MOLESTIAS.
    Aquí no: ponen un cartel en un folio blanco, ni siquiera de colores llamativos, en unos tablones de anuncios llenos de avisos, en la calle, y ya han cumplido. Salvo que se disponga de un cuarto de hora extra al llegar, no es cuestión de ponerse a leer todo lo que tienen colgado cuando se va a clase, y hay que ser muy poco inteligente para no darse cuenta de que ése no es el sitio adecuado para ponerlo, sino en la misma puerta de entrada y en colores llamativos, junto al indispensable DISCULPEN LAS MOLESTIAS.
    Por supuesto, la gente pasa yendo a clase: en la entrada, un bulldog de malas maneras, con cara de asco y aspavientos, informa de mala gana de que el comienzo de las clases no es el 17 ni el 18. Pero, ni por asomo, se piden disculpas a las personas que han tenido que desplazarse hasta allí para nada, porque la mala organización de la escuela ha cambiado de planes sólo unos días antes. Al contrario, se les trata de inútiles y se les dice que lo tienen puesto en la calle, con las mismas malas maneras del recibimiento y se les echa del edificio.
    Así que ya sabe: si llama, le dirán que lo tiene en la web y no le atenderán, y si lo mira en la web y va, le dirán que lo tiene en la entrada. Siempre será problema de usted, no responsabilidad de ellos.
    Cabe preguntarse si esas malas maneras también las tendrán estos empleados con los responsables de dichos cambios de calendario, o si, por el contrario, con ellos no demuestran tantas agallas y la falta de educación se reserva exclusivamente para el alumnado.
    En la calle apiñados otros alumnos, o aspirantes a alumnos, a los que se niega la entrada al edificio, siendo horario de atención al público.

    Esa es la realidad del trato que recibe el alumnado adulto de los empleados de la educación pública cuyos sueldos justifican (con su demanda de clases) y pagan (con sus impuestos y su matrícula). Se les trata como a basura.
    Salvo cuando llega la hora de la mani. Entonces sí: lo solidarios que son todos, lo preocupadísimos que están por sus estudiantes y por la educación, el apoyo que necesitan y agradecen, el "hacemos huelga por vosotros, por vuestros derechos..." Bla, bla, bla...
    La ficción de las grandes palabras no se ajusta con la realidad de los pequeños hechos del día a día. Los alumnos importamos un bledo a los de arriba y a los de abajo. No se nos tiene ni lo mínimo ante cualquier ser humano: respeto. Aquí para unos sólo importa recortar para cuadrar las cuentas ante Bruselas y a otros que no les aumenten la carga de trabajo, ni les reduzcan el sueldo y las prebendas. Y el alumno, en la calle, que estorba.

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