El Parlamento de Baleares, gracias al voto mayoritario de los diputados del PP, ha refrendado este martes el nuevo decreto sobre trilingüismoque mantiene a los profesores en huelga y ha impedido un inicio normal del curso escolar. El presidente, José Ramón Bauzá, ha impuesto la medida ajeno a las protestas docentes y a la creciente oposición social e incomodidad interna entre cargos locales de su grupo.
Sentimientos de derrota y frustración —y algunas lágrimas— han aparecido en las caras de algunos de los miles de huelguistas. Docentes, padres y diputados de la oposición del PSOE y Més, han hecho al final piña en la puerta de la cámara.
En la calle, en Palma, durante cuatro horas, más de 4.000 personas llegadas de toda la isla han protagonizado la cuarta marea masiva en ocho días de paro. En Ibiza, cientos de personas han rodeado la sede del Consell. En Menorca, la huelga se ha diluido a la mínima expresión según Educación. La caja de resistencia de los huelguistas supera ya los 130.000 euros. Una figura del PP, el expresidente de Baleares (1995) y del Parlamento, Tòfol Soler, ha hecho una donación a los profesores que pugnan contra su Gobierno.
La manifestación prevista en cada una de las capitales insulares para este domingo —para la que se han vendido unas 10.000 camisetas verdes— puede ser el broche final a la huelga que profesores y padres ven difícil sostener más allá de las dos semanas. Es muy duro el castigo salarial, la pérdida de más de 1.000 euros por docente en huelga. Las asociaciones de padres y madres, con notable implicación, activismo, muestras de solidaridad y censura al Ejecutivo —aun con posicionamientos críticos— no pueden aguantar más días con sus hijos en casa, en los patios de los centros o en las aulas sin recibir clases.
Mientras el Gobierno de Bauzá ha legitimado este martes en la cámara el decreto con el que sortearon las dificultades planteadas por el Tribunal Superior de Baleares para avanzar en el trilingüismo, en vísperas del inicio de curso, el impacto de la huelga educativa ha aumentado este martes, según el Gobierno. Los datos del Ejecutivo indican que había duplicado su impacto hasta alcanzar 15 % de seguimiento. Los sindicatos la elevaron al 70% respecto al 50% que calcularon el lunes. La izquierda del PSOE y los nacionalistas de Més han reclamado a Bauzá “sensatez” y “consenso”.
El asunto de la lengua catalana y el modelo de inmersión parcial que el PP frustra con el trilingüismo ha motivado discursos cargados de dureza y sentimientos. La líder del PSOE, Francina Armengol, ha dicho a Bauzá: “Deje de hacer de pirómano y haga de presidente”, y le ha acusado otra vez de “fobia” contra el catalán y de “hacer puntos ante sus amigos de Madrid”. Biel Barceló, de Més, ha llamado al presidente “iluminado” que pugna “contra el fantasma de la dictadura catalanista”.
La diputada del PP Ana Aguiló ha acusado a los docentes de la huelga: “Algunos dejaron tirados a los niños en el patio del colegio”.
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