Algunos de los motivos por los que Wert tiene que dimitir: recortes, contrarreformas y opiniones impropias de quien debe defender la Educación

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EL BOLETÍN.COM: Wert provoca el inicio de curso más conflictivo de los últimos años

José Ignacio Wert ha provocado, con sus recortes y declaraciones, que el inicio de curso de este año se haya convertido en el más conflictivo de los últimos años. El ministro de Educación, no contento con el calendario de movilizaciones que la Marea Verde ha preparado contra la LOMCE, el ‘tijeretazo’ a las becas y la subida de tasas, ha provocado el enfado de profesores, padres y estudiantes con sus declaraciones de los últimos días.

La comunidad educativa, levantada en armas desde hace meses contra la Ley de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), anunció que daría un nuevo impulso a sus protestas en este inicio de curso para responder de forma contundente a la subida de tasas y el recorte a las becas decretadas por el Ministerio de Wert. El titular de Educación no recibió demasiado bien la noticia, y empezó su batería de ‘ataques’ a la Marea Verde.

La primera de sus ‘embestidas’ se dirigió contra las movilizaciones del colectivo que defiende la escuela pública. Así, en una entrevista en TVE aseguró que las protestas de la Marea Verde se pueden considerar una “fiesta de cumpleaños” en comparación con las movilizaciones que se están dando en otros países como México o Chile, donde también se están impulsando reformas educativas.

Unas palabras que cayeron como un jarro de agua fría entre la comunidad educativa, ya que Wert hizo esta comparación precisamente el mismo día en que la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, donde se integran profesores, padres y estudiantes, anunciaba el calendario de acciones que llevarán a cabo durante los dos próximos meses para mostrar su rechazo a la política de recortes del Gobierno.

Entre ellas, destacan la consulta ciudadana que se realizará entre el 23 de septiembre y el 13 de octubre a las puertas de los colegios y universidades; la marcha al Palacio de La Moncloa que hará la Marea Verde el 17 de octubre para llevarle a Rajoy los resultados de la consulta; y la huelga de toda la comunidad educativa que se ha convocado para el 24 de octubre. Asimismo, del 2 al 9 de noviembre se llevarán a cabo “marchas educativas hacia el Palacio de La Moncloa” que saldrán “desde todos los puntos de la geografía estatal” para confluir el día 9 en Madrid.

Tras conocer este calendario de protestas, Wert arremetió de nuevo contra los profesores, padres y estudiantes, asegurando que la huelga del 24 de octubre “no está amparada por la Constitución” por ser “política”, e incluso llegó a decir que los niños que se quedan sin clase por los paros de sus profesores, en referencia a la huelga que están secundando los docentes de Baleares, son “rehenes” de una “estrategia irresponsable”.

No contento con ello, el ministro calentó un poco más los ánimos al aconsejar a los universitarios que se quedasen sin beca que estudiasen FP. Esta misma semana, en una entrevista con la Agencia Efe, Wert aseguraba que no era “necesario” el apadrinamiento de universitarios que propusieron los rectores porque la política de becas del Gobierno “cubre perfectamente” las necesidades de los estudiantes con dificultades económicas.

Es más, llegó a indicar que “siempre existe una alternativa dentro del sistema” para quien no alcance las notas mínimas para acceder a una beca, como “la FP de grado medio, la de grado superior”.

Tras ello los padres, hartos de los continuos ataques, compararon al ministro con un “conductor suicida que piensa que son los demás los que van en dirección contraria”, ya que no se da cuenta de que las protestas de la Marea Verde son un reflejo de la “crispación social” que hay por sus recortes.

Y desde entonces la situación no ha hecho más que empeorar. El descontento del colectivo es tan grande que incluso la Universidad de Zaragoza se ha visto obligada a suspender el acto de apertura del curso por miedo a las protestas convocadas contra Wert.

La institución anuló el acto previsto para el 23 de octubre, que debían presidir el Príncipe Felipe y el ministro de Educación, ante la “certidumbre” de alteraciones por parte de invitados que pudieran desencadenar en “incidentes de mayor gravedad”. Entre otros colectivos, la Junta de Personal de Administración y Servicios de la Universidad de Zaragoza había convocado a una concentración a los trabajadores, comunidad universitaria y a la ciudadanía frente al edificio en el que iba a tener lugar este acto.