porque yo no era sociólogo.
Luego vinieron por Historia, y yo no dije nada,
porque yo no era historiador.
Luego vinieron por Artes y Arquitectura, y yo no dije nada,
porque yo no era de los suyos.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí."
Desde el Consejo de Estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos elaboramos el presente comunicado con el objetivo de esclarecer la información sobre las extinciones de grupos en los campus de Aranjuez, Quintana y Fuenlabrada de grados de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, así como comunicar las conclusiones alcanzadas en la reunión convocada por el CE que tuvo lugar el 13 de febrero.
La problemática surge a raíz de la propuesta de Rectorado de reorganización docente en la FCJS. Esta propuesta, cuya procedencia desconocemos y con dudosa efectividad para mejorar la docencia en nuestra universidad, plantea modificar una serie de grados como forma de racionalizar la docencia. Los cambios planteados afectarían a los campus de Aranjuez, Fuenlabrada y Quintana. Entre los grados afectados encontramos:
- ADE, Derecho, Relaciones Laborales y RRHH, Trabajo Social y Turismo pasarían a estar en extinción en el campus de Aranjuez sin reubicarse.
- Relaciones Internacionales y Márketing pasarían a estar en extinción en el campus de Aranjuez para trasladarse al campus de Fuenlabrada.
- Fundamentos de la Arquitectura, Bellas Artes, Diseño Integral y Gestión de la Imagen y Diseño y Gestión de Moda pasarían en un futuro a estar en extinción en los campus de Fuenlabrada y Quintana, abriendo grupos en Aranjuez.
- Traducción e Interpretación quedaría extinto en el campus de Aranjuez para abrir grupo en los campus de Móstoles o Alcorcón. Este caso queda bastante en duda ya que las instalaciones en otros campus no están preparadas para este grado.
El equipo rectoral ofrece las siguientes soluciones a los estudiantes afectados:
1. Traslado a otro campus donde existan grupos de la misma titulación.
2. Posibilidad de cursar el grado con el grupo en extinción. De esta manera, los estudiantes se ven obligados a superar todas las asignaturas por curso, aunque si proponen ampliar un año como mínimo la docencia para los cursos repetidores.
Estas medidas nos resultan insuficientes dado que ninguna de ellas permite al estudiante matriculado recibir su formación en las condiciones en las que entró al grado. Estas son: 4 matrículas ordinarias con plena docencia y actividades prácticas en un campus concreto elegido por el propio estudiante de acuerdo al modo de matriculación establecido.
Cabe destacar además la falta de información recibida tanto por los estudiantes como por los profesores, por parte de Rectorado. Incluso en la reunión mantenida con Rectorado por parte de miembros del CE y delegaciones de las titulaciones afectadas - reunión que no hubiera tenido lugar si el mismo CE no la hubiera solicitado, ya que Rectorado en ningún momento se puso en contacto con nosotros - la información proporcionada por el Rector y su equipo era inconclusa, difusa, y en conclusión, no satisfactoria. Entre otras cosas, afirmó que la intención no era trasladar grados y que el motivo era simplemente el cierre de grados residuales. Todo este plan de reordenación docente se aprobaría el 22 de febrero con el voto a favor del Consejo de Gobierno, donde la representación estudiantil es mínima.
Debido a ello, desde el Consejo de Estudiantes se decidió convocar una sesión ordinaria el día 13 de febrero, a la que se invitó a asistir a todos los estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. En dicha reunión, a la que asistieron más de 700 alumnos, se explicó la problemática y se debatieron las distintas propuestas de actuación por parte del estudiantado. Los estudiantes presentes en dicha reunión secundaron las siguientes medidas:
1. Convocar una huelga para los días 18, 19, 20, 21 y 22 de febrero de 2019, donde se llama a la movilización de todos los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos contra los cambios propuestos en el plan de reordenación docente planteado por Rectorado.
2. Apoyar la adhesión del resto de claustrales a una moción de censura contra el Rector que derive en elecciones donde los estudiantes pueden hacer oír su voz y sus propuestas.
3. Convocar un encierro por parte de los estudiantes para la noche del jueves 21 al viernes 22 de febrero.
Por ello, el Consejo de Estudiantes acordó convocar la huelga, y pidió hacer llegar a través de ella el malestar que supone para los estudiantes la premura con la que quieren llevarse a cabo estos cambios.
Con todo esto se quiere destacar que el descontento del estudiantado no proviene del resultado del plan de reorganización, sino de la manera de implantar este. Vemos crucial abrir los cauces de información y negociación pertinentes para que este malestar desaparezca.
Estamos comprometidos con la calidad de la universidad, y para lograrla, la transparencia debe ser un pilar. Estamos hartos de que se tomen decisiones que nos afectan de manera radical sin contar con la opinión de los estudiantes.
La universidad, como servicio público, y la educación, como derecho, no pueden regirse por criterios económicos. La universidad no puede convertirse en una empresa y su lógica no puede entrar dentro de la institución pública que ha de velar siempre por garantizar una educación inclusiva y de calidad a sus estudiantes.
Homenaje a Martin Niemöller
Desde el Consejo de Estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos elaboramos el presente comunicado con el objetivo de esclarecer la información sobre las extinciones de grupos en los campus de Aranjuez, Quintana y Fuenlabrada de grados de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, así como comunicar las conclusiones alcanzadas en la reunión convocada por el CE que tuvo lugar el 13 de febrero.
La problemática surge a raíz de la propuesta de Rectorado de reorganización docente en la FCJS. Esta propuesta, cuya procedencia desconocemos y con dudosa efectividad para mejorar la docencia en nuestra universidad, plantea modificar una serie de grados como forma de racionalizar la docencia. Los cambios planteados afectarían a los campus de Aranjuez, Fuenlabrada y Quintana. Entre los grados afectados encontramos:
- ADE, Derecho, Relaciones Laborales y RRHH, Trabajo Social y Turismo pasarían a estar en extinción en el campus de Aranjuez sin reubicarse.
- Relaciones Internacionales y Márketing pasarían a estar en extinción en el campus de Aranjuez para trasladarse al campus de Fuenlabrada.
- Fundamentos de la Arquitectura, Bellas Artes, Diseño Integral y Gestión de la Imagen y Diseño y Gestión de Moda pasarían en un futuro a estar en extinción en los campus de Fuenlabrada y Quintana, abriendo grupos en Aranjuez.
- Traducción e Interpretación quedaría extinto en el campus de Aranjuez para abrir grupo en los campus de Móstoles o Alcorcón. Este caso queda bastante en duda ya que las instalaciones en otros campus no están preparadas para este grado.
El equipo rectoral ofrece las siguientes soluciones a los estudiantes afectados:
1. Traslado a otro campus donde existan grupos de la misma titulación.
2. Posibilidad de cursar el grado con el grupo en extinción. De esta manera, los estudiantes se ven obligados a superar todas las asignaturas por curso, aunque si proponen ampliar un año como mínimo la docencia para los cursos repetidores.
Estas medidas nos resultan insuficientes dado que ninguna de ellas permite al estudiante matriculado recibir su formación en las condiciones en las que entró al grado. Estas son: 4 matrículas ordinarias con plena docencia y actividades prácticas en un campus concreto elegido por el propio estudiante de acuerdo al modo de matriculación establecido.
Cabe destacar además la falta de información recibida tanto por los estudiantes como por los profesores, por parte de Rectorado. Incluso en la reunión mantenida con Rectorado por parte de miembros del CE y delegaciones de las titulaciones afectadas - reunión que no hubiera tenido lugar si el mismo CE no la hubiera solicitado, ya que Rectorado en ningún momento se puso en contacto con nosotros - la información proporcionada por el Rector y su equipo era inconclusa, difusa, y en conclusión, no satisfactoria. Entre otras cosas, afirmó que la intención no era trasladar grados y que el motivo era simplemente el cierre de grados residuales. Todo este plan de reordenación docente se aprobaría el 22 de febrero con el voto a favor del Consejo de Gobierno, donde la representación estudiantil es mínima.
Debido a ello, desde el Consejo de Estudiantes se decidió convocar una sesión ordinaria el día 13 de febrero, a la que se invitó a asistir a todos los estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. En dicha reunión, a la que asistieron más de 700 alumnos, se explicó la problemática y se debatieron las distintas propuestas de actuación por parte del estudiantado. Los estudiantes presentes en dicha reunión secundaron las siguientes medidas:
1. Convocar una huelga para los días 18, 19, 20, 21 y 22 de febrero de 2019, donde se llama a la movilización de todos los estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos contra los cambios propuestos en el plan de reordenación docente planteado por Rectorado.
2. Apoyar la adhesión del resto de claustrales a una moción de censura contra el Rector que derive en elecciones donde los estudiantes pueden hacer oír su voz y sus propuestas.
3. Convocar un encierro por parte de los estudiantes para la noche del jueves 21 al viernes 22 de febrero.
Por ello, el Consejo de Estudiantes acordó convocar la huelga, y pidió hacer llegar a través de ella el malestar que supone para los estudiantes la premura con la que quieren llevarse a cabo estos cambios.
Con todo esto se quiere destacar que el descontento del estudiantado no proviene del resultado del plan de reorganización, sino de la manera de implantar este. Vemos crucial abrir los cauces de información y negociación pertinentes para que este malestar desaparezca.
Estamos comprometidos con la calidad de la universidad, y para lograrla, la transparencia debe ser un pilar. Estamos hartos de que se tomen decisiones que nos afectan de manera radical sin contar con la opinión de los estudiantes.
La universidad, como servicio público, y la educación, como derecho, no pueden regirse por criterios económicos. La universidad no puede convertirse en una empresa y su lógica no puede entrar dentro de la institución pública que ha de velar siempre por garantizar una educación inclusiva y de calidad a sus estudiantes.
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