Después de haber trabajado más de 40 años en el sector financiero y jubilarme, estoy cursando ahora primer curso de Filosofía y Humanidades. Personalmente, la filosofía ha sido para mí y desde siempre una gran desconocida; si se me permite la liberalidad, lo más cercano que he estado de ella ha sido a través de libros de managmenty de autoayuda. Sé que es una disciplina actualmente cuestionada por las autoridades ministeriales; priorizan otras materias, aquellas —dicen— que tienen más salida en el mercado. Es su opción.
Mi realidad después de un cuatrimestre es otra. Estoy en el camino de pensar, de opinar argumentando, de probar aquello que expongo. En suma sé hablar mejor y como novedad he aprendido también a callar cuando no dispongo de razones. Aparte he podido conocer los textos mas relevantes de Camus, a Descartes en sus Meditaciones, laMetafísica de Aristóteles y materias como el escepticismo, la identidad personal, el determinismo y la libertad, entre otras. Apasionante.
Este corto y escaso bagaje filosófico me ha influido poderosamente en la manera de afrontar conflictos y de tomar decisiones. Por ello dudo, razonablemente, que nuestros dirigentes políticos sepan de filosofía, de filosofar. Porque así nos va.— Joan V. Llàcer Mont.
Publicado en Cartas al Director de elpais.com
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