CADENA SER.COM: El declive imparable de la asignatura de Religión católica
El descenso en la matrícula aumenta con la edad de los alumnos y se registra en todas las comunidades aunque con grandes diferencias territoriales. Extremadura, Andalucía y Canarias son las autonomías donde más alumnos optan por la Religión católica en la enseñanza obligatoria frente a Cataluña, País Vasco y Baleares donde menos estudiantes eligen cursar la materia. Los expertos vinculan la caída al proceso de secularización imparable de la sociedad española y al desapego creciente de los jóvenes hacia la religión y la Iglesia y pronostican que la ley Wert no frenará la fuga de alumnado en Religión e incluso podría incrementarla.
El número de alumnos de Primaria que estudia Religión en los centros públicos ha caído del 79,4% al 65% en la década transcurrida entre los cursos 2001-2002 y 2011-2012. En Secundaria el porcentaje ha bajado del 55,5% al 38,1% y en Bachillerato la reducción es todavía más pronunciada, pasando de un 43,4% a un 20,4% de alumnos que opta por la asignatura. Los datos, incluidos en el último Anuario Estadístico: Los datos de la Educación en España, publicado recientemente por el ministerio de Educación confirman una tendencia a la baja que, aunque mucho más significativa, no es exclusiva de la escuela pública. La comparación entre ambos cursos revela también que el porcentaje de alumnos que escoge la materia en los centros privados (que engloban tanto a la escuela concertada como a la no concertada) ha caído del 88,6% al 84,22% en primaria, del 88,4% al 80,05% en secundaria, y del 89,7% al 70,80% en Bachillerato.
Primaria: casi el 90% de los alumnos extremeños cursa Religión católica frente al 23% de los catalanes
El descenso se registra en todas las etapas educativas y en todas las comunidades autónomas pero el mapa territorial de la asignatura de Religión católica ofrece variaciones muy llamativas. En el caso de Primaria, Extremadura (con un 89,6% de alumnos), Andalucía (85,9%) y Canarias (83,8%) lideran las comunidades con mayor porcentaje de escolares de centros públicos que cursan la asignatura de Religión católica, seguidas de Castilla la Mancha (83%) Murcia (80,9%), Cantabria (78,8%), Castilla y León (75,7%), Galicia (75,2%), Asturias (71,6%), La Rioja (71%) y Aragón (66,8%).
La comunidad con la población escolar "más laica" es Cataluña donde sólo un 23,2% de los alumnos de centros públicos de Primaria cursa la asignatura de Religión católica, seguida por el País Vasco (30,5%) y Baleares (55%). A mayor distancia aunque igualmente por debajo de la media nacional de alumnos matriculados en Religión católica se sitúan Madrid (60,3%), Comunidad Valenciana (60,5%) y Navarra (62,2%).
Secundaria: Extremadura, Andalucía y Canarias, comunidades con más alumnos de Religión en centros públicos
En Secundaria los porcentajes de matrícula en Religión caen significativamente en comparación con los datos de Primaria y se mantienen las diferencias autonómicas. Extremadura (60,6%), Andalucía (57,9%) y Canarias (54,2%) vuelven a encabezar la lista autonómica con más alumnos que cursan Religión católica mientras Cataluña (con apenas un 9,2% de alumnos matriculados en la materia), Baleares (13,5%) y País Vasco (19,5%) repiten como autonomías con menos estudiantes que optan por esta asignatura.
Bachillerato: en Baleares sólo estudia Religión católica un 1,3% de los alumnos de centros públicos
Las cifras de Bachillerato ofrecen alguna ligera variación en el ranking autonómico, liderado en esta ocasión por Canarias que con un 42% es la comunidad con más alumnos matriculados en la asignatura de Religión católica, seguida por Andalucía con un 35,5% y la Rioja con un 28,2%. En esta etapa educativa es Baleares la comunidad donde menos alumnos opta por la asignatura de Religión católica: apenas la elige un residual 1,3% de los alumnos frente al 1,9% de Cataluña, o el 3,8% del País Vasco. Con porcentajes algo mayores pero por debajo de la media nacional se sitúan Murcia, Madrid, Aragón, Asturias y Comunidad Valenciana.
Los expertos vinculan la caída con la creciente "indiferencia" religiosa
Para Javier Callejo, profesor de Sociología en la Universidad de Valladolid, estos datos son coherentes con el descenso de la religiosidad de la sociedad española aunque también demuestran que la secularización en la sociedad avanza algo más rápido que en la escuela donde aún se mantiene una presencia importante de la Religión católica, como consecuencia del marco jurídico de los Acuerdos con el Vaticano que garantizan la oferta obligatoria de la materia en la educación, aunque tenga un carácter voluntario para el alumno. "En ese sentido es interesante tener en cuenta el factor edad. En Primaria, donde la decisión de matricular al niño depende casi en exclusiva de los padres, vemos cómo aún pesa la presión de que no se "estigmatice" al niño y se quede sólo. Sin embargo en Secundaria y sobre todo en Bachillerato donde prima ya la decisión personal de los estudiantes, vemos que la caida en la matriculación es espectacular hasta encajar con los índices de desapego a la Religión y falta de confianza en la Iglesia como institución que recogen todas las encuestas", explica.
En cuanto a las diferencias territoriales Callejo asegura que obedecen a cuestiones multifactoriales que no permiten conclusiones simplistas, aunque entre ellas apunta a razones históricas y de tradiciones culturales , así como al proceso de modernización y secularización que ha tenido un ritmo y una intensidad diferente según los territorios. Estas son sus palabras:
Los sociólogos no creen que la ley Wert vaya a frenar la fuga de alumnos
Javier Callejo no cree que el mayor peso académico que otorga la ley Wert a la asignatura de Religión (que a partir de ahora computará para la nota media y la obtención de becas, además de contar con una materia alternativa de "Valores Cívicos") vaya a alterar sustancialmente esta tendencia a la baja en la matrícula. "No lo creo porque la secularización se ha convertido en una tendencia estructural de la sociedad española", aunque también apunta a que todo dependerá de cómo se plantee académicamente la asignatura alternativa. "No tanto porque los alumnos opten por la Religión por una cuestión de creencias o convencimiento personal sino por una mera cuestión pragmática, si interpretan que aprobarla con nota puede llevarles menos esfuerzo", explica.
El sociólogo Juan González-Anleo, experto en juventud y coautor de los estudios Jóvenes españoles 2005 y 2010, de la Fundación SM, considera incluso que el nuevo estatus de la materia podría provocar un "efecto bumerán" que, lejos de frenar la fuga de alumnado, podría incluso incrementarlo. "Las encuestas indican con claridad que una mayoría de los jóvenes consideran que la Religión debe pertenecer a la esfera privada de la persona y tienen la percepción de que la Iglesia interfiere demasiado en cuestiones de conciencia particular y también en la política y el ámbito público. Por eso no es descartable que haya parte de la sociedad, las familias y los propios estudiantes que puedan interpretar los cambios como una maniobra de "imposición" de un trato de favor a la asignatura y, en consecuencia, reaccionen en contra".
En esa misma línea se pronuncia la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA). Su portavoz, José Luis Pazos, afirma que antes muchas familias elegían Religión porque la alternativa (vacía de contenido) no les satisfacía pero ahora, con la ley Wert, muchos padres preferirán que sus hijos estudien valores cívicos. Según él, "la Conferencia Episcopal y el Gobierno se han metido en un callejón sin salida"
Según Europa Laica, con el refuerzo de la asignatura en la ley Wert, el Gobierno y la Conferencia Episcopal intentan blindar en la escuela una influencia religiosa cada vez menos presente en la sociedad. Su presidente, Francisco Delgado, insiste en que la escuela no es el lugar para la religión: "Debe estar en los centros de culto"
El descenso en la matrícula aumenta con la edad de los alumnos y se registra en todas las comunidades aunque con grandes diferencias territoriales. Extremadura, Andalucía y Canarias son las autonomías donde más alumnos optan por la Religión católica en la enseñanza obligatoria frente a Cataluña, País Vasco y Baleares donde menos estudiantes eligen cursar la materia. Los expertos vinculan la caída al proceso de secularización imparable de la sociedad española y al desapego creciente de los jóvenes hacia la religión y la Iglesia y pronostican que la ley Wert no frenará la fuga de alumnado en Religión e incluso podría incrementarla.
El número de alumnos de Primaria que estudia Religión en los centros públicos ha caído del 79,4% al 65% en la década transcurrida entre los cursos 2001-2002 y 2011-2012. En Secundaria el porcentaje ha bajado del 55,5% al 38,1% y en Bachillerato la reducción es todavía más pronunciada, pasando de un 43,4% a un 20,4% de alumnos que opta por la asignatura. Los datos, incluidos en el último Anuario Estadístico: Los datos de la Educación en España, publicado recientemente por el ministerio de Educación confirman una tendencia a la baja que, aunque mucho más significativa, no es exclusiva de la escuela pública. La comparación entre ambos cursos revela también que el porcentaje de alumnos que escoge la materia en los centros privados (que engloban tanto a la escuela concertada como a la no concertada) ha caído del 88,6% al 84,22% en primaria, del 88,4% al 80,05% en secundaria, y del 89,7% al 70,80% en Bachillerato.
Primaria: casi el 90% de los alumnos extremeños cursa Religión católica frente al 23% de los catalanes
El descenso se registra en todas las etapas educativas y en todas las comunidades autónomas pero el mapa territorial de la asignatura de Religión católica ofrece variaciones muy llamativas. En el caso de Primaria, Extremadura (con un 89,6% de alumnos), Andalucía (85,9%) y Canarias (83,8%) lideran las comunidades con mayor porcentaje de escolares de centros públicos que cursan la asignatura de Religión católica, seguidas de Castilla la Mancha (83%) Murcia (80,9%), Cantabria (78,8%), Castilla y León (75,7%), Galicia (75,2%), Asturias (71,6%), La Rioja (71%) y Aragón (66,8%).
La comunidad con la población escolar "más laica" es Cataluña donde sólo un 23,2% de los alumnos de centros públicos de Primaria cursa la asignatura de Religión católica, seguida por el País Vasco (30,5%) y Baleares (55%). A mayor distancia aunque igualmente por debajo de la media nacional de alumnos matriculados en Religión católica se sitúan Madrid (60,3%), Comunidad Valenciana (60,5%) y Navarra (62,2%).
Secundaria: Extremadura, Andalucía y Canarias, comunidades con más alumnos de Religión en centros públicos
En Secundaria los porcentajes de matrícula en Religión caen significativamente en comparación con los datos de Primaria y se mantienen las diferencias autonómicas. Extremadura (60,6%), Andalucía (57,9%) y Canarias (54,2%) vuelven a encabezar la lista autonómica con más alumnos que cursan Religión católica mientras Cataluña (con apenas un 9,2% de alumnos matriculados en la materia), Baleares (13,5%) y País Vasco (19,5%) repiten como autonomías con menos estudiantes que optan por esta asignatura.
Bachillerato: en Baleares sólo estudia Religión católica un 1,3% de los alumnos de centros públicos
Las cifras de Bachillerato ofrecen alguna ligera variación en el ranking autonómico, liderado en esta ocasión por Canarias que con un 42% es la comunidad con más alumnos matriculados en la asignatura de Religión católica, seguida por Andalucía con un 35,5% y la Rioja con un 28,2%. En esta etapa educativa es Baleares la comunidad donde menos alumnos opta por la asignatura de Religión católica: apenas la elige un residual 1,3% de los alumnos frente al 1,9% de Cataluña, o el 3,8% del País Vasco. Con porcentajes algo mayores pero por debajo de la media nacional se sitúan Murcia, Madrid, Aragón, Asturias y Comunidad Valenciana.
Los expertos vinculan la caída con la creciente "indiferencia" religiosa
Para Javier Callejo, profesor de Sociología en la Universidad de Valladolid, estos datos son coherentes con el descenso de la religiosidad de la sociedad española aunque también demuestran que la secularización en la sociedad avanza algo más rápido que en la escuela donde aún se mantiene una presencia importante de la Religión católica, como consecuencia del marco jurídico de los Acuerdos con el Vaticano que garantizan la oferta obligatoria de la materia en la educación, aunque tenga un carácter voluntario para el alumno. "En ese sentido es interesante tener en cuenta el factor edad. En Primaria, donde la decisión de matricular al niño depende casi en exclusiva de los padres, vemos cómo aún pesa la presión de que no se "estigmatice" al niño y se quede sólo. Sin embargo en Secundaria y sobre todo en Bachillerato donde prima ya la decisión personal de los estudiantes, vemos que la caida en la matriculación es espectacular hasta encajar con los índices de desapego a la Religión y falta de confianza en la Iglesia como institución que recogen todas las encuestas", explica.
En cuanto a las diferencias territoriales Callejo asegura que obedecen a cuestiones multifactoriales que no permiten conclusiones simplistas, aunque entre ellas apunta a razones históricas y de tradiciones culturales , así como al proceso de modernización y secularización que ha tenido un ritmo y una intensidad diferente según los territorios. Estas son sus palabras:
Los sociólogos no creen que la ley Wert vaya a frenar la fuga de alumnos
Javier Callejo no cree que el mayor peso académico que otorga la ley Wert a la asignatura de Religión (que a partir de ahora computará para la nota media y la obtención de becas, además de contar con una materia alternativa de "Valores Cívicos") vaya a alterar sustancialmente esta tendencia a la baja en la matrícula. "No lo creo porque la secularización se ha convertido en una tendencia estructural de la sociedad española", aunque también apunta a que todo dependerá de cómo se plantee académicamente la asignatura alternativa. "No tanto porque los alumnos opten por la Religión por una cuestión de creencias o convencimiento personal sino por una mera cuestión pragmática, si interpretan que aprobarla con nota puede llevarles menos esfuerzo", explica.
El sociólogo Juan González-Anleo, experto en juventud y coautor de los estudios Jóvenes españoles 2005 y 2010, de la Fundación SM, considera incluso que el nuevo estatus de la materia podría provocar un "efecto bumerán" que, lejos de frenar la fuga de alumnado, podría incluso incrementarlo. "Las encuestas indican con claridad que una mayoría de los jóvenes consideran que la Religión debe pertenecer a la esfera privada de la persona y tienen la percepción de que la Iglesia interfiere demasiado en cuestiones de conciencia particular y también en la política y el ámbito público. Por eso no es descartable que haya parte de la sociedad, las familias y los propios estudiantes que puedan interpretar los cambios como una maniobra de "imposición" de un trato de favor a la asignatura y, en consecuencia, reaccionen en contra".
En esa misma línea se pronuncia la Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA). Su portavoz, José Luis Pazos, afirma que antes muchas familias elegían Religión porque la alternativa (vacía de contenido) no les satisfacía pero ahora, con la ley Wert, muchos padres preferirán que sus hijos estudien valores cívicos. Según él, "la Conferencia Episcopal y el Gobierno se han metido en un callejón sin salida"
Según Europa Laica, con el refuerzo de la asignatura en la ley Wert, el Gobierno y la Conferencia Episcopal intentan blindar en la escuela una influencia religiosa cada vez menos presente en la sociedad. Su presidente, Francisco Delgado, insiste en que la escuela no es el lugar para la religión: "Debe estar en los centros de culto"
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No sé si publicaréis este comentario pero quiero decir que no siempre se respeta el derecho a optar en libertad por la clase de Religión. La alternativa, Atención Educativa, suele utilizarse muchas veces para reforzar otras materias del curso o se manda a los alumnos a casa. Hay centros en los que ni siquiera hay oferta de Religión para quien lo quiera. En cualquier caso, no se trata de si es una mayoría o una minoría la que elige Religión. La cuestión es si son derechos fundamentales de la persona. O si aporta algo necesario para la formación de las personas. También se están marginando cada vez más las humanidades pero eso no quiere decir que sea bueno para la sociedad. Un saludo.
ResponderEliminarPara debatir más: http://religionennavarra.wordpress.com/2014/01/22/administraciones-inspecciones-y-direcciones-tienen-mucho-que-decir-en-el-descenso-de-alumnos-de-religion/