viernes, 18 de enero de 2013

"La Biosfera declara: ¡la Ley Wert es insostenible!" (YO ESTUDIÉ EN LA PÚBLICA)

YO ESTUDIÉ EN LA PÚBLICA.ORG: La Biosfera declara: ¡la Ley Wert es insostenible!
Área de educación de Ecologistas en Acción

Una primera obviedad: La escuela debería servir para hacernos capaces de construir una Tierra habitable individual y colectivamente, hoy y el día de mañana. Enseñarnos cómo tener una vida digna en un mundo vivo, en definitiva, cómo  habitar un mundo sostenible.

Una segunda obviedad: vivimos en la Tierra. Nuestro hogar está conformado por seres vivos animales y vegetales, por tierras, por ríos y mares, por gases que nos permiten respirar y por complejos equilibrios que regeneran las aguas y el aire, fijan la energía del sol o mantienen el clima. La salud de nuestro hogar es la primera condición de nuestra supervivencia. Sin ella estamos abocados a la extinción. Estas verdades han
sido olvidadas por nuestra cultura y por sus sistemas educativos. La propuesta de ley del ministro Wert ignora lo obvio y da la espalda a esta condición esencial de nuestro bienestar. No sólo omite lo que debería ser el punto de partida de cualquier propuesta de futuro: el análisis de la crisis socioambiental en
la que vivimos, sino que echa más leña al fuego de los valores y reglas económicas que nos han llevado a esta crisis. Desde el ecologismo social denunciamos que esta propuesta parte de presupuestos social y ecológicamente inaceptables y ahonda en una cultura que promueve la desigualdad social, la homogeneidad cultural y la insostenibilidad.

[...]

Desde este contexto leemos el borrador de Ley de Educación. Nos encontramos con que el modelo educativo que le subyace (un modelo de competitividad económica, crecimiento y segregación social) no prepara a las generaciones venideras para las dificultades socioambientales que previsiblemente
vivirán. Da la espalda a los graves problemas ecológicos y de justicia social que ya se están planteando. Ignora el funcionamiento de la biosfera y sus reglas a las que, queramos o no, necesitamos adaptarnos (curiosamente la única mención que hace a los ecosistemas se refiere al “ecosistema digital”).

Desde muchos foros ya se ha denunciado que ahonda en la desigualdad social por diferentes vías: se propone mejorar la tasa de alumnos excelentes, se adelanta la elección de trayectoria (académica o formación profesional), y se dificulta con reválidas el itinerario educativo. Desplaza el objetivo de la
equidad a al de excelencia. Atenta contra la democracia de los centros, concentrando poder en la dirección (que es elegida por la administración) y eliminando la capacidad de decisión del Consejo Escolar. Asume un modelo en el que centros de diferentes contextos y condiciones han de competir en resultados, obteniendo estos a través de evaluaciones externas homogéneas y descontextualizadas. Se hace muy difícil en estas condiciones atender a circunstancias particulares o a elementos de diversidad cultural.

Se reduce el espacio de decisión de las administraciones autonómicas y con ello se atenta contra la pluralidad cultural y el ejercicio de la ideodiversidad. Atenta contra la diversidad lingüística y da marcha atrás en el proceso de normalización de las lenguas co-oficiales, abogando por una cultura homogénea y entralista.
Debilita la escuela pública favoreciendo la concertada y la privada. Permite conciertos a centros que practican la educación segregada de niños y niñas. Se autoproclama no ideológica al tiempo que asume los postulados de la economía neoliberal y fortalece la presencia de la religión católica. La educación
deja de ser un derecho básico para convertirse en un servicio que se oferta en el mercado. Convierte a los sujetos de derecho en clientes que podrán consumir una u otra educación en función de su poder adquisitivo.

Estas críticas han sido planteadas desde diferentes colectivos. Siendo totalmente necesarias, creemos que es necesario añadir a las denuncias contra la Ley Wert una crítica esencial: da la espalda a la Tierra. Y sin la Tierra, el resto de las condiciones de bienestar humano no son posibles. En un contexto de desmantelamiento de la educación ambiental, no hace ninguna mención a la educación en el territorio, la educación que asuma nuestra ecodependencia, esa mirada que marcaría la diferencia entre la supervivencia y la devastación. Un ejemplo de esta falta de sensibilidad es la desaparición del Conocimiento del Medio en la educación primaria. Con ello se pierde aún más la oportunidad, aún no desarrollada, de comprender la acción humana sobre la faz de la tierra, y la imposible desvinculación del ser humano y los ecosistemas
de los que forma parte.

[...]

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