30/10/12
Los estudiantes citados son cinco: Javier V., Raúl M., Samuel T., Héctor G. y Jorge A. (aparte de José, el trabajador de la UAH, mayor de edad, que no fue identificado en ningún momento, pero al que llamaron por teléfono desde la Brigada de Información). Entre ellos hay dos menores de edad, Raúl y Jorge.
A Javier V. no le identificaron en ningún momento, ni siquiera en días posteriores, pero, no obstante, fue citado llamándole a un teléfono privado personal (algo increíble en un estado de derecho). A Raúl M. solamente le identificaron el día 18 durante la marcha que hicieron hacia la Plaza, pero, sin embargo, llaman al teléfono de su padre (¡?). La policía paró la marcha enfrente del Parque O’Donell, antes del cruce con la vía Complutense viniendo desde el palacio arzobispal, le separaron a él y a Sofía C. del resto de la marcha y les pidieron su identificación y apuntaron los datos, diciendo que sabían quiénes eran y que les habían identificado como cabecillas y que si algo pasaba recaería sobre ellos la responsabilidad, seguidamente escoltaron la marcha hasta el IES Antonio Machado.
A Samuel T. le identificaron dos veces: una, en la mañana del 17 cuando intentó entrar al instituto y le negaron la entrada (la policía nacional) pero, aun así, le pidieron los datos y los apuntaron. La segunda vez fue el día 22, cuando con motivo de la visita de Leticia y Wert un grupo de 11 personas se dirigieron hacia la Plaza desde el Machado, y en una de las calles que conecta a la vía Complutense la policía paró a Héctor G. con la excusa de que les había mirado haciendo un gesto negativo con la cabeza, procedieron a identificarle y unos minutos más tarde identificaron a Samuel T., además les registraron las mochilas y al encontrar una pancarta les hicieron desplegarla para ver qué ponía. Sofía C. tomó el número de placa de uno de los agentes.
Lo más interesante es que esta última vez los chicos no iban ni manifestándose, ni mostrando ninguna pancarta, sólo caminando por la calle y la única excusa que les pusieron para la identificación de Héctor G., en el acto de Leticia y Wert, fue el hecho de que les mirara con gesto negativo, en cuanto a la de Samuel T., no dieron ninguna excusa.
Y, por último, el sábado, día 27, la guardia civil fue al domicilio de Jorge A., de 16 años, a entregarle otra citación por dos identificaciones arbitrarias realizadas el día 22 en el IES Antonio Machado y, luego, en el acto de Leticia y Wert; en una ocasión le dieron la excusa de que lo hacían por si llevaba estupefacientes (¡?).
A los citados, que se han negado a declarar nada, pero a los que se les ha dado algún tipo de información más concreta, se les ha dicho o que están implicados en “desórdenes públicos” , o que se han visto envueltos en “incidentes”, o que suspendieron el Congreso de Inspectores, cuando en realidad el congreso no fue suspendido, sino que tras un intercambio de opiniones con los chicos, los propios inspectores decidieron trasladar la sede del mismo.
A Javier V. no le identificaron en ningún momento, ni siquiera en días posteriores, pero, no obstante, fue citado llamándole a un teléfono privado personal (algo increíble en un estado de derecho). A Raúl M. solamente le identificaron el día 18 durante la marcha que hicieron hacia la Plaza, pero, sin embargo, llaman al teléfono de su padre (¡?). La policía paró la marcha enfrente del Parque O’Donell, antes del cruce con la vía Complutense viniendo desde el palacio arzobispal, le separaron a él y a Sofía C. del resto de la marcha y les pidieron su identificación y apuntaron los datos, diciendo que sabían quiénes eran y que les habían identificado como cabecillas y que si algo pasaba recaería sobre ellos la responsabilidad, seguidamente escoltaron la marcha hasta el IES Antonio Machado.
A Samuel T. le identificaron dos veces: una, en la mañana del 17 cuando intentó entrar al instituto y le negaron la entrada (la policía nacional) pero, aun así, le pidieron los datos y los apuntaron. La segunda vez fue el día 22, cuando con motivo de la visita de Leticia y Wert un grupo de 11 personas se dirigieron hacia la Plaza desde el Machado, y en una de las calles que conecta a la vía Complutense la policía paró a Héctor G. con la excusa de que les había mirado haciendo un gesto negativo con la cabeza, procedieron a identificarle y unos minutos más tarde identificaron a Samuel T., además les registraron las mochilas y al encontrar una pancarta les hicieron desplegarla para ver qué ponía. Sofía C. tomó el número de placa de uno de los agentes.
Lo más interesante es que esta última vez los chicos no iban ni manifestándose, ni mostrando ninguna pancarta, sólo caminando por la calle y la única excusa que les pusieron para la identificación de Héctor G., en el acto de Leticia y Wert, fue el hecho de que les mirara con gesto negativo, en cuanto a la de Samuel T., no dieron ninguna excusa.
Y, por último, el sábado, día 27, la guardia civil fue al domicilio de Jorge A., de 16 años, a entregarle otra citación por dos identificaciones arbitrarias realizadas el día 22 en el IES Antonio Machado y, luego, en el acto de Leticia y Wert; en una ocasión le dieron la excusa de que lo hacían por si llevaba estupefacientes (¡?).
A los citados, que se han negado a declarar nada, pero a los que se les ha dado algún tipo de información más concreta, se les ha dicho o que están implicados en “desórdenes públicos” , o que se han visto envueltos en “incidentes”, o que suspendieron el Congreso de Inspectores, cuando en realidad el congreso no fue suspendido, sino que tras un intercambio de opiniones con los chicos, los propios inspectores decidieron trasladar la sede del mismo.
APAH
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