Esta vez voy a ser positiva y a sugerir a los cargos que están muy por encima de mí una forma de ahorrar dinero, tan necesario en estos tiempos de crisis. Los centros públicos de secundaria (imagino que los de primaria también) tienen un presupuesto que la consejería de educación les abona dos veces al año. De esa cantidad de dinero tienen que pagar los gastos corrientes, y eso incluye el gasóleo de calefacción. Ya el año pasado pasamos bastante frío, el combustible está más caro y las aportaciones de la Administración no aumentan; muy al contrario, disminuyen. Este año la situación, si cabe, es peor. El director de mi centro ya nos ha anunciado que el depósito de la calefacción está vacío y no hay dinero para llenarlo (unos 10.000 euros). Mi propuesta es semejante a la que se ha aplicado en sanidad. Sería sensato que se comprara al por mayor, por provincias como mínimo, el combustible para la calefacción de los centros escolares. El precio sería menor y nos aseguraría no pasar frío.— Mª Carmen Ponce.
Publicado en elpais.com
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