martes, 23 de octubre de 2012

Debate (Agustín Moreno)


Para reformar la educación es necesario diagnosticar y debatir. El ministro Wert ha elaborado un anteproyecto de ley (LOMCE) que se ha presentado sin memoria previa ni libro blanco que analice la situación. Sin ningún rigor y sin evidencia científica que avale sus líneas de reforma. Y sin debate: lo único que hizo fue la farsa de abrir una consulta on-line, equivalente a desahogarse en el Pasquino.

Una ley es para mejorar las cosas. No parece ser el caso, ya que esta contrarreforma educativa no va a reducir el fracaso y el abandono escolar al pretender legalizar el descarrile temprano del alumnado. Son tres las vías: los programas de mejora del aprendizaje, la formación profesional básica que no permite titular en ESO ni acceder a los ciclos de grado medio, y un itinerario -y su reválida- en 4º de la ESO orientado a la FP sin pasarela a bachillerato. Eso sí, aumentará la segregación clasista, algo que junto con la confesionalidad y la existencia de un amplio sector educativo privado, son las herencias del franquismo que el  ministro quiere reforzar. Pura ideología neocon que diseña una enseñanza para élites que puedan pagarla, desmantela la educación pública y abre oportunidades de negocio económico. Con posturas tan talibanas como financiar con fondos públicos a centros privados ultrarreligiosos que separan por sexo.

Una ley de parte, sin ningún acuerdo, es una ley condenada a durar poco. Hasta que haya un cambio político, escenario nada lejano teniendo en cuenta el desgaste que produce la crisis y la pésima gestión en el gobierno Rajoy.

El debate que hurta el ministerio debe darse a nivel social y ciudadano por múltiples vías: comunidad educativa, claustros, plataformas, fuerzas sociales y políticas, revistas especializadas como ESCUELA y todo tipo de publicaciones e iniciativas. Para contribuir a ello, aparecerá en las próximas semanas una propuesta elaborada desde la visión de las familias y el profesorado, que pretende situar las grandes cuestiones sobre el qué hacemos para que los recortes y reformas no acaben con un pilar tan básico de nuestra vida como la educación. Lo que nos debe llevar a preguntarnos por la educación y por la sociedad que queremos.

Columna de Agustín Moreno publicada en Escuela Núm. 3.958 (18 de octubre de 2012)

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