Hoy todo el mundo habla de la “brecha” salarial de las mujeres, que en España ganan un 22,86% menos que los hombres. Pero ojo: que esta injusticia manifiesta no nos impida ver el bosque de la desigualdad de la mujer, de la cuna a la tumba: trabajan mucho menos que los hombres, en peores puestos y con contratos más precarios, tienen más paro y cobran menos desempleo, tienen peores pensiones y son las que más esperan las ayudas a la Dependencia. Y en casa, las mujeres son las que cuidan de niños, padres ancianos y discapacitados, trabajando en tareas domésticas el doble que los hombres. No estamos ante una “batalla salarial” de las mujeres, sino ante una “guerra total por la igualdad”, desde que empiezan a buscar trabajo hasta que se jubilan, pasando por la igualdad en casa. Siglos de desigualdad que no se pueden corregir con una simple Ley de igualdad salarial:hacen falta cientos de normas y un cambio de mentalidad. De todos. No hay “soluciones milagro”.
enrique ortega |
Empecemos por el principio, el número de mujeres que hay en España: son 23.711.009 a 1 de julio de 2017, el último censo del INE, 872.974 mujeres más que hombres. Así ha sido en las últimas décadas (eran 757.154 más en 1971) y la diferencia con los hombres aumentará más en el futuro, porque viven más años que los hombres: en 2030 habrá 1,12 millones más de mujeres que hombres y para 2066 habrá 21.154.278 mujeres, 1.239.913 más que hombres, según las proyecciones de población del INE.
Hay más mujeres y sobre todo más mujeres mayores. Por eso, en la escuela, de la guardería al bachillerato, las niñas son menos que los niños: de los 8.127.832 alumnos no universitarios que estudiaban el curso 2016-2017, el 51,7% eran chicos y el 48,3% chicas. Son algo más de niños que niñas los que estudian educación infantil, primaria y la ESO, pero luego, en Bachillerato se da un cambio y las chicas (52,5%) ganan a los chicos (47,5%), según las estadísticas de Educación. La razón: el abandono escolar, mayor entre los chicos. Y con esta base, las mujeres vuelven a ganar de lejos en la Universidad: 848.102 mujeres universitarias frente a 710.583 hombres en el curso 2016-2017, destacando en Grados y Doctorados.
Así que nos encontramos con más mujeres universitarias que hombres, aunque por desgracia estudian carreras que tienen una peor salida laboral: así, el 71,2% de los universitarios que estudian ciencias de la salud son mujeres, el 61,5% de los que estudian Ciencias Sociales y Jurídicas y el 60,5% de los que estudian artes y humanidades son mujeres. Y sólo un 25% de los que estudian ingenierías o arquitectura, según los datos de la Conferencia de Rectores. Y esto contrasta con las previsiones de la Comisión Europea, señalando que un 70% de los empleos futuros van a estar en las carreras STEM: Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas, donde hay una minoría de mujeres estudiando.
Hay más mujeres universitarias y en general las jóvenes españolas (25-34 años) están mejor formadas que los jóvenes: un 53,2% son universitarias (el 32,5% en Europa) frente al 38,1% de los jóvenes (28,9% en Europa), según datos de Eurostat (2016). Pero a pesar de estar mejor preparadas, las mujeres jóvenes tardan 4 meses más de media en encontrar un primer empleo que los hombres, según un informe del CES. Pero el gran problema son las muchas que no lo encuentran, que no trabajan, o bien porque se quedan en casa a cuidar a los niños o bien dejan su trabajo para ser madres o cuidar a sus ancianos padres.
Pero sigamos la vida de las mujeres. Con más de 16 años, la edad de trabajar, hay en España 38.716.600 personas (diciembre 2017): 19.885.700 son mujeres y 18.830.900 son hombres, según la última EPA. De esa población en edad de trabajar, unos buscan trabajo y otros no, son los llamados “inactivos” (ni trabajan ni son parados, porque no buscan trabajo). Pues bien, la primera gran desigualdades que hay 2.6709.500 mujeres inactivas más que hombres (9.280.500 frente a 6.671.000, según la EPA 2017). Mujeres que en lugar de intentar trabajar se han quedado en casa, para cuidar a sus hijos o padres y familiares dependientes (el 94,9% de las que cuidan a dependientes son mujeres y más de la mitad tienen entre 25 y 44 años, según el INE).
Ya se han quedado varios millones de mujeres por el camino. Sigamos con el resto, con las mujeres activas, que trabajan o buscan trabajo. Las que realmente trabajan hoy en España (EPA diciembre 2017) son 10.605.200 mujeres, 1.554.600 menos que hombres (12.154.800 ocupados). Esta es la segunda gran desigualdad: hay más mujeres, más preparadas, pero trabajan muchas menos que hombres. Eso significa que 2 de cada 3 hombres en edad de trabajar (16-64 años) están empleados (68,02%, frente a sólo algo más de la mitad de las mujeres (57,12%), una tasa de empleo femenino muy inferior a la media europea (61,4%) y de Alemania (70,8% de mujeres trabajan). Y lo peor, a medida que las mujeres tienen más hijos, baja su tasa de ocupación hasta el 50% y menos.
Y no es sólo que haya 1.554.600 mujeres menos que hombres trabajando. Es que, además, se han beneficiado menos de la recuperación y el empleo creado: de los 1.863.200 nuevos empleos creados en España entre 2014 y 2017, 1.032.400 han sido para los hombres y sólo 830.800 para las mujeres. Y además, las mujeres se han llevado los empleos más precarios. Así, la tasa de empleo temporal es más alta entre las mujeres (27,7% del empleo total) que entre los hombres (25,8%). Y, sobre todo, en el empleo a tiempo parcial, por días o por horas: en los hombres es el 7,1% del empleo total y en las mujeres el 23,9%.
Además de tener menos empleo y más precario, las mujeres trabajan más en los sectores peor pagados, según el INE: administrativos, sanidad, comercio, hostelería, educación y actividades profesionales. Y menos en los mejor pagados: finanzas, energía, construcción… Además, tienen peores puestos, menos categoría profesional: sólo un 31% son directivas y sólo hay un 19,5% de mujeres en los consejos de las 133 grandes empresas que cotizan en Bolsa (muy lejos del 30% de mujeres consejeras que recomienda la CNMC para 2020).
Aquí están las bases para la tercera gran discriminación de las mujeres, la brecha salarial: el salario medio bruto de las mujeres es de 20.051 euros anualesfrente a 25.992 euros los hombres, un 22,86% menos, según la última encuesta salarial del INE (2015). Esta brecha es mucho mayor entre las mujeres que hacen trabajos administrativos (-34%), las que trabajan en inmobiliarias (-32,8%), en actividades profesionales (-30,5%), comercio (-28,1%) y sanidad (-27,3% de brecha salarial). Y supera la media en Cantabria, Asturias o Navarra (-28%), siendo inferior al 20% en Canarias, Baleares y Madrid. Si nos comparamos con Europa, la brecha se mide en salario bruto por hora (un dato engañoso, porque las mujeres trabajan menos horas): las mujeres ganan un 14,2% menos en España (salario-hora 2016), frente al 16,2% menos en la UE-28, un -21,5% en Alemania, un- 21% en Gran Bretaña, un -17,5% en Portugal, un -15,2% en Francia o un -5,3% en Italia, una "brecha" salarial que se estancó en Europa en 2016, según publicó ayer Eurostat.
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