domingo, 23 de abril de 2017

Las comunidades podrán excluir a los alumnos con dificultades de las pruebas de ESO y Primaria

Artículo publicado en eldiario.es
  • El Consejo Escolar del Estado critica que esta selección "altera" los resultados y resta rigor a la hora de hacer un "diagnóstico sobre la situación real"
  • El Gobierno ha vuelto a cambiar el diseño de la prueba de Secundaria en una orden ministerial aún en proyecto: habrá cuatro exámenes en vez de siete
  • El ministro Méndez de Vigo continúa así desarmando in extremis la Lomce de su antecesor José Ignacio Wert. Queda un mes para que se hagan las pruebas

Las comunidades autónomas podrán excluir a los alumnos que presenten necesidades educativas especiales o específicas de aprendizaje en la prueba final de sexto de Primaria y en la evaluación que se hace al terminar Secundaria. Con los últimos cambios del Gobierno, cada comunidad puede hacer su propia selección de estudiantes porque la orden ministerial que prepara el Ejecutivo no da directrices sobre el número de alumnos o centros que la llevarán a cabo este curso. Solo dice que deben ser "suficiente".

Ese punto ha sido criticado por el Consejo Escolar del Estado, que ha considerado que "las posibles exclusiones reguladas en este apartado podrían incidir negativamente en el establecimiento riguroso del diagnóstico sobre la situación real" y pueden quedar "alterados" los datos resultantes. La Lomce justifica precisamente la existencia de estas pruebas por su capacidad de diagnóstico.

Según publica El Mundo, la orden ministerial también reduce el número de asignaturas que componen la evaluación de siete a cuatro: Lengua y Literatura, Matemáticas, Lengua Extranjera y Geografía e Historia, además de la lengua cooficial en las comunidades que la tengan. Es el segundo cambio en el diseño que sufre esta prueba. El Ministerio justifica esta nueva modificación en que, ahora que solo es diagnóstica, la prueba no debe ser tan amplia.

Las pruebas que se harán en mayo y junio son muy diferentes a las que se diseñaron originalmente cuando José Ignacio Wert era ministro. Hasta noviembre, cuando Rajoy las paralizó como reválidas, las evaluaciones han sufrido un manojo de cambios que las han dejado en su mínima expresión. Inicialmente, la que se hará en la ESO de forma muestral y con cuatro exámenes iba a ser de obligado aprobado para titular y mucho más amplia. Como la de Bachillerato, que se queda en un modelo muy similar a la antigua Selectividad. En Primaria, nunca se concibió como necesaria para titular pero sí para que la hicieran todos los estudiantes, y ya tampoco.
Las críticas del Consejo Escolar

El Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo en materia educativa, señala en su dictamen –tras la reunión de su Comisión Permanente el pasado 4 de abril– que no está de acuerdo con el hecho de que las administraciones educativas "puedan o no alterar el marco muestral de la evaluación excluyendo o no a determinados tipos de alumnado dificulta la comparación de los resultados de la evaluación". Y sugiere al Ministerio de Educación que suprima el apartado que recoge las posibles exclusiones de alumnos.

Además, pide precisar qué número es el "suficiente" de alumnos para obtener datos representativos sobre esta prueba de sexto de Primaria, ya que el proyecto ministerial no lo aclara y ello puede afectar a la hora de "establecer comparaciones homogéneas".

El dictamen del Consejo sobre las pruebas de la evaluación final de Primaria y Secundaria fue aprobado pero tiene los votos particulares en contra del sindicato de docentes STES y la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa).

Entre las causas que alega STES para su voto negativo está precisamente el que en las pruebas de este curso no se tiene en cuenta al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo pues en ellas, por ejemplo, "ni siquiera se contempla que algún estudiante requiera adaptaciones de acceso, organizativas o curriculares". Ceapa comenta, por su lado, que estas evaluaciones se centran en "competir, en perder o ganar, con lo que se busca seleccionar al alumnado, segregarlo".

En cuanto a la materia sobre Competencia Lingüística, el Consejo Escolar recomienda en su dictamen reconsiderar el artículo que permite que las comunidades integren en una sola escala (de puntuación) el resultado de la Lengua Castellana y Literatura, la Lengua extranjera y en su caso la Lengua cooficial.

De darse el resultado de forma integral "resultará complejo lograr un diagnóstico preciso de la situación de cada una de las lenguas afectadas" así como de su comparación en todo el ámbito del Estado, según este órgano.

Por otro lado, en cuanto a las especificaciones de las materias de cuarto de la ESO, en relación a la Competencia Lingüística, el Consejo ha observado que no consta la Lengua Castellana en el bloque de contenidos titulado "Comunicación oral: escuchar y hablar". Sin embargo, ese bloque sí aparece en el bloque dedicado a la Primera Lengua Extranjera y respecto a lo que determinen las comunidades para la Lengua Cooficial.

El Consejo cree que se "debería reconsiderar" que no aparezca el citado bloque en la Lengua Castellana e incluir los estándares de aprendizaje que se refieran al mismo. También respecto a la prueba de ESO, el Consejo sugiere que cada prueba comprenda un máximo de 15 preguntas.

STES y Ceapa destacan que con estas pruebas se lanza un mensaje de "desprestigio" sobre el profesorado. Los docentes ya "realizan adecuadamente" la evaluación de los alumnos de Primaria y ESO y, por ello, estas pruebas "significan una nueva minusvaloración del trabajo sistemático que realiza el profesorado", según STES.

También este sindicato critica que se dedique "un tiempo extraordinario" a la preparación de "esas pruebas", que se convierten en un objetivo y no en un medio. Y Ceapa añade que estas pruebas deben ser rechazadas porque, además, se incrementa el gasto en el sistema educativo para pagar a entidades privadas "a las que se encargan este tipo de pruebas".

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