Tenemos que ser nosotros
La neutralidad y la ausencia de posicionamiento no existen: Te opones o toleras. Delatas o encubres.
No actuar tampoco es una opción, cuando nos sentamos a ver cómo dan una paliza a alguien estamos actuando y hemos elegido un bando.
Vivir es tomar partido y actuar, y eso lleva aparejado recibir las consecuencias de tus actos y ser responsable por ellos. También es indiferente que quieras admitirlo o no, o que te guste más o menos oírlo. Eres responsable de lo que haces y estás “haciendo” todo el tiempo.
Quizá creáis que ahora me dispongo a dar “palos” a aquellos que miran a otro lado ante el sufrimiento del mundo y todo lo que pasa en él. Bueno, hoy no. Algunos de ellos están tan dormidos que se dan cuenta perfectamente de todo y como no sienten que les salpique les importa un pepino. Esta gente más que información necesita que la vida le enseñe con hechos y con experiencias que les hagan más conscientes, que lo sientan en su piel.
Hoy quiero dedicar estas líneas a los “conscientes” a los que nos decimos “de izquierdas”, a los “religiosos” a los “buenos”... a los que hacemos “algo” y nos vamos a dormir tranquilos por las noches.
Cuando soltamos globos, pájaros, nos vestimos de colores, cantamos canciones, hacemos bailes y demás… decimos que lo hacemos por un objetivo: la educación pública, la erradicación de la pobreza, la paz mundial…
Este reunirnos y hacer cosas juntos nos hace sentir bien, psicología de masas, nos divierte y tranquiliza nuestras conciencias. Pero, ¿cuál era el objetivo? ¿Se ha cumplido, al menos en parte? Unida a la acción “folclórica, ¿hay un resultado real que reduzca el sufrimiento de aquellos por los que luchamos?
Pues tengo que deciros que, con mucha frecuencia, no. Que los actosse pagan solos, adquieren sentido por sí mismos, se convierten en acciones de consumo interno en la que “predicamos a conversos”, hablamos de cosas en las que ya estamos de acuerdo, y nos complacemos en lo buenos que somos nosotros y lo poco consciente que es el resto. Mientras tanto, aquellos por los que luchamos siguen sufriendo despidos, enfermedades, hambrunas, guerras y muerte.
No digo que esas acciones no tengan sentido y valor para difundir un mensaje y crear un estado de opinón… lo que digo es que ese mensaje y ese estado de opinión no valen para mucho si no se continúan con acciones concretan que alivien de veras en sufrimiento de los más desfavorecidos. “A Dios rogando y con el mazo dando”.
Bueno, me diréis: ¿y qué más te da a ti que se cante o se baile, al menos no se hace ningún daño?
Pues no me da igual, porque sí se hace daño.
Las energías de la poca gente que ha adquirido algo de conciencia y está dispuesta a la acción se disipa y se conduce a callejones sin salida. Nos entretienen en batallas estériles, mientras las situaciones siguen igual o empeoran.
En ocasiones personas malintencionadas hacen eso precisamente para mantener el mundo como está y sacar provecho de los débiles.En otras ocasiones es gente concienciada, sincera y que se deja la piel en esto la que, por falta de visión, gastan sus energías y las nuestras desviándonos del camino de la acción efectiva.
Quien se sienta ofendido que lo piense dos veces, no ataco a esas personas ni a sus intenciones, pero sus actos están equivocados.
Me diréis: ¿Por qué no atacas con esa dureza a los hijos de puta del mundo, nosotros al menos cantamos por la paz?
Porque OS NECESITO, compañeros. Os necesito precisamente a vosotros y el mundo también os necesita, aquí y ahora.
No podemos cambiar el mundo con la gente que no quiere hacerlo y que está robando y matando literalmente a los demás. Tenemos que ser nosotros, los que queremos que esto cambie y tenemos algo de energía para hacerlo.
Tenemos que ser nosotros y tiene que ser con acciones efectivas y contundentes, tenemos que tomar el poder en nuestras sociedades y países y obligar a la gente malintencionada a retirarse.
Y, ahora, sí… acompañando a nuestras acciones eficientes, cantemos, bailemos y expliquemos a nuestra sociedad de manera lúdica e imginativa cómo les estaban engañando y por qué es necesario que hagamos una huelga, desobediencia civil pacífica, o paremos un país hasta que un gobierno dimita o hasta que una matanza o una hambruna en otro país se pare.
Es urgente amar y “Hechos son amores y no buenas razones”.
Tenemos que ser nosotros, compañeros, y no es suficiente con que estemos concienciados o tengamos buen corazón, el mundo necesita que seamos más inteligentes y efectivos.
Tiene que ser ahora, mientras nosotros nos reunimos y debatimos sin parar la gente cae en las cunetas y se muere.
No tenemos tiempo de esperar a todos o a muchos más, tiene que ser aquí y ahora, tenemos que ser nosotros.
Gracias por la difusión. Saludos. Javier
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