El curso político empezaba tal como analizamos en su día. Ante el nuevo Gobierno y sus promesas de reforma, nosotros situamos la necesidad de una mayor organización en el camino de la lucha constructiva y propositiva, en el sentido de que seamos nosotros, los propios estudiantes y la Comunidad Educativa, quienes planteemos a la ofensiva nuestras reivindicaciones, sin plegarnos a los ritmos y promesas parlamentarias, que nada nos garantizan. En este contexto y sin previo aviso, acuerdo, o información a las organizaciones representantes de la Comunidad Educativa, el Sindicato de Estudiantes se lanza a la convocatoria de una huelga. El Frente de Estudiantes ha decidido en base a los mecanismos de debate internos no secundarla. A continuación, se exponen los motivos.
En primer lugar, entendemos que se trata de una convocatoria no solo no consensuada sino que ni siquiera consultada con el resto de organizaciones conformantes de la comunidad educativa y el movimiento estudiantil. Además, entendemos que está totalmente desmarcada de los ritmos de la lucha de base y a pie de aula, por lo que no responde a una fecha lógica y conveniente a los estudiantes, sino a una fecha mediática próxima a la publicación de la sentencia del caso de La Manada. En este sentido, se trata de una convocatoria totalmente oportunista y con el claro objetivo de que sean sus siglas las que obtengan el rédito político de una movilización que, auguramos, tendrá nula repercusión en cuanto a participación estudiantil se refiere.
La realidad del movimiento estudiantil no es la de hace unos años y el Frente de Estudiantes se ha configurado como herramienta útil a los ojos de cada día más estudiantes. Así ha ocurrido también al ser reconocidos como organización seria y válida para la lucha por otros muchos agentes de la Comunidad Educativa, así como las propias instituciones y también, en muchos casos, por los medios de comunicación. Por tanto, siendo conscientes de que aún a día de hoy el SE tiene una gran capacidad mediática que nosotros aún no alcanzamos, entendemos que en este caso concreto no podemos secundar la huelga y plegarnos a unos ritmos de lucha que ni son los del estudiantado del país, ni respetan a la Comunidad Educativa.
Consideramos que es el momento de dar un golpe sobre la mesa; de señalar que la huelga es una herramienta de lucha, y no un medio para mantener vivas a organizaciones sindicales que no luchan por los derechos de quien dicen representar. Una huelga contra la justicia patriarcal, en el entorno temporal de la resolución judicial que resuelva el asunto de la Manada, solo tiene de estudiantil la demanda de una asignatura de educación sexual. Así con todo, atendiendo a esta reivindicación, que es perfectamente comprensible e incluso se encuentra en nuestro programa, creemos que los y las estudiantes tenemos que protagonizar una lucha integral: entendemos que sin propuestas y un programa en defensa de una educación pública, gratuita, de calidad, y al servicio del pueblo trabajador, es imposible acabar con la desigualdad y el machismo en las aulas.
¡Depende de ti!
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