¿Cuánta energía gasta de más un centro escolar? ¿Cuánta consumiría si sus alumnos se preocuparan por ello? La respuesta se está empezando a palpar en tres centros escolares del distrito Centro de Madrid, que participan en un programa piloto del Ayuntamiento para fomentar el ahorro de energía en edificios públicos y que ha conseguido evitar el gasto de cerca de 5.000 euros en las facturas de luz y agua con respecto al curso anterior.
El colegio que más consiguió ahorrar durante 2016/2017 es el malasañero CEIP Pi i Margall, ubicado en la plaza del Dos de Mayo. Las buenas prácticas de sus alumnos redujeron en un 24% su gasto en luz y en un 20% el de agua. En total, casi 1.800 euros. Su principal herramienta fueron las Patrullas Verdes: grupos organizados de alumnos de 5º y 6º de primaria que tenían como labor recorrer las clases en busca de luces encendidas o grifos abiertos.
Estos vigilantes de la energía se encargaron de que no quedaran equipos encendidos ni pizarras eléctricas en uso al finalizar las clases y, si se las encontraban, apuntaban la incidencia y la trasladaban para alertar al responsable de haber dejado la luz dada. Además, podían comprobar a diario si su labor estaba teniendo resultado, gracias a unos equipos de medición instalados en las aulas, que comparaban el consumo del mismo día del año anterior.
Los equipos los colocó en el centro el Ayuntamiento de Madrid, dentro de la iniciativa de eficiencia energética que se denomina Programa 50/50 y que también se puso en marcha en el CEIP Vázquez de Mella, en el San Ildefonso, en centros de mayores del distrito y en la Junta Municipal. Pero el esfuerzo del ahorro ha sido organizado por la dirección de cada colegio, los alumnos e, incluso, el personal de limpieza.
“El ahorro lo hemos conseguido incluso a pesar de la subida del precio de la luz”, destaca Alberto Fernández, jefe de estudios del centro. El docente detalla a Somos Malasaña que el programa de ahorro energético también se extendió a otras áreas no mesurables como el reciclaje, también con buena acogida: se elaboraron tarjetas de navidad con materiales deshechados y durante el carnaval los escolares se disfrazaron usando objetos reciclados. Además, se consiguió reunir una importante cantidad de tapones sin uso para otro proyecto.
Ahorro = inversiones para el colegio
Los casi 1.777 € que consiguió ahorrar el Pi i Margall no se quedarán en las arcas municipales. El Ayuntamiento recompensó durante el verano al centro escolar, siguiendo la filosofía del 50/50: el 50% de los ahorros se otorgaron al colegio como premio y el 50% restante se destinó a mejoras de equipamiento en materia de eficiencia energética. En concreto, el consistorio cambió la iluminación del colegio a luces LED, que permitirán un mayor ahorro en el futuro. Mientras, el centro destinó su parte del ahorro a la compra de material escolar y a una actividad formativa con los alumnos de 6º de Primaria en la Sierra de Madrid.
El Programa 50/50 continúa en este centro durante el curso 2017/2018, en el que la dirección del Pi i Margall confía en repetir los buenos resultados cosechados el pasado año y ser merecedores de una placa distintiva como colegio excelente en ahorro energético. El objetivo es ahora el gasto en calefacción, que se dispara en los días no lectivos, debido al sistema compartido de radiadores con la escuela infantil anexa: las jornadas en las que la guardería abre y el colegio no el gasto en calefacción acaba siendo el mismo.
Las Patrullas Verdes siguen buscando este año luces encendidas a destiempo para ahorrar energía, aunque -a diferencia del curso pasado- sus pasos son iluminados ahora por lámparas de tecnología LED. El otro cambio con respecto a cuando iniciaron sus rondas es que este año, en un mueble de un pasillo, junto a los grandes trofeos escolares cosechados por los alumnos del centro, luce un modesto diploma que les recuerda todos los días los resultados de sus enseñanzas energéticas.
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