Buenas tardes,
Me dirijo a ustedes para hacerles llegar la situación que estamos viviendo los docentes interinos de la Comunidad de Madrid al finalizar el curso escolar.
En distintos acuerdos y preacuerdos, se ha recogido que, este curso 2016/2017, aquellos interinos que trabajen más de 9 meses cobraremos los meses de verano. Dicho esto me gustaría hacer unas aclaraciones.
En primer lugar, hoy estamos a 26 de junio, y en varias Direcciones de Area Territorial consultadas telefónicamente, nos han hecho saber que no han recibido ninguna orden para pagarnos los meses de julio y agosto, por lo que, a pesar de lo firmado en diversos preacuerdos y acuerdos, entendemos que el día 30 de junio (dentro de 4 días), nos iremos nuevamente al paro. Son las Direcciones de Área las que gestionan los Recursos Humanos de la Consejería, por lo que son ellas las que emiten nuestras nóminas, deberían ser las primeras en ser informadas de si vamo a cobrar o no.
Tanto si finalmente se cobra o como si no, creo que se debería avisar con más tiempo de forma oficial, ya que esta situación genera mucha incertidumbre. A 4 días de fin del nombamiento, desconocemos si tenemos que solicitar cita en el INEM, buscar otros empleos... etc.
En segundo lugar, la información que nos llega (a través de sindicatos, no de forma oficial), es que los nombramientos se prorrogarán hasta el 31 de agosto, pero que no se puede garantizar que cobremos los meses de julio y agosto normalmente. En algunos casos nos dicen que cobraremos ambos meses en agosto, y en otros que cobraremos en spetiembre. De ser esto cierto, me gustaría que reflexionaran sobre lo que esto puede suponer en nuestra economía familiar. Estar dos meses sin recibir ningún ingreso es una situación que la mayoría de nosotros no podemos permitirnos. Los pagos de hipotecas, alquileres, recibos de servicios... van a seguir llegando a nuestras cuentas, independientemente de que cobremos o no.
En tercer lugar quisiera hacerles llegar una reflexión sobre la situación particular del Cuerpo de Profesores de Secundaria, del que formo parte. Hace años, cuando se cobraba el verano de forma habitual, esta prórroga se realizaba hasta el 15 de septiembre. De esta forma, se contribuía a garantizar la calidad de la educación, puesto que los profesores que habían trabajado durante todo el curso con el alumnado, eran los mismos que les evaluaban en septiembre. Además, se facilitaba el traspaso de información entre los "antiguos" y los "nuevos". En la actualidad, la prórroga del nombramiento es hasta el 31 de agosto, por lo que esta continuidad no se garantiza en absoluto. Personalmente, opino que, "cobrar el verano" como reivindicación, no tiene sólo un contenido económico, sino que tiene que ver también con esta parte educativa y pedagógica, que redunda en la calidad de la educación que, desde el sistema público ofrecemos a la población.
En cuarto y último lugar, me gustaría particularizar áun más, haciendo referencia a la situación de mi especialidad, Orientación Educativa. Los orientadores trabajamos en todas las etapas del sistema educativo, desde la educación infantil de primer ciclo, hasta la educación de adultos, pasando por conservatorios de música y centros de educación especial.
Una parte de nuestro colectivo trabaja en Equipos de Orientación, atendiendo Escuelas Infantiles y Casas de Niños (desde los Equipos de Atencion Temprana), y Centros de Educación Infantil y Primaria (desde los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica). En estos casos, y según recoge la Orden de 9 de diciembre de 1992 por la que se crean estos Equipos, el personal de los mismos, permanece trabajando en la sede hasta el 15 de julio.
Pues bien, dada la situación de incertidumbre que estamos viviendo este curso, como decía anteriormente, a fecha de hoy, 26 de junio, los compañeros que desempeñan sus funciones en los Equipos, no saben si su trabajo finaliza el 30 de junio o el 15 de julio. Imaginarán que esto dificulta y mucho la oganización del trabajo, pues no es lo mismo planificar hasta una fecha o hasta otra. Por otra parte, a nivel familiar, también está generando muchos problemas de organización. El hecho de desconocer cuando va a finalizar su vinculación laboral hace que sea imposible conciliar la vida laboral y la personal: cuidado de hijos, de mayores a cargo, etc.
Soy consciente de que somos un colectivo muy pequeño dentro del sector de la educación, pero como verán las repercusiones de saber si cobramos o no el verano (y cuándo), van más allá de lo meramente económico.
A 4 días para el 30 de junio, es tarde para que la Administración emita una declaración oficial que subsane esta situación, pero me gustaría que, al menos, todos seamos un poco más conscientes de lo que esto supone en la realidad de nuestras vidas cotidianas,como he dicho, o se trata de cobrar o no, hay mucho más detrás de esta reivindicación.
Llevamos todo el curso esperando esta declaración oficial, no creo que haya sido problema de planificación o de improvisación de una medida, pero para nosotros, está siendo un gran inconveniente, tanto a nivel laboral, como personal.
Espero y deseo que esta situación se resuelva inmediatemente y que podamos organizarnos trabajo y vida personal con normalidad lo ante posible.
Muchas gracias por su atención, sin otro particular
P. J.
Orientadora Educativa
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