A falta de escasos dos meses para el inicio del curso escolar 2016-2017, la situación educativa en Butarque parece ir mejorando, aunque sin perder de vista que aún deben finalizarse las obras de la segunda fase del instituto e iniciar el proceso de licitación y construcción de la tercera.
Si esto no sucede, la escolarización de los admitidos en el instituto en septiembre corre peligro ya que como recordamos, la política de construcción por fases que se sigue desde la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, a pesar de haber una demanda tan fuerte de plazas públicas para secundaria y bachillerato, hace que sigamos viviendo con incertidumbre otro nuevo inicio de curso.
La buena noticia es que el pasado 8 de Julio, y justo después de que el día anterior se votara una propuesta en la Asamblea de Madrid sobre este tema, se comunicó a las familias de los 27 estudiantes de primero de bachillerato (que hasta ese momento seguían en la incertidumbre de no saber dónde iban a estudiar a partir de septiembre) desde el Instituto Juan Ramón Jiménez, que finalmente tendrían plaza en el mismo al haberse aprobado la apertura de una nueva aula, por lo que podrán matricularse en su barrio. Estos estudiantes proceden de uno de los colegios de Butarque, la Agrupación Escolar Europa, que a pesar de ser un centro concertado, no cuenta con aulas de bachillerato.
Todo ello se ha logrado gracias a la lucha vecinal, al apoyo de innumerables colectivos y también a los medios de comunicación que nos han dado voz en este tiempo.
La consejería de Educación afirmó en el pleno de la Asamblea que los alumnos de la Comunidad de Madrid tenían plaza en la primera opción elegida en el 97% de los casos, afirmación falsa según puede desprenderse de los datos de falta de plazas en el barrio, en el distrito y en toda la Comunidad de Madrid.
Aún nos queda mucho camino por recorrer ya que la capacidad del instituto es claramente insuficiente y en los años venideros se necesitarán más aulas, o un nuevo centro educativo.
No debemos olvidar que todo lo conseguido ha sido gracias a la presión y la lucha que se ha llevado a cabo durante todos estos años.
La educación es un pilar fundamental de nuestra sociedad, no debemos permitir que un derecho básico como este vuelva a ser vulnerado.
Os dejamos el testimonio de los que han tenido que sufrir los padres estos meses desde que les notificaron que no había plaza para sus hijos y que finalmente se han ganado una plaza al hacer recapacitar a la Consejería de Educación.
¡Lo hemos conseguido!
Nuestro problema es una parte más de la histórica lucha vecinal por la construcción del instituto llevada a cabo por la asociación de vecinos y los Ampas de los colegios afectados.
El pasado 4 de Mayo aparecieron las listas de admitidos en el barrio y los alumnos procedentes de la Agrupación Escolar Europa que tienen que cursar bachillerato el año que viene se quedaron sin plaza. La Consejería no les concedió ni el Juan Ramón Jiménez, solicitado como primera opción, ni ninguno de los institutos públicos del distrito.
La primera reacción fue que nadie quiso hacerse responsable del futuro escolar de nuestros hijos, algo que también ocurrió en otras zonas de Villaverde ante el mal endémico de la falta de plazas en el distrito.
Empezamos a reorganizarnos, a buscar cualquier tipo de respuesta y a hacernos oír allí donde quisieran escucharnos. Llamamos a todas las puertas, algunas permanentemente cerradas.
Los vocales vecinos del distrito de Villaverde, se mostraron sensibles. Vinieron a vernos Ahora Madrid, PSOE y Ciudadanos. El PP también se interesó en la fase inicial, aunque declinó más tarde con el silencio como respuesta.
El concejal del distrito nos dio voz y pudimos explicar en el pleno nuestro problema.
Acudimos a a plataforma por la enseñanza pública de Villaverde, un foro donde están presentes todos los actores educativos del barrio. Allí arrancamos algunos compromisos. La FAPA Giner de los Ríos se comprometió a ayudarnos de manera activa. Y así cumplió hasta el final.
Registramos quejas, reclamaciones y peticiones de entrevistas a la Consejería de Educación, al Servicio de Atención a la Escolarización, A la dirección del Área territorial y al propio Instituto. De forma individual y colectiva. Hablamos telefónicamente con el inspector de nuestra zona. Acudimos a la “Marea Verde” y al sindicato CCOO.
Pasaban los días y nadie podía o quería darnos ninguna respuesta. Insistimos en la Junta de Distrito, porque las relaciones fueron siempre cordiales y aunque no tenían ninguna competencia en nuestro caso. El concejal convocó una reunión para escuchar las necesidades educativas del barrio.
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