Mariano nos envía este artículo publicado en noalttip.blogspot.com.es:
El periódico Financial Times publicó el pasado 23 de octubre una carta filtrada que han enviado 14 Estados miembros de la UE, entre ellos España, en la que piden a Juncker que mantenga el mecanismo de Solución de Controversias Inversor Estado (ISDS), en línea con el compromiso establecido en el mandato de negociación del TTIP.
Leaked letter: 14 ministers take on Juncker over trade
Comenzó como una guerra interna dentro del nuevo régimen de Jean-Claude Juncker. Pero rápidamente se están multiplicando las discusiones convirtiéndose en la que podría ser la primera lucha política de la Comisión de Juncker.
La disputa se centra en el oscuro sistema anterior de arbitraje comercial que permite a las empresas que consideran que los tribunales nacionales no les ofrecen un juicio justo recurrir a un panel internacional de expertos en resolución de controversias conocido como ISDS, en referencia a solución de controversias inversor-estado.
Los sistemas ISDS se han vuelto relativamente habituales en los tratados internacionales de inversión, pero de repente – y para sorpresa de muchos de sus defensores – se han convertido en el principal y único elemento de discordia entre los opositores al mayor acuerdo de comercio del mundo, el pacto que actualmente se está negociando entre EE.UU y la UE.
La oposición de los social demócratas en Alemania, el país donde irónicamente el ISDS fue creado, ha colocado al ISDS en el centro de la discusión política, y Juncker – exhortado, según dicen los funcionarios, por su poderoso jefe de gabinete, el abogado alemán Martin Selmayr – ha tomado posición claramente junto con los escépticos. La posición ha llevado al enfrentamiento abierto con Cecilia Malmström, su próxima comisionado que apoya un sistema similar al ISDS en el recién completado acuerdo comercial entre la UE y Canadá.
Pero como informamos en la hoy agotada edición de FT, los países que promueven el libre comercio están contraatacando. Una carta de los ministros de los 14 estados miembros – incluyendo Inglaterra, España, Portugal, Suecia y la República checa– directamente le recuerda a Juncker que el ISDS fue incluido en el mandato para las negociaciones que los 27 estados miembros en su totalidad le enviaron a la Comisión el año pasado. Hemos publicado una copia de la carta aquí.
El párrafo clave es el que sigue a continuación. Para los neófitos,“protección de inversores” es una palabra clave en el ISDS, y TTIP es el acrónimo del acuerdo comercial entre la UE y EE.UU., que se refiere a la asociación transatlántica de comercio e inversión:
Uno de los temas que ha atraído críticas es la protección de inversiones. La Comisión actualmente está analizando los resultados de una consulta pública sobre este tema y estamos esperando la respuesta de la Comisión. La consulta fue un paso importante para asegurar que logremos el equilibrio correcto para garantizar que los gobiernos conserven su libertad absoluta para regular, pero no de una manera en que discrimine a las empresas extranjeras...El mandato del Consejo es claro en su inclusión de los mecanismos de protección de inversores en las negociaciones del TTIP; necesitamos trabajar juntos acerca de la mejor manera para hacerlo.
Lo que hace a la carta más interesante es lo que sucedió antes y después de que los países se la enviaran a Juncker. El asunto se hizo público el mes pasado cuando, luego de, según los funcionarios, un estancamiento en las discusiones entre Malmström y Juncker acerca del ISDS, Malmström fue obligada a desmentir sus propias respuestas escritas al Parlamento europeo enviadas para la audiencia para confirmarla en el cargo, en la que ella parecía anunciar que el ISDS no iba a ser más parte del acuerdo.
Luego de que Malmström anunció públicamente en Twitter que la oración referida al ISDS “no fue escrita por mí” se conoció que Selmayr fue el verdadero autor del texto, que luego fue modificado y presentado en el comité de comercio del parlamento.
Ese pareció ser el final de la historia hasta ayer – el día después a que la carta de los14 ministros fue enviada – cuando Juncker, durante su discurso en el parlamento en ocasión de la aprobación final de su comisión, anunció que Malmström no tendría la última palabra en el asunto del ISDS. En su lugar el asunto estaría a cargo de Frans Timmermans, el incondicional laborista holandés que será el vicepresidente primero de Juncker. Su anuncio pareció una reprimenda directa para Malmström:
En el acuerdo que mi Comisión eventualmente presentará ante esta casa para su aprobación, no existirá nada que limite a las partes el acceso a los tribunales nacionales o que permita a tribunales secretos tomar la decisión final en controversias entre inversores y estados. Le he solicitado a Frans Timmermans, en su rol de vicepresidente primero a cargo de la aplicación de la ley y de la carta de derechos fundamentales, que me asesore en este tema. No habrá cláusula de solución de controversias inversor-estado en el TTIP si Frans no está también de acuerdo.
Malmström de nuevo usó Twitter para insistir en que no existen “ diferencias” entre ella y Juncker sobre el tema. Y los funcionarios insisten en que sumar a Timmermans era más una decisión política que una reprimenda contra Malmström, ya que los partidarios de este holandés de centro izquierda en el Parlamento europeo (y en Berlin) son el obstáculo más probable para el acuerdo comercial. Malmström es una liberal sueca, por lo tanto su influencia dentro del grupo es limitada.
Pero es la guerra declarada con las capitales nacionales lo que podría convertirse en mucho más problemática para Juncker. Menos notables entre los comentarios de Juncker fue lo que pareció ser una réplica directa contra los 14 ministros que le escribieron la carta. Aunque los ministros argumentaban en la carta que el mandato dado a la Comisión deja excesivamente claro que el mecanismo ISDS debe ser incluido en el acuerdo entre la UE y EE.UU., Juncker sostuvo que, de hecho, eso no queda claro:
El mandato para la negociación preve una serie de condiciones que deben ser respetadas por dicho régimen, así como también una evaluación de su relación con los tribunales domésticos. No existe ninguna obligación al respecto: el mandato deja abierto el tema y sirve como guía.
Esto tiene todos los elementos para provocar amplias consecuencias. Una víctima potencial podría ser el largamente demorado acuerdo canadiense, el primero que la UE ha celebrado con una economía del Grupo de los siete. El acuerdo con Canadá no ha sido aún ratificado por el Parlamento europeo. ¿Podría ser aprobado en el parlamento con el verdadero sistema ISDS si Juncker declara el mismo es una amenaza para los tribunales de la UE y debe ser eliminado del acuerdo de EE.UU? No es probable.
Fuente: Traducción del artículo de Peter Spiegel "Leaked letter: 14 ministers take on Juncker over trade" publicado en The Finantial Times el 23 de octubre de 2014.
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