Querría comentar dos cosas, aparentemente diferentes, aunque las considero conectadas:
La primera es la situación en la enseñanza pública, que desde hace unos años va empeorando. Empezó con unos recortes que nuestros jefes decidieron aplicar, negando que fueran recortes (puede verse en las hemerotecas lo que dijeron hace tres y cuatro años), mintiéndonos sobre eso y diciendo que solo trabajábamos dieciocho horas semanales (pueden leerse sus declaraciones) y que el incremento de horas lectivas no iba a ir en deterioro de la calidad de la enseñanza. Ahora estamos con casi la mitad de profesores, con pocas compras de material sustancial para cumplir nuestro trabajo (algunos nuevos módulos necesitan otro material y hay que sustituir al deteriorado), más alumnos, ausencia de profesores expertos (recuerdo que un año quitaron horas, otro mintieron con falsas promesas pidiéndonos que hiciéramos un cálculo de las necesidades más importantes, etc).
Os puedo decir que hace tres años yo trabajaba cuarenta horas semanales para mis alumnos y se que vosotros también lo hacíais. Que con esas horas llegábamos justo para cumplir nuestros deseos y que ahora, seguimos dedicando más tiempo del que nos pagan y nos piden esfuerzos extras a cada momento. ¿No será que quieren terminar de una vez con la calidad de la enseñanza pública?. Solo se que nos han llamado vagos, incompetentes y que seguimos diciendo que si a todo lo que nos piden, en ocasiones cuestiones legales y en ocasiones cuestiones ilegales. Por ello me siento frustrado y engañado.
La segunda, que me parece consecuencia de la primera, es la descapitalización de personal docente de nuestro centro. Porque parece que el próximo año van a dejar de estar grandes profesionales que se han desvivido este curso por sus alumnos tapando los agujeros que otros están horadando. Me parece de todo punto injusto para los que se tendrán que ir a otro centro, para los que se tendrán que ir a la cola del paro, para los alumnos que se los perderán como magníficos profesores, y también para los compañeros que les echaremos mucho de menos y sin ellos seremos peores profesores y peores personas.
Acabo, preguntándome si esta descapitalización de personal muy capacitado será también para terminar con la calidad de la enseñanza pública.
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