Las críticas principales a la reforma Wert deben ser pedagógicas e ideológicas. Por el carácter clasista y segregador, el refuerzo de la red concertada, la confesionalidad, el retroceso democrático e incluso histórico. En este último sentido ver lo que decía el NODO respecto a la Ley General de Educación de 1970, que suprimió las reválidas http://www.youtube.com/watch?v=ivJ-UDuOdXA
Pero veamos cómo afecta al profesorado. Supone un recorte de plantillas públicas al reforzar la red concertada, reducir la inversión y legalizar los recortes: las OPE serían mínimas. Se deteriorarán las condiciones de trabajo por el incremento de la ratio, el aumento de jornada lectiva y la reducción de medios. Fomentará los traslados por el baile de asignaturas y de su carga lectiva, por la especialización y segregación de centros. Potenciará el clientelismo de los equipos directivos al incrementar su poder, seleccionará al profesorado interino y contratará a profesores “nativos”, con la excusa del bilingüismo, al margen de lo que establece la constitución para acceder a la función pública. La gestión del profesorado interino se basará en la rotación y la precariedad, aunque ley no lo diga, de seguirse el modelo de oposiciones propuesto por Madrid que no valora la experiencia. Continuaría el actual déficit de formación permanente, ya desmantelada la red de formación.
Pero sobre todo, es muy negativa por la menor democracia al devaluarse el papel del claustro y del consejo escolar Y por no contar con al profesorado en aspectos tan importantes como la evaluación continua y la decisión sobre la titulación del alumnado, por las nuevas revalidas externas. Ello puede llevar a una desmoralización del profesorado, una menor motivación, participación y compromiso. De tal manera que mucho trabajo voluntario, que hoy se realiza, se podría perder por el desprecio y nulo reconocimiento del profesorado por una ley hecha a sus espaldas. Algo que contrasta con el reconocimiento por la ciudadanía del profesorado de la educación pública en un 88%. Seguiremos trabajando desde muchos sectores del mundo de la educación para que la ley cambie, no vea la luz o en el caso de aprobarse que dure lo que duró la LOCE.
Artículo de Agustín Moreno publicado en ESCUELA Núm. 3.974 (28-2-13)
Entrada relacionada:
No hay comentarios:
Publicar un comentario