La diputada de IU de la Asamblea Eulalia Vaquero calificó hoy de “auténtica barbaridad pedagógica”, la prueba que el Gobierno regional quiere hacer a alumnos de cinco años en una veintena de centros educativos.
“Hacer una prueba externa a los alumnos de cinco años, para saber si han aprendido a leer, escribir y contar, es una auténtica barbaridad pedagógica”, reiteró Vaquero, quien pedirá que el dinero que irá a las empresas privadas para la realización de la prueba “sea destinado a la dotación y aumento de los equipos de orientación para que puedan detectar y actuar preventivamente en los niños y niñas con dificultades de aprendizaje”.
Vaquero dijo que la prueba que se hará a los alumnos es contraria a la Orden 680/2009 de Evaluación Infantil y “pone en evidencia la ignorancia de la consejera sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje, al no tener en cuenta que los ritmos y tiempos de crecimiento y maduración de los niños y niñas, a esta edad, son muy diferentes”.
Afirmó que, además, no se tiene en cuenta que se trata de una etapa educativa no obligatoria.
Afirmó que “los escolares madrileños son los que más exámenes y pruebas pasan de todo el Estado sin que ello tenga nada que ver con la mejora de la calidad de la enseñanza” y aseguró que “son pruebas que sólo buscan la clasificación de los alumnos y de los centros para elaborar un ranking que sólo persigue la selección y segregación de alumnos”.
EL ECONOMISTA.ES: CCOO pide por carta a Figar que no evalúe a los alumnos de cinco años
CCOO ha registrado hoy una carta a la consejera de Educación, Lucía Figar, pidiéndole que de marcha atrás en su intención de realizar una evaluación externa a los alumnos de cinco años, por considerarlo de "dudosa legalidad" al tratarse de una etapa no obligatoria.
En su escrito, la secretaria de Enseñanza de CCOO, Isabel Galvín, se refiere a la "alarma" que ha generado en los centros de Infantil una carta de la Subdirección de Inspección Educativa comunicándoles que en junio se realizará "una evaluación externa para comprobar los aprendizajes" de los alumnos de 5 años en lectura, escritura, numeración y cálculo.
Según Galvín, "sería necesario contar con la autorización de los padres" para realizar la prueba, que además se centra en aspectos muy concretos de aprendizaje que "no aparecen en los objetivos de segundo ciclo de Educación Infantil" del Decreto 17/2008.
Por el contrario, se excluye otros más importantes como la expresión oral, la autonomía o el desarrollo social, en una etapa en que la evaluación debe ser "global, continua y formativa, incluyendo la observación directa y sistemática" como referencia principal, agrega.
Galvín apunta, además, que "desde el punto de vista evolutivo no puede exigirse al alumnado de esta edad que aprendan y evolucionen de forma homogénea", porque el desarrollo neurológico aún no ha sido completado.
Estas pruebas, continúa el escrito, ponen en peligro el respeto a la diversidad, al no tener en cuenta la gran variabilidad personal entre niños y niñas de esta edad, ni factores como el contexto familiar o el centro educativo.
Respecto a que la prueba sea realizada por agentes externos, recuerda que "según la normativa vigente son los tutores o tutoras los encargados de la evaluación en esta etapa".
Este examen, además de no ajustarse a la normativa vigente, "carece de fiabilidad" puesto que parte del "desconocimiento absoluto de la evolución cognitiva infantil", y somete a los menores "a un estrés que no es recomendable a su edad y su momento evolutivo", añade el escrito.
Según Galvín, estas pruebas son "distractores de la opinión pública para no abordar lo verdaderamente importante" en un sistema educativo: las ratio de alumnos por clase, la estabilidad del profesorado, apoyos y recursos.
CCOO acusa a la consejería de adoptar "medidas de carácter ideológico que no resuelven ningún problema concreto" de la educación madrileña, sino que crean "tensiones y malestar" en la comunidad educativa, y concluye pidiendo a la consejería que "se rectrate y no realice la prueba".
Por otra parte, UGT manifiesta su "más absoluto rechazo" a la prueba, que constituye "un paso más hacia el absurdo al que el gobierno de Madrid está sometiendo a la comunidad educativa".
Para Virginia Fernández, "el desarrollo madurativo de los niños y niñas del último curso de Infantil (acentuado por casi un año de diferencia que tienen niños y niñas de un mismo curso) es tan distinto, que todos los especialistas coinciden en lo absurdo" de esta prueba.
La Consejería de Educación asegura que "no va a realizar ninguna prueba de nivel a los alumnos de 5 años" de la región, sino que Inspección Educativa "está haciendo, dentro de sus competencias, un estudio en una pequeña muestra de centros" cuyo objetivo es conocer si se está impartiendo el currículo aprobado por la Comunidad para este ciclo.
"No se va a hacer ningún examen, no habrá ninguna prueba ni se examinará a título individual a ningún alumno. No habrá ningún tipo de calificación para ningún alumno ni para ningún centro", subraya en un comunicado.
Este estudio se llevará a cabo "en apenas dos docenas de centros" por la inspección educativa y dentro de sus propias atribuciones, por lo que "no acarreará ningún tipo de coste para la Administración".
Asegura, asimismo, que es "absolutamente falso" que se incumpla la Orden de Evaluación Infantil 680/2009 de la Consejería de Educación.
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