Sin embargo, se trata de algo mucho más grave. El trabajo en la tutoría, con el que ya intentaron acabar en el curso pasado, es un puntal básico de la mejora de la calidad de un centro educativo pues es el que permite, por ejemplo, un mayor contacto con las familias, la detección de dificultades de aprendizaje o una mayor preocupación por aquellos alumnos con problemas. Parece claro: se trata de desprestigiar la tutoría como algo innecesario y con ello la educación pública, y son certeros en sus ataques contra todos los aspectos fundamentales de la pública. No parece difícil ver la intencionalidad de un modelo ideológico al que le molesta lo público y que desde Madrid se pretende extender a otras comunidades.
— Jesús Ruiz Gallego-Largo. Profesor de Educación Secundaria.
Carta al Director publicada en elpais.com
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