domingo, 30 de diciembre de 2012

«Sí se puede» (Isaac Rosa)

cadenaser.com: La mirada del viernes. 
Isaac Rosa: "Sí se puede" (28/12/12)

El escritor ha querido mirar en positivo y ha hecho un balance del año dedicado a los ciudadanos. Dice que ellos han sido los grandes protagonistas del año por mantener una actitud activa ante la crisis. Ha elogiado a mineros, funcionarios, jueces, médicos, universitarios, científicos y activistas.



[...]

Es cierto que ha sido un año difícil, un año nefasto, de fracaso, para llorar, ... pero yo me niego a cerrar el año con la cabeza agachada, porque el siguiente paso sería meterme debajo de la cama ante el 2013 que se nos viene encima. Porque, los mismos que hablan de que ha sido un año difícil o nefasto, ya nos están anticipando que 2013 va a ser un año todavía peor. El propio Rajoy hoy nos ha emplazado a que apretemos los dientes y aguantemos hasta el último trimestre de 2013, hasta los últimos meses, porque de aquí a entonces no cabe esperar ninguna buena noticia. 

Yo, como me niego a salir de 2012 llorando y a entrar en 2013 temblando, al hacer este balance he preferido mirar a la otra cara del año, a todas esas otras cosas que ha ido en paralelo a las que antes enumeraba y que hacen de este año un año un poco menos difícil, un poco menos horrible, un poco menos de llorar o de olvidar y que nos permiten afrontar 2013 con algo más de esperanza. Así que yo te propongo que hagamos un balance en positivo:

2012 ha sido nuestro año, el año de los ciudadanos, y, puestos a elegir un protagonista del año, que es lo que se hace estos días, yo creo que no ha habido ningún gobernante, líder político o ningún nombre propio que esté a la altura del verdadero protagonista del año, que ha sido el ciudadano resistente.


Hoy Rajoy en su discurso nos daba las gracias por nuestro comportamiento, pero se refería a nuestra capacidad de aguante, a lo que hemos soportado; y yo doy las gracias a muchos de mis vecinos por todo lo contrario, por no aguantar, por no soportar.


Este año hemos visto a profesores y familias defendiendo la Enseñanza Pública; hemos visto a médicos dejándose cientos de euros de sueldo en la huelga para defender la Sanidad Pública; a los mismos médicos desobedeciendo aquella ley injusta que dejaba sin atención a los inmigrantes sin papeles; hemos visto a mineros saliendo de los pozos, recorriendo España, ... ; hemos visto a funcionarios encontrando la complicidad de los ciudadanos; jueces y fiscales movilizados contra las tasas judiciales; universitarios dando clases en las plazas; científicos defendiendo nuestro futuro. Este año hemos visto también activistas parando desahucios de familias sin recursos, ... arrancando compromisos a bancos, obligando al gobierno a dar un paso, ... consiguiendo, en definitiva, que el problema de la vivienda esté en el centro de la agenda.



2012 ha sido el año de las mareas, de las mareas de todos los colores y por todas partes. El año de las dos huelgas generales, de los rodeos al Congreso, de las miles de manifestaciones y acciones de protesta de todo tipo, algunas muy imaginativas y muy eficaces. Esta misma tarde miles de personas se han convocado a si mismas y se han concentrado en más de 30 ciudades para pedir la libertad de Alfonso Fernández, ... que sigue encarcelado desde la Huelga del 14N; todavía estamos esperando alguna respuesta.

Ha sido también un año en el que hemos visto nacer nuevas redes de solidaridad, de apoyo mutuo, experiencias de organización vecinal totalmente autónomas y también cientos de casos, la mayoría anónimos, de gente que ha ayudado a otra gente, que ha compartido lo que tenía, que ha aportado a bancos de alimentos, a cajas de resistencia, a proyectos y recursos, a recogida de firmas, a sus propios vecinos ... 


Ha sido, yo creo, un año de aprendizaje, aprendizaje forzoso, pero de aprendizaje; hemos aprendido a cuidarnos a nosotros y a los demás; hemos aprendido a defendernos sin esperar que los de arriba nos defiendan. A exigir, en vez de a rogar; a tomar cuando no nos lo dan. Hemos aprendido a actuar como colchón y como escudo unos de otros. Y, en definitiva, yo creo que hemos aprendido a tomar el control de nuestras vidas, a ser autónomos, a ser más libres y más dignos  también. 


Decía hoy Rajoy, cuando le preguntaban si se arrepentía de algo de lo que ha hecho en 2012, que, si no hubiera tomado las medidas que ha tomado, a saber dónde estaríamos a estas alturas, que estaríamos mucho peor.



Pues yo digo lo mismo en mi balance; yo prefiero no imaginarme dónde estaríamos hoy, qué sería de nosotros sin las mareas ciudadanas, sin las luchas individuales y colectivas, sin toda esa dignidad que hemos ido acumulando este año. Y estaríamos mucho peor, seguro; porque, aunque pueda parecer hoy, al hacer balance, que vamos perdiendo, que ni los médicos han parado la privatización sanitaria ni los profesores consiguieron revertir los recortes o la Ley Wert, ni los activistas han conseguido frenar más que una parte de los desahucios, pero, sin todo ese esfuerzo, sin toda esa solidaridad y esa conciencia, todo habría sido mucho más fácil para quienes están aprovechando la crisis para imponer su programa de máximos  y habrían llegado mucho más lejos de donde han llegado ya. 

Por eso yo hoy soy optimista, no agacho la cabeza ni me escondo debajo de la cama, porque quieren que esperemos 2013 con miedo para que no nos movamos; pero yo sé que 2013 va a ser mejor, porque   todo lo anterior, todo eso que hemos aprendido y construido en 2012 no se pierde, está ahí y va a ir a más. 


Yo creo que el lema de este final de año, que es el más coreado últimamente en todos los actos de protesta, lo dice bien claro: Sí se puede, así que yo me quedo con eso.

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