La desorganización de la Consejería
En este comienzo de curso han reaparecido problemas antiguos: el nombramiento de los profesores y especialmente de los interinos. Así había convocatorias de actos públicos para asignar plazas el 18 de septiembre, cuando el curso empezaba –según las prisas y voluntad de la consejera- el día 11. Se ha cambiado el día y se ha creado el desorden y una cadena de reclamaciones. Consecuencia: que al final consigue hacer los contratos en los últimos días de septiembre y nuevo ahorro de la consejera. Pero se atrevió a decir que la causa eran problemillas informáticos y el retraso que se produce en sustituir las bajas, como si este fuera el caso. Deben saber los ciudadanos que este proceso ya estaba dominado y se había agilizado, hasta que Figar ha empezado a recortar. La responsabilidad operativa es de las Direcciones territoriales, especialmente la de Madrid-Capital, que coordina el proceso. Ahí está la responsabilidad de la Directora Belén Aldea y de su segundo, Francisco Cilleruelo, que dejó la dirección del IES Ciudad de Jaén para hacer, según dijo en su despedida, una gran gestión. A la vista está lo hecho en el primer inicio de curso, aparte de otros temas de gestión como los medios grupos. Pero también parece que no hay posibilidad de iniciativa en ningún nivel de la administración educativa y que todo responde a las indicaciones del ámbito de la consejera.
Pérdida de horas en los centros. Esta es la principal consecuencia de la desorganización de Figar. En los centros concertados empiezan con todos los profesores y no pierden horas. La Consejería les transfiere el dinero. En los centros públicos la responsable del comienzo y de que no se pierdan horas es Figar, porque cobra por ello, tiene a funcionarios y tiene el presupuesto necesario. Pongamos el ejemplo de seis institutos de la Comunidad de Madrid: profesores que faltaban en la primera semana de clase: 18; horas de clase perdidas por esta causa: 281. Según cálculo hecho por la Junta Directiva de ADIMAD (Asociación de Directores de Madrid) en base a la información de los centros, al inicio de las clases faltaban en los institutos 2,8 jornadas sin cubrir, lo que representa 38,70 horas lectivas semanales y esto supone que no se imparten 12.000 horas de clase a la semana. ¿Cómo lo explica Figar? Habrá que descontárselo del sueldo, como ella hace con los profesores cuando hacen huelga o faltan por enfermedad que no sea profesional.
Los intereses creados: los profesores nativos de inglésEsta fue una imposición de Aguirre, seguida a ciegas por Figar. Ambas pensaron y aplicaron el cambio en el nombramiento de profesores de los centros públicos. Intentaron agarrarse al articulado de la Ley de Educación de Andalucía y no decía lo que ellas querían aplicar; luego buscaron la estela de Wert en el primer borrador de la LOMCE, pero esto era un borrador, ni siquiera proyecto de ley, y tampoco podía cambia la Ley de Función Pública. ¿Recuerdan el caso Gisbert, otrora servidor de Figar y luego ascendido y caído en el MECD? Resultado: ellas siguieron adelante, pero están en el juzgado, acusadas de prevaricación por una demanda de FETE-UGT. Y en este paso han intentado embarullar todo y decir que esos profesores nativos no hacían lo que hacían. Ahora están pendientes de la resolución de la Sala de lo Penal del TSJ de Madrid.
En este proceso se ha oído hablar de convenios con universidades americanas e inglesas, pero no se han visto tales convenios ni son públicos los procesos de selección. Sí se conocieron las presiones de la Consejería a muchos directores de centros para colocar a esos profesores.
¿Qué pasa este curso? Primero, que la Directora General de Calidad, responsable del tema, Rocío Albert López-Ibor, se ha ido a principios de julio a la Dirección General de Universidades y seguro que se ha quitado un peso de encima. Segundo, que el proceso que seguían de nombramiento de estos profesores está en los juzgados. Tercero, que muchos de los profesores nativos llamados tienen dudas cuando se enteran de lo que ocurre y como se les lanza a ellos a dar la cara en los centros. Cuarto, parece que la solución que encuentran es que sean solo profesores de apoyo de conversación, lo que ya existía antes y era otra cosa. En esas estamos.
La manipulación en el nombramiento de los directoresEs este un viejo objetivo y práctica de la Consejería. Se lanzaron de lleno en el proceso de selección de 2005, especialmente en la Zona Este, con la entonces Directora Territorial, García Patrón, y ahora Directora General de Enseñanza Secundaria y Formación Profesional. En el curso pasado fueron llamativos los casos de nombramiento a dedo y ajenos al centro en los IES Beatriz Galindo y Pío Baroja.
En ambos se acrecientan los conflictos: en el Beatriz Galindo, con el renovado intento de cerrar ciclos de FP y trasladarlos a otros centros, y cambiar la composición del alumnado; en el Pío Baroja, con el desmantelamiento de ciclos formativos, cuando más falta hacen. Pero el objetivo es acomodar el procedimiento para nombrar a dedo. Así, en algunos casos nombran al Jefe de Estudios –como procede- cuando sale el director trasladado a dedo a otro centro (casos del Marqués de Suanzes o Ciudad de Jaén), pero en otros, no, como en el IES Gabriela Mistral, de Arroyomolinos, donde aparece una directora a dedo y con comisiones de servicio para todo el equipo, cuando en los centros han quitado esas comisiones. O el vodevil del IES Ciudad Escolar, que ha tenido tres directores entre julio y 1 de septiembre. Magnífica gestión de Belén Aldea y F. Cilleruelo.
También podíamos contar cómo los directores, en el mes de julio, esperaban semana tras semana las instrucciones, los cupos, el calendario, para volver a lo mismo en septiembre; pero muchos de ellos se dedicaban al digno trueque de material escolar (sillas, mesas, balanzas de laboratorio, probetas…) para poder atender necesidades del inicio de curso. Al otro lado no había nadie.
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