domingo, 8 de abril de 2018

MASTERS, LEMES, CIFUENTES Y LA URJC (CUPUMA)

CUPUMA nos envía enlace a su comunicado:


La vorágine de los hechos ha llevado a que el presunto master de la presidenta de la Comunidad de Madrid, haya quitado todo su protagonismo al intento de la CAM de aprobar una legislación universitaria, la LEMES, concebida como una avanzadilla de una inminente ley estatal.
La primera intentona no salió adelante gracias a un despiste de Cifuentes, y después la noticia de una presunta falsificación en un master de la URJC por parte de la actual mandataria comunitaria, ha centrado artículos, opiniones, tertulias, etc. Aunque a primera vista pueda parecer estamos ante hechos sin la menor conexión, un análisis más cuidadoso nos revela algo muy diferente.
Peldaño número 1. En el año 2011-2012 Cifuentes -presuntamente- cursa un master de la URJC. Es presencial-eso significa que es obligatorio asistir a clase- y supone 600 horas de clase con un total de 1500 de trabajos. Parece ser que ninguno de sus compañeros de clase ha visto ni una sola vez a la -en aquel momento- delegada del Gobierno.
Digresión número 1. Al poco tiempo de alcanzar el poder, el PSOE y Gregorio Peces Barba consiguieron crear la Universidad del PSOE, a la que dieron el nombre de Carlos III. Al llegar el PP al poder, decidió que no habría un adecuado y justo bipartidismo, si ellos no contaran con su propia universidad, y para no ser menos, la bautizaron igualmente con un nombre regio, pero esta vez más cercano -por lo menos en el tiempo-. Aunque no alcanzara el protagonismo de Peces Barba, Ruiz Gallardón fue el muñidor inicial de la Rey Juan Carlos.
Peldaño número dos. Un partido como es debido debe cuidar de sus militantes y no digamos ya a sus dirigentes. Si el PP tenía ya su Universidad, lo menos que podía hacer era que redundara en beneficio de sus líderes. La historia de la URJC está repleta de ejemplos. Veamos: El del rector plagiario, que se vio obligado a dimitir tras una resistencia numantina y al que las distintas autoridades apoyaron cuanto menos con una pasividad cómplice. El refugio dado por la URJC a dirigentes implicados en la Púnica. O la contratación ilegal por parte del rector plagiario de la hermana mayor de Cristina Cifuentes como profesora visitante, que culmina -al menos provisionalmente- con el culebrón del master.
Digresión número 2. El PP ha sido fiel siempre a uno de sus planteamientos medulares. Si algo funciona adecuadamente, conviene repetirlo hasta que aguante. De los diferentes tipos de organizaciones que ha ensayado, quizá el de Bankia, por un lado, y el de la financiación del PP en la Comunidad valenciana, por otro. han sido los que han obtenido resultados más satisfactorios. Sin olvidar en absoluto la segunda opción, el modelo aplicado en la URJC – y ampliable a toda la Educación- es el de Caja Madrid-Bankia: manteniendo el control férreamente, se está dispuesto a admitir la cooperación de representantes de otros partidos y sindicatos, siempre que se limiten a asentir, cobrar, y asegurarse una brillante carrera docente y/o política. Dado que se trataba de una Universidad Pública (?) nueva, existía igualmente la posibilidad de repartir numerosos cargos entre los más ambiciosos, y los más colaboradores.
Peldaño numero 3 Lo sucedido con Fernando Suarez hizo que saliera a la luz una pequeña parte del planteamiento global, a pesar de que se intentó tapar por todos los medios. Pero lo verdaderamente primordial era asegurar la continuidad por encima de todo. La continuidad es un factor esencial cuando se trabaja en equipo. Y si se repasa con detenimiento la lista de rectores, se puede comprobar- que al menos hasta hoy- esa continuidad nunca se ha roto, ni siquiera se ha puesto verdaderamente en peligro. Pero había cosas que no se podían esconder. Como que un grupo de negros -trabajando en equipo- hiciera corta-pegas que después el rector plagiario-y algunos amigos y/o miembros de su equipo- utilizaron para fabricarse una falsa carrera docente, cobrar sexenios y presentarse a las elecciones. Ni la Universidad, ni los integrantes de la URJC, ni las autoridades, tanto autonómicas como estatales, movieron un dedo. Mas bien hicieron todo lo posible por ignorar lo sucedido, y lograron detener cualquier intento de exigencia de responsabilidades.
Digresión nº 3. Quizá pensando en un futuro -más o menos cercano-, Cifuentes debió de cavilar que seguir el ejemplo de su hermana, podía ser un seguro de vida laboral si las cosas se torcían en política. Procedente del PAS, al igual que su hermana menor Cristina, Margarita ya lleva dando clase en la URJC desde 2016 como profesora visitante, pese a no cumplir los requisitos legales para su contratación. Y con vistas a leer una futura tesis podría resultar muy útil tener un master de la URJC.
Peldaño nº 4. Imagino que lo más atractivo del proyecto, a juzgar por los precedentes existentes, es que el master en la URJC no iba a requerir grandes esfuerzos a la futura presidenta de la CAM. Y es de suponer que por la cabeza de los concibieron dicho plan, no pasó, ni fugazmente, la posibilidad de que algo se pudiera torcer en el plan preconcebido, y mucho menos que eso pudiera repercutir desfavorablemente en la carrera política de Cifuentes.
Digresión nº 4. La LEMES -Ley de Espacio Madrileño de Educación Superior- fue desde el inicio de la legislatura, uno de los proyectos estrella de Cifuentes. Como CUPUMA ha hablado reiterada y extensamente sobre ella, para ayudar a seguir el hilo de la exposición a los neófitos, nos limitaremos a recordar que se trata de un intento de desembarco y control en la Universidad por parte de la CAM, y supone un ensayo comunitario concebido como banco de prueba para una futura-e inmediata-legislación universitaria estatal.
Peldaño nº 5. Como ya viene siendo tradición en el PP, las explicaciones-defensa de Cifuentes cuando el diario.es publicó la noticia de las irregularidades/posibles delitos sobre su presunto master, (no)cursado en la URJC, fueron como mínimo tan imprecisas e inverosímiles, como contradictorias. Primero dijo que había dejado dos asignaturas para el curso siguiente, pero cuando se produjo la rueda de prensa con el Rector y dos de los catedráticos del master, cambió de opinión y se sumó a la teoría defendida oficialmente por la URJC, que era contradictoria e incompatible con la suya.
Cuando las cosas empezaron a ponerse negras se recurrió a negar todo y a asegurar que se trataba de una cacería organizada contra el PP a través de Cifuentes. Pero la cantidad de datos acumulados no dejan lugar mucho lugar a las dudar. Por si fuera poco, el comportamiento de Cifuentes recurriendo bien al plasma, bien a la callada por respuesta, demostraban que no tenía nada que decir. Pero los hechos son inequívocos. Se matricula cuando el master lleva más de un trimestre en marcha, no asiste a ninguna clase pese a ser un master presencial, que requiere como mínimo asistir al 80 % de las clases.
Defiende su trabajo -dice- sin tener aprobadas todo el resto de las asignaturas como exige la legislación. Aprueba 13 asignaturas -con cinco sobresalientes- sin asistir a clase y sin hacer exámenes obligatorios. Presenta el acta de su defensa del trabajo fin de master con un tribunal de composición ilegal y sin ningún sello, confeccionado escasas horas después de la denuncia periodística, y con al menos dos de las tres firmas falsificadas. Se sirve de una funcionaria amiga suya para modificar los no presentados por notables, etc., etc., para culminar con la desaparición total de los 5 ejemplares que debían de conservar, uno la presidenta, y el resto, distintas personas e instituciones dependientes de la URJC.

Lee el comunicado completo en cupuma.org

CUPUMA (Coordinadora Universidades Públicas de Madrid)


Twitter: @cupumad

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