Cuando no parecía posible, cuando nadie lo esperaba y en el lugar que menos se esperaba –como suele suceder con los Acontecimientos con mayúsculas– prendió en las Baleares la llama de una lucha audaz, masiva, coordinada y sostenida. Los docentes de las Islas se organizaron en asambleas abiertas y horizontales, y se agruparon bajo el nombre de Assemblea de docents./1 A su lucha contra el TIL (Tractament Integrat de Llengües /2) se unieron la Plataforma Crida (organización unitaria nacida en primavera 2012 para luchar contra el deterioro de la educación pública, cuyo logo es un embudo dado la vuelta a modo de megáfono /3), las asociaciones de padres y madres, las asociaciones de directores de centros escolares, las de estudiantes, una parte del profesorado de los centros de la concertada, cooperativas educativas, la Escuela Oficial de Idiomas, la Universitat de les Illes Balears y también los sindicatos, dando apoyo a una huelga indefinida que ha contado con el respaldo mayoritario no solo de la comunidad educativa, sino de todo el pueblo de les Illes.
Las primeras chispas de la movilización saltaron en el mes de mayo –poco después de la publicación del TIL –como respuesta a la oleada generalizada de recortes en educación y a los despidos de cientos de profesores interinos. Los días 13 y 20 de mayo de 2013 los sindicatos convocaron dos huelgas en educación con seguimiento irregular, que ya sirvieron para hacer manifiesto el descontento reinante entre los docentes baleares. En los meses siguientes, la Assemblea de docents gana fuerza por sí misma y comienza a plantearla posibilidad de convocar para el inicio del curso siguiente una huelga indefinida. A finales del mes de agosto tiene lugar en la localidad mallorquina de Porreres una asamblea en la que se reúnen más de 500 profesores y profesoras que votan masivamente sí a la huelga indefinida, pasando por encima de las direcciones sindicales que veían excesivamente arriesgada y radical la propuesta. Las propias bases de afiliados y afiliadas fuerzan a sus direcciones a convocar dicha huelga y, a la par, la Assemblea de docents lanza la recogida de 5000 firmas a favor de la misma. Ante el clamor y la unanimidad entre las bases, las direcciones sindicales de STEI-i –sindicato mayoritario en el sector de enseñanza de Baleares– y la Federación de Enseñanza de CCOO acuerdan y realizan el registro oficial de la huelga. Se da inicio a partir de entonces a la movilización social más masiva de los últimos tiempos en Baleares que involucra, con los docentes a la cabeza, a la sociedad civil de Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera para mostrar su rechazo al TIL y a los recortes en educación y en defensa de una educación pública y de calidad.
Durante las tres semanas lectivas que van del 16 de septiembre al 4 de octubre los centros escolares de Primaria y Secundaria de las cuatro islas se paralizaron; el curso no comenzó con normalidad (ni sin ella, simplemente, no comenzó) y la actitud autoritaria sumada a las repetidas provocaciones tanto del Govern balear del PP y de su President, José Ramón Bauzà, como de los representantes de la Conselleria de Educación, solo sirvieron para agitar el cóctel de indignación y malestar entre los docentes en huelga y entre la población balear, hasta llegar incluso a alcaldes del PP de diversas localidades y a otros fieles y conocidos votantes suyos. Las masivas movilizaciones mantenidas durante esas tres semanas, promovidas y apoyadas por el Comité de huelga de laAssemblea de Docents y por el Comité de huelga de los sindicatos mediante concentraciones y acciones de todo tipo (ante el edificio de la Conselleria de Educación, en las puertas del Parlament balear, en el acto oficial de apertura del curso académico en la Universitat de les Illes Balears, en las calles de Ibiza y las plazas de Menorca, etc.) no han tenido precedente en los últimos años en las Islas. El punto álgido de las mismas fue la histórica manifestación del 29 de septiembre que convocó a más de 120000 personas en todas las Baleares y que en ciudades como Mallorca, con una manifestación de casi 100000 personas que colapsó durante horas el centro de Palma, ha sido la más grande de su historia. La caja de resistencia creada para garantizar que los docentes en huelga pudieran aguantar la lucha ha supuesto devolver a la actualidad las mejores tradiciones del movimiento obrero y el flujo de aportaciones solidarias –llegadas de todos los rincones del Estado, especialmente de Baleares, Cataluña y País Valencià– no ha cesado hasta superar los 400000 euros más un centenar de valiosas obras de arte que han de salir a subasta.
Ante esta respuesta popular contundente y unánime tras la aprobación del TIL cabe preguntarse, por tanto, qué es lo que ha puesto en pie de guerra al colectivo docente y a la práctica totalidad del pueblo de les Illes, independientemente del sentido habitual de su voto. ¿Es que acaso no es razonable desear un sistema educativo que garantice que, al terminar la enseñanza obligatoria, los y las jóvenes baleares sean trilingües?
Aunque la autoritaria forma en que ha sido impuesto (fue convertido por el President en decreto ley al ser suspendido cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de Baleares) supone por sí misma un grave problema, y la urgencia de su implantación es más que sospechosa, lo peor del TIL no radica en su parte explícita sino en lo que oculta, en lo que queda implícito o infraespecificado, algo que, sin embargo, resulta tan evidente que ha suscitado el rechazo de la comunidad educativa en pleno. Lo que sigue es un intento de explicar qué es lo que se esconde detrás de esta propuesta en apariencia equilibrada y modernizadora que, según lo explica el Govern del PP balear, nació con la única aspiración de mejorar los índices de elevado fracaso escolar endémicos en las Islas.
Qué es el TIL
El Tratamiento Integrado de Lenguas, más conocido por sus siglas TIL, aparece por primera vez recogido en el Decreto 15/2013 del 19 de abril con la firma del Conseller Rafael Bosch, pocos días después cesado de su cargo. El TIL sale publicado en el BOIB nº 53 del 20 de abril de 2013 y entra en vigor tan solo un día después. En este decreto se regula el tratamiento “integrado” de las lenguas (sirvan las comillas para alertar sobre el hecho de que, precisamente, el tratamiento de las tres lenguas es cualquier cosa menos integrado, como se explicará más adelante) en todos los centros educativos no universitarios de Baleares. El objetivo del TIL, en palabras de la Consellera de Educación, Joana Maria Camps, es garantizar que se alcance desde las primeras etapas de la formación una competencia lingüística y comunicativa en las dos lenguas oficiales de la Comunidad y en una extranjera, prioritariamente el inglés.
La forma de garantizarlo consistiría en dividir el 100% de la asignaturas que se imparten en los distintos cursos de primaria y secundaria entre tres y enseñar cada uno de los tercios en las tres lenguas mencionadas: las dos oficiales en Baleares (castellano y catalán) y la extranjera prioritaria, es decir, en inglés que, según se lee en el decreto, “capacita a los ciudadanos para tener éxito en un mundo global”.
Finalmente, el TIL habla de que el castellano debe ser la lengua vehicular durante los primeros años de enseñanza, medida que ya había sido promulgada anteriormente por el cesado conseller Bosch y que recibió una respuesta contraria por parte de las familias, un 80% de las cuales eligió el catalán como lengua de enseñanza para los primeros años de escolarización de sus hijas e hijos. La diferencia de aquella medida con respecto al TIL es que lo que antes era opcional, ahora se torna obligatorio.
Trilingüismo en época de recortes generalizados: un ataque contra lo público
Lo primero que llama la atención es el hecho de plantear la aplicación de un proyecto tan ambicioso en cuanto a sus objetivos en medio de un panorama de ascenso y expansión del programa neoliberal, con recortes generalizados en todo el ámbito público y sin contar con el más mínimo apoyo y consenso entre la comunidad educativa, que es la que lo debe implantar. Al igual que ocurrió con el Plan Bolonia, la implantación del TIL debe ser abordada de inmediato, sin una buena planificación, sin la connivencia de quienes lo deben desarrollar y, por supuesto, a coste cero. Es, sin embargo, de sentido común pensar que cualquier actuación educativa de esta envergadura debería ser concebida como un proceso gradual. Esto exigiría, en primer lugar, planificación, en segundo lugar, inversión y, en tercer lugar, consulta y consenso entre la comunidad educativa y las familias, medidas una y otra vez desoídas por parte del Govern y la Conselleria.
El TIL se impone, por otro lado, en medio de un panorama generalizado muy negativo para la actividad docente, y la lista es larga: se ha aumentado en los últimos años la ratio de estudiantes por aula, se ha reducido el profesorado de apoyo, hay una excesiva rotación de profesorado en los centros, se ha recortado la dotación económica en los mismos o hay retrasos importantes, se han eliminado las ayudas a las familias, las ayudas para los comedores escolares, los programas de reutilización de libros… En Baleares estos recortes se han acusado más intensamente, precisamente por la idiosincrasia de sus centros escolares: alto porcentaje de población extranjera (el más alto del Estado), tasas de abandono escolar muy superiores a la media, elevados niveles de absentismo crónico y la lista también puede alargarse. No es cierto, por otro lado, el argumento esgrimido desde el Govern que pone en relación los resultados negativos de las Baleares en cuanto al éxito escolar con el hecho de que la enseñanza sea en castellano o en catalán. Dicho fracaso está directamente relacionado con la escasísima inversión en educación que históricamente se ha hecho en las Islas, varios puntos por debajo de la media estatal.
Por tanto, y con este panorama de partida, no parece en absoluto factible que los resultados mejoren en los centros públicos con la entrada del inglés en las aulas en asignaturas como Ciencias Naturales, Historia o Plástica; antes al contrario, puede suponer un deterioro mayor de la calidad de la educación pública y de los resultados del aprendizaje al no contar con un profesorado suficientemente preparado, al cual no se va a apoyar externamente como se debería para conseguir los objetivos curriculares exigidos. Piénsese en una profesora con un nivel B2 de inglés (de ello se hablará después) que tenga que impartir Naturales en inglés, sin ningún tipo de preparación específica para ello y en un centro que sufre las condiciones arriba descritas. No es descabellado pensar que, lejos de mejorar, la calidad de la educación pública pueda, en consecuencia, experimentar un claro deterioro.
Trilingüismo en una situación de desigualdad entre lenguas: un ataque contra el catalán
En uno de los párrafos del TIL puede leerse: “[…] La Conselleria de Educación, Cultura y Universidades apuesta, con firmeza, por un modelo plurilingüe, estableciendo a través de este Decreto las bases que favorezcan la armonización de la enseñanza de las lenguas oficiales y de, al menos, una lengua extranjera”. ¿De qué se está hablando cuando se usa la palabra “armonización” respecto al uso de las lenguas de la enseñanza? Lo que el TIL quiere decir con ella es que las tres lenguas deben ser tratadas y usadas en las aulas en igual cantidad, es decir, las tres tienen que tener el mismo peso, lo cual sin duda supone un claro retroceso para la lengua catalana –lengua propia de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, tal como aparece recogido en su Estatuto de Autonomía– que ha sido lengua vehicular en la educación primaria y secundaria de los centros públicos desde su proceso de normalización. Por tanto, el TIL del PP no solo aboga porque el inglés gane un lugar en las aulas, sino que presiona para que el catalán pierda peso como lengua vehicular de la enseñanza en favor del castellano al introducirlo forzadamente como lengua de un tercio de las materias. La política lingüística castellanizadora y españolista es evidente.
En la educación secundaria dicha “armonización” se aplica saltándose el Decreto de Mínimos existente hasta ahora, que establecía que debían enseñarse en catalán, como mínimo, el 50% de las materias no lingüísticas. El peso del catalán se ve reducido con el TIL a un máximo del 20%. Por ilustrarlo con otro ejemplo, en sus instrucciones de aplicación se dice que, para la educación primaria, se han de impartir en cada una de las lenguas oficiales como mínimo las Matemáticas y el Conocimiento del Medio, es decir, que dos asignaturas que antes se enseñaban enteramente en catalán ahora deben pasar a enseñarse, al menos una de ellas, en castellano.
El TIL supone, por tanto, el fin del proceso de inmersión lingüística que había sido, hasta ahora, garante de la recuperación paulatina del catalán, lengua minorizada en los territorios catalanoparlantes durante la Dictadura. Por si esto fuera poco, el texto del decreto también insiste en la defensa de las diferentes variedades lingüísticas insulares (las que son propias de cada isla: el mallorquín, el menorquín, el ibicenco…) frente a la idea de “lengua catalana” como una realidad unitaria que presenta diferentes variedades geográficas. Es decir, que se posiciona en la misma línea que el movimiento político anticatalanista blavero del País Valencià /4 –encabezado por su derecha regionalista– que reivindica que el valenciano es una lengua diferente del catalán y no una variedad de dicha lengua. Este discurso ha sido absorbido de manera uniforme por el Partido Popular tanto en Catalunya, como en el País Valencià, como en Baleares, porque cuadra muy bien con los fines del no reconocimiento de los territorios catalanoparlantes como una entidad unitaria, cuando menos, en lo lingüístico.
Trilingüismo sin profesorado cualificado: un ataque contra la educación y el funcionariado público
Como se dijo antes, el nivel mínimo que se exige al profesorado que ha de impartir asignaturas en inglés es un B2 del Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas /5, que viene a ser lo que se conoce popularmente con un nivel Intermedio alto. Tal y como la Escuela Oficial de Idiomas, entre otros organismos competentes en la materia, y la comunidad educativa en general han afirmado este nivel es totalmente insuficiente para impartir clase de una asignatura específica. No es lo mismo dar clases de inglés (los profesores de Magisterio salen con ese nivel cuando se gradúan) que en inglés. El B2 de inglés garantiza que se pueda mantener una conversación en dicha lengua, pero no que se pueda dar una clase de Historia en ella. Y aunque se prevén cursos de formación específica para el profesorado (sin especificar tampoco cómo se costearán y cuándo deberán realizarse), cualquiera que haya adquirido un nivel alto en una lengua diferente de la materna que pertenece, además, a otra familia lingüística como es el caso del inglés, estará de acuerdo en que la única forma de hacerlo es mediante la inmersión lingüística. Esto implicaría costear la estancia del profesorado en países de habla inglesa, algo impensable en el contexto actual de recortes masivos ya comentado.
Por otro lado, para conseguir un buen aprendizaje de cualquier lengua extranjera, el inglés o la que sea, no es necesario que sea la lengua vehicular de otras materias, sino que bastaría con que fueran más eficaces las clases en dicha lengua, aumentando las horas que se le dedican y, en especial –como diversos especialistas han señalado–, dotándolas de recursos didácticos más eficientes y reduciendo a 12-14 (máximo recomendado para la enseñaza de idiomas) el número de estudiantes por aula en las clases de inglés.
No es mucho lo que se ha dicho hasta ahora sobre los niveles de presión y estrés adicionales que tendrá que soportar el profesorado no preparado para impartir esta docencia en una lengua que no domina. Si ya de por sí no es fácil a veces el ejercicio de la docencia, y menos con los ataques constantes que está recibiendo la enseñanza pública, el elemento adicional de tener que enfrentarse a una clase de adolescentes en una lengua en la cual no se dominan ni el lenguaje técnico ni las propias estructuras necesarias para una adecuada transmisión del conocimiento, puede ser altamente desestabilizador, por decirlo eufemísticamente. Sí se ha señalado, sin embargo, que impartir clases en una lengua que no se domina puede tener efectos perniciosos sobre el aprendizaje de las propias materias; ya hay ejemplos de las nuevas ediciones de los libros de texto adaptados al TIL que muestran con claridad que los contenidos se rebajan de forma evidente para facilitar la comprensión del inglés.
Téntol y el legado de esta lucha que no ha hecho más que empezar
Existe una expresión mallorquina utilizada por las niñas y niños cuando están jugando y quieren detener por un momento el juego para aclarar ciertos términos o dinámicas del mismo que es “téntol”. Esta palabra quiere decir algo así como “tregua” (creo recordar que cuando era niña decíamos algo parecido a “crucis” a la vez que cruzábamos los dedos). La huelga se ha suspendido por el momento, pero no se ha desconvocado, puede ser retomada en cualquier momento una vez se aclaren ciertas dinámicas (la intransigencia y falta de voluntad de llegar a acuerdos de la Consellera de Educación en la mesa de negociación, entre otras). Por eso los docentes en lucha han encontrado en esta palabra una forma de expresarlo: “téntol”, que indica que el conflicto sigue abierto aunque se haya detenido y, de hecho, las formas de desobedecer al TIL son debatidas a día de hoy por los docentes en la asamblea.
Pero ya podemos extraer algunas enseñanzas de esta lucha que, como oía decir hoy mismo a un maestro activo en la misma, no ha hecho más que empezar: en primer lugar destacaría la recuperación de la asamblea como herramienta apta y potente para la deliberación en común y la toma de decisiones. Nadie que aspire a desarrollar una democracia radical con bases que se tienen que coordinar debería ignorar esta experiencia asamblearia exitosa promovida por la Assemblea de docents de les Illes Balears. Como decía Rousseau, lo bueno que tiene la soberanía popular es que es infalible, y así lo ha demostrado en la forma y en el fondo esta asamblea que ha pasado por arriba las coerciones de las direcciones sindicales y su burocratismo anquilosado y paralizante.
En segundo lugar, destaco la recuperación de un valor a la baja en los últimos tiempos y que esta lucha ha puesto de nuevo sobre la mesa: la fraternidad /6, los valores del cuidado y del apoyo mutuo. Desde herramientas como la caja de resistencia, hasta la participación de las abuelas cocinando coques mallorquinas para los docentes en huelga son enseñanzas que debemos recordar para el futuro cercano. En los mercados de consumo que interesan al sistema somos lo que preferimos, todo es optativo, no existen ni el compromiso ni la permanencia. La huelga de docentes ha permitido redescubrir una forma de compromiso antagónica: el cuidado y el apoyo mutuo entre los perdedores y principales damnificados del capitalismo que somos quienes, en realidad, debemos buscar la forma de hacerlo saltar por los aires a la par que nos protegemos mutuamente de sus últimos zarpazos feroces.
Debemos por tanto aprender, para las luchas que vendrán y las que hay en curso, de este vínculo social asambleario, denso, permanente, emancipado, liberado, no sometido, que es la Assemblea de Docents.
Burocracia 0%. 100% compromiso intenso.
10/10/2013
Laura Camargo Fernández es profesora del Departament de Filologia Espanyola, Moderna i Clàssica de la Universitat de les Illes Balears, miembro de PUDUP-Illes (Plataforma Unitària en Defensa de la Universitat Pública) y militante de Revolta Global – Esquerra Anticapitalista Mallorca.
Notas
1/Blog de l’Assemblea de Docents:http://assembleadocentsib.blogspot.com.es.
2/ Pueden consultarse y leerse completos el decreto y sus instrucciones de aplicación en los siguientes enlaces: decreto http://www.caib.es/govern/archivo.do?id=1469328; instrucciones de aplicaciónhttp://www.caib.es/govern/archivo.do?id=1471869 (última consulta: 8 de octubre de 2013).
3/ Blog de la Plataforma Crida: http://plataformacrida.blogspot.com/p/qui-som.html
4/ Este movimiento, hasta la fecha muy minoritario en les Illes, se conoce en Mallorca con el nombre de “gonellismo”.
5/ El texto del MCER puede consultarse íntegramente en:http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cvc_mer.pdf
6/ Esta idea aparece desarrollada por extenso en el recientemente publicado libro de César Rendueles, Sociofobia(Madrid, Capitán Swing).
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