El Gobierno de la Comunidad de Madrid está llevando a cabo
una precarización del profesorado sustituyendo su plantilla de maestros y
profesores interinos expertos por otros sin experiencia que cambiará en cada
oposición utilizando para ello su nuevo
decretazo (Decreto
42/2013, de 9 de mayo, del Consejo de Gobierno, por el que se regula el
procedimiento de selección de funcionarios interinos docentes de ámbito no
universitario en la Comunidad de Madrid).
Este sistema de confección de listas de interinos supone una
ida y venida de maestros y profesores que hace que la inversión en formación
del profesorado y su experiencia no se rentabilice, ya que de esta manera los
interinos se cambiarán por otros nuevos cada dos años, con el descenso de la
calidad de la educación que esto va a conllevar.
Por otro lado la mayoría de los colegios públicos han
empezando el curso faltándoles varios profesores y con una gran cantidad de
niños y niñas sin tutor. Además, con los últimos cambios, y gracias a los
recortes en la educación pública debido a que se desvía el presupuesto de
educación a la privada, aún con la totalidad del profesorado no se cubrirán
completamente las necesidades educativas de los alumnos, siendo el recorte de
maestros y profesores un factor determinante. La administración ha reducido la
plantilla de profesores mediante el aumento de horas lectivas, el incremento de
alumnos por aula, la fusión de centros, la tasa de reposición de personal que
cubre sólo una plaza de cada diez jubilaciones, y la enorme tardanza para
enviar a un sustituto cuando falta un profesor, afectando sobremanera a los
alumnos, ya que influye en la atención individualizada de cada niño, la
desaparición de desdobles y refuerzos, la reducción de horas de biblioteca, de
laboratorio, de actividades extraescolares, la desaparición de tutorías y a un
gran número de funciones que no se pueden llevar a cabo.
A todos sus desmanes hacia los profesionales interinos
añadimos ahora que por arte de birlibirloque han decidido invalidar
habilitaciones de especialidades de maestros que llevaban años trabajando con
ellas y dándoles como alternativa que se matriculen en centros privados,
pagando hasta 7000 euros, para volver a conseguir las habilitaciones que ya
tenían, dejándoles entre tanto sin trabajar.
Además se están contratando como si fueran maestros o
profesores a personas sin titulación, sólo porque proceden de países de habla
inglesa y sin el paso por la oposición con la que se que se hostiga cada dos
años a todos los interinos.
El fin último de todas estas atrocidades es destruir
educación pública para venderla después a sus amigos descuartizada.
La Consejería de Educación de Madrid hizo caso omiso a las
reivindicaciones de los interinos de los cursos pasados implantando lo que se
había propuesto y perjudicando así tanto a la educación pública, pero los
interinos no sucumbimos a su estrategia de desgaste. Ahora somos muchos los que
estamos en la calle con la única obligación y ocupación, ya que nos han dejado
sin trabajo, de hacerlos reflexionar, y daremos guerra hasta que rectifiquen.
¡Esto está empezando!
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