- Cientos de funcionarios salen a las calles de Madrid para protestar contra los recortes
- “Primero fueron a por los mineros. Ahora nos vienen a estrangular a nosotros”, aseguran
- La delegada del Gobierno asegura que no permitirá que la capital se convierta en Atenas
Los funcionarios han vuelto a salir a la calle esta tarde para protestar por los recortes del Gobierno, después de una mañana en la que han provocado cortes de tráfico y han coreado consignas contra el Ejecutivo. A las seis, los trabajadores públicos estaban convocados informalmente (la convocatoria oficial es para mañana al mediodía) para mostrar su rechazo por la pérdida de una de sus pagas y la reducción de los moscosos.
Poco antes de las siete, se han producido momentos de tensión entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad, cuando se encontraban frente a la sede del PP, y frente a las puertas del Congreso de los Diputados. "Nuestro dinero se lo dan a los banqueros", gritaba un centenar de personas concentradas en Génova.
Los manifestantes, en este caso unos 400 policías nacionales y bomberos de Madrid, han provocado cortes de tráfico en el paseo del Prado a la altura de la plaza de Neptuno y en la Carrera de San Jerónimo. Previamente han protagonizado una sentada frente a las puertas del Ayuntamiento de la ciudad, para después dirigirse hacia la calle Génova, donde los primeros funcionarios ya se habían disuelto. La delegada del Gobierno en Madrid ha asegurado que no va a permitir que la capital se convierta en Atenas, en referencia a los disturbios que se produjeron en la capital de Grecia tras la intervención por parte de la UE.
La protesta de los trabajadores públicos se ha originado esta mañana de forma espontánea. “¡Cobardes! ¡Cobardes!” “¡Manos arriba, esto es un atraco!” “Rajoy, dimisión”. Centenares de funcionarios han cortado el tráfico de algunas de las principales vías de Madrid, como La Castellana o Génova.
El parón a los coches que circulaban por el Paseo de la Castellana, frente a Nuevos Ministerios, ha sido por unos 10 minutos, pero habrá más reacciones, aseguran, contra lo que califican como un “acoso a los empleados de la función pública”. La decisión del Ejecutivo de eliminar la paga extra de Navidad y de reducir los moscosos —los días de asuntos propios— “ha sido la gota que colma el vaso”, que va en detrimento de su “calidad de vida”. Un grupo de empleados públicos ha increpado a los agentes de la Guardia Civil, que intentaban dispersar a los manifestantes, entre empujones y palpable crispación. Brazos alzados, gritos, resistencia a moverse de la vía pública.
“Los funcionarios somos personas como otras cualquiera”, que comen y que tienen familias y gastos. Esa paga que ya no percibirán ya tenía desde hace tiempo destino: seguros, pagar la lavadora, ir al dentista, la educación de sus hijos. Su principal queja es que todo el esfuerzo siempre recaiga en los mismos: “Que empiecen a recortar desde arriba”, insisten mientras intentan que los vehículos no avancen por la gran avenida.
María y Angelines (que prefieren no dar su apellido) trabajan en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea del Ministerio de Fomento. La supresión de la paga, cuentan las funcionarias indignadas, les toca de lleno sus bolsillos. “Nos van a quitar por lo menos 1.200 euros”. Angelines se pregunta cómo va a hacer frente a la hipoteca que ella paga sola. Las interrumpe otro funcionario. “¡Que dejen de comer tantos jamones ibéricos, que comen demasiado de gratis!”. Algunos de los empleados públicos resumen su reacción al recorte de manera parca, y salen corriendo: “Muy mal”, “Estamos fatal”. Otros alzan su voz con rabia. Un funcionario que prefiere no identificarse explica que la supresión de la paga en el caso de los altos cargos del funcionariado es “una cortina de humo” que oculta “gratificaciones bajo cuerda”.
Las quejas se suceden. Los funcionarios se lamentan de los estereotipos que los persiguen, de aquello de “vivir como un ídem”. María Constanza García, del Registro General de Fomento y de 52 años, invita a que quienes los critican vayan a su oficina a realizar su trabajo y se las apañen con el dinero que les pagan. García denuncia la precariedad en la que deben desempeñar su labor, con oficinas de “ordenadores antiguos y sillas rotas”. Y son un eslabón importante de una cadena en la que se reducirá el consumo, apostilla. Su caso no es alarmante, asegura; no tiene hijos, “a Dios gracias”.
“Tenemos solo un hijo gracias a Dios; de lo contrario, habría que ir a la boca del metro”, asegura Merche, trabajadora del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente desde hace 23 años. Para ella es un día particularmente triste. Su marido también es funcionario y ambos son mileuristas. El anuncio de Rajoy los ha dejado “hechos polvo”, musita. ¿Proyectos que se destrozan? Por lo pronto, “las vacaciones se han jodido. Las teníamos programadas, pero con lo que se avecina, no podemos gastarnos ese dinero”.
Y siguen las historias de planes rotos. Jaime, de 29 años, del Ministerio de Empleo, no podrá independizarse. “Yo solo, imposible. Aun siendo funcionario”. Lola, quien está en Fomento, augura una Navidad en la que ella y su familia no podrán disfrutar “de nada”. Ve peligrar los regalos de Reyes para sus hijos, de 2 y de 10 años. Laura —empleada pública en Marina Mercante, también de Fomento— ha salido hoy a la calle también por sus compañeros. Como muchos de los funcionarios, piensa que la desaparición de la paga extra representa el llover sobre mojado. “El 50% de la gente de aquí cobra 900 euros al mes. Es un desastre para ellos”, se enfada. Mar, quien lleva trabajando en el Ministerio de “desempleo” desde 1993, comenta que este año se tienen que olvidar de las vacaciones, y que le hubiera gustado enviar a sus hijos —de 8 y de 13 años—a un campamento de inglés. Habla en pasado.
Que hay muchos funcionarios mileuristas es algo que se debería saber, aseguran hasta enronquecer. “Gano 1.000 euros ahora. Hace 20 años ganaba 100.000 pesetas. Nos han quitado un montón”, suspira otra funcionaria. El primer día de trabajo en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha sido, cuando menos, extraño para una chica de 29 años que acaba de aprobar las oposiciones, después de cinco años de preparación. Las medidas aplicadas a los funcionarios no le parecen justas. “He pasado mucho tiempo estudiando, con el coste que ello ha supuesto para mi familia”. No es una solución para la crisis, añade, ir minando los derechos de los empleados públicos. “Nos congelan el sueldo hasta en épocas de bonanza”.
Rafael Aparicio no duda en dar hasta sus datos, hasta el número de carné de identidad en un gesto de “aquí estoy yo. No tengo nada que esconder”. Es funcionario del Ministerio de Agricultura y se enorgullece de haber acompañado a los mineros en las protestas. Aparicio emite al hablar un continuo “ya basta”. “Primero fueron a por los mineros. Ahora van a estrangularnos a nosotros", augura.
Sin embargo, los funcionarios van a dar la batalla. O así lo garantizan muchos. Esta mañana, se han vivido momentos de tensión frente a la sede del PP, en la calle Génova, donde se han concentrado unos 200 funcionarios de la Audiencia Nacional, el Tribunal Supremo y el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Los trabajadores han gritado lemas como "Manos arriba, esto es un atraco" y "Rajoy te quiero, Rajoy, te adoro, y tengo tu foto en el inodoro".
Las protestas se repetirán todos los días al mediodía y a las seis de la tarde.
Publicado en elpais.com
Los funcionarios cortan la Castellana y se concentran en Génova
Los funcionarios cortan la Castellana y se concentran en Génova
Los trabajadores públicos han coreado cánticos y gritos en contra de esas medidas, entre ellas la desaparición de la paga extra de Navidad
Los funcionarios, en pie de guerra contra los recortes. Cientos de trabajadores públicos se echaron este jueves a la calle en Madrid para protestar contra las últimas medidas propuestas por el Gobierno, como la supresión de la paga de Navidad de este año, y cortaron el Paseo de la Castellana y Génova, frente a la sede del PP. En este último escenario se concentraron de forma espontánea por segundo día consecutivo unos 200 funcionarios de Justicia, en su mayoría trabajadores de la Audiencia Nacional y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Los funcionarios, en pie de guerra contra los recortes. Cientos de trabajadores públicos se echaron este jueves a la calle en Madrid para protestar contra las últimas medidas propuestas por el Gobierno, como la supresión de la paga de Navidad de este año, y cortaron el Paseo de la Castellana y Génova, frente a la sede del PP. En este último escenario se concentraron de forma espontánea por segundo día consecutivo unos 200 funcionarios de Justicia, en su mayoría trabajadores de la Audiencia Nacional y del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
En la Castellana, eje de la ciudad, trabajadores de los diversos ministerios que se reparten a lo largo de la vía corearon consignas contra el Ejecutivo y detuvieron el tráfico durante diez minutos.
También hubo gritos en Génova. “Manos arriba, esto es un atraco”, “No nos moverán hasta que no retiren los recortes” o “Rajoy, da la cara”, “Rajoy te quiero, Rajoy te adoro, tengo tu foto en el inodoro”, fueron algunas de las frases escuchadas en esta concentración que se prolongó durante media hora, en la que también se cantaba: “Hunden al obrero, rescatan al banquero”.
Anuncian concentraciones diarias
Entre los concentrados estaba el responsable en materia de Justicia de CCOO, Javier Hernández, que hexplicó que los funcionaros se manifiestan así contra los “recortes intolerables” y la “política de desmantelamiento de los servicios públicos, que es lo que pretende este Gobierno”.
Entre los concentrados estaba el responsable en materia de Justicia de CCOO, Javier Hernández, que hexplicó que los funcionaros se manifiestan así contra los “recortes intolerables” y la “política de desmantelamiento de los servicios públicos, que es lo que pretende este Gobierno”.
Asimismo, criticó la “hipocresía” de Rajoy y los ministros de Economía, Luis de Guindos, y Hacienda, Cristóbal Montoro, y calificó de “intolerable” los aplausos que recibió el miércoles el presidente desde la “bancada popular” tras anunciar estas medida, lo que a su juicio demuestra una “falta de preocupación absoluta por los ciudadanos”.
Muchos de los funcionarios vestían camisetas amarillas con el lema “Sin Justicia, no hay derechos” y “No a los recortes”.
Hernández anunció que repetirán estas manifestaciones cada día por la mañana y por la tarde en defensa “no sólo de los derechos de los trabajadores públicos, sino de derechos sociales de todos los ciudadanos”.
Otra treintena de funcionarios del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se concentraron también de 12 a 12.30 para secundar esta protesta contra los ajustes anunciados por el Gobierno.
Publicado en republica.com
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