- El candidato del PP al Ayuntamiento de Madrid se compromete a "ceder parcelas" de forma "inmediata" a la Comunidad de Madrid para crear colegios concertados
- El Gobierno de Carmena cortó con la política de dar suelo municipal para este fin y ha tenido encontronazos con el Ejecutivo regional del PP por este motivo
- Más de la mitad de los colegios de la capital son privados o concertados (64%): los segundos alcanzan el 26% y los primeros superan en número a los públicos
Si el PP vuelve a gobernar en el Ayuntamiento de Madrid pondrá de nuevo el suelo público al servicio de las empresas que quieran construir y gestionar colegios concertados, tras cuatro años de negativas por parte del equipo de Manuela Carmena a estas cesiones. El candidato del partido a la Alcaldía, José Luis Martínez-Almeida, se compromete a ceder parcelas de forma "inmediata" a la Comunidad de Madrid para "crear centros concertados". "No puede ser que al Ayuntamiento le pidan una parcela y diga que para colegios concertados no cede parcelas. Eso no volverá a pasar con nosotros", ha proclamado en la presentación de su programa electoral.
La decisión rompe con una legislatura en la que la política ha sido "anteponer la enseñanza pública a cualquier otra". La primera teniente de alcalde, Marta Higueras, lo explicó así en una carta dirigida a la Consejería de Educación después de que el Gobierno regional del PP le solicitara terrenos para abrir dos colegios en Valdebebas y el Ensanche de Vallecas.
Esta negativa provocó un encontronazo entre las dos administraciones. La Comunidad de Madrid, que desde 1995 ha estado gobernada por el PP, se encontraba por primera vez con una administración municipal que había cambiado de color político y no cedía a sus peticiones en esta materia, que es su competencia. El consejero de Educación Rafael Van Grieken, criticó públicamente la decisión del Ayuntamiento y este señaló al Gobierno por intentar conseguir las parcelas con "datos sesgados" para "justificar el deseo mayoritario de las familias ante la enseñanza concertada frente a la pública, y por consiguiente, la obligada cesión de suelo para la construcción de equipamientos".
Entonces, Almeida ya era candidato y acusó al Ayuntamiento de Madrid de "sectarismo" y de "poner el riesgo el derecho constitucional de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos". Tres meses después, explota de nuevo la defensa sin ambages de este modelo, profundamente implantado por el PP en la capital y en toda la región.
Captan el 77% de los nuevos alumnos
El reparto de colegios según el sistema de financiación es muy desigual en Madrid. La capital tiene más colegios privados (533) que públicos (508). Si se suman, además, los concertados, el porcentaje alcanza el 64%, según los últimos datos de la Comunidad de Madrid del curso 2017-2018. Esto se refleja también en el número de alumnos: los privados y concertados captaron el 77% de los alumnos que se incorporaron al sistema educativo entre 2007 y 2017.
Las cifras explican cómo el negocio de la educación ha podido duplicar en Madrid su nivel de ganancias en una década, según datos del INE: de 1.091 millones de euros en 2005 a 2.446 en 2015. Este modelo lleva tan buen ritmo, entre otras cosas, porque capta a un porcentaje altísimo de los nuevos alumnos. De los 167.057 estudiantes más que sumó el sistema educativo madrileño entre 2007 y 2017, el 77% fueron a parar a centros de titularidad privada o concertada.
El número de colegios con nuevo concierto en la ciudad, sin embargo, no ha aumentado al menos desde 2010, cuando Ana Botella estaba al frente del Consistorio. Según las cifras oficiales, entonces había en funcionamiento 381 colegios, diez más que ahora. Eso no significa que el dinero público destinado a este fin se haya reducido. El negocio se ha continuado ensanchando porque se han seguido abriendo aulas nuevas en los colegios que ya existían.
Cada vez que se inaugura una, el dinero público que reciben los gestores aumenta. Las subvenciones se cobran por clases, no por centros, y de esta manera la educación concertada ha seguido ganando espacio de forma soterrada en la Comunidad de Madrid en esta última legislatura. Cristina Cifuentes prometió que no abriría ningún centro nuevo. Se lo saltó en una ocasión, pero además siguió engordando desde la Puerta del Sol año tras año el presupuesto. Madrid ya destina 1.028 millones de euros al año para financiar los colegios concertados.
La educación concertada supone un buen granero de votos para el PP. Sobre todo ahora que el partido, en shock después del 28A y con serios riesgos de perder la Comunidad de Madrid, se ha entregado a reivindicar como garantía de experiencia las medidas educativas liberales de los presidentes de la Comunidad de Madrid y los alcaldes del Ayuntamiento. La libertad de elección, los colegios de educación especial, los concertados... como el "ADN" de Madrid y como representación de lo que "está en juego" si gobierna la izquierda en la región.
"Apoyar el derecho a la elección de los padres es algo requerido por el sentido común político de un partido que quiere gobernar", dijo el primer consejero de Educación de Cristina Cifuentes al inicio de la legislatura. Ahora que, ante el avance del PSOE, el PP tiene sobre sus hombros la presión de recuperar el Ayuntamiento de Madrid como una de sus señas, estas declaraciones se cuelan convertidas en medidas en el papel del programa.
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