CCOO recurrirá el Real Decreto de las Reválidas de ESO y Bachillerato porque considera que el Gobierno dicta la norma sin legitimidad jurídica ni política.
CCOO prepara nuevas movilizaciones para septiembre, en defensa de los derechos del alumnado. CCOO considera que el Gobierno volverá a hacer el ridículo, como ocurrió con la aplicación caótica de la reválida de 6º de primaria.El Partido Popular concurrió a las elecciones con una propuesta de Pacto Educativo, pero sigue gobernando en funciones, unilateralmente y sin legitimidad política ni jurídica para hacerlo, sin pactar con nadie, e incumpliendo sus promesas electorales desde el minuto cero.
El Real Decreto 310/2016, de 29 de julio, por el que se regulan las evaluaciones finales de Educación Secundaria Obligatoria y de Bachillerato, desarrolla unas pruebas largas, costosas, injustas y completamente inútiles para la educación que necesitan nuestros jóvenes. Estas pruebas han sido el motor de una gran oposición a la política educativa del PP. El Gobierno no tiene el consenso de las Comunidades Autónomas (con invasión de sus competencias plenas en Educación), ni de la Comunidad Educativa, ni del Parlamento que todavía no ha constituido su Comisión de Educación, Cultura y Deporte, y además se otorga prerrogativas que no tiene un gobierno en funciones para legislar sobre preceptos básicos, de obligado cumplimiento para todas las Administraciones.
El gobierno incurre, con esta norma, en grandes injusticias:
El alumnado sujeto a estas evaluaciones externas homogéneas no habrá cursado programas homogéneos, ya que la aplicación de la LOMCE ha sido caótica. La ley más centralizadora ha conseguido la aplicación con más diferencias de la historia
El esfuerzo de 4 años (ESO), o de 2 años (Bachillerato), para alumnado que haya superado las materias, no habrá servido de nada si se suspende la prueba final.
No existen pruebas finales de estado para casi ningún estudio que habilite para el trabajo. Medicina, ingeniería, mecánica, química… casi todos los títulos se obtienen sin un examen común. ¿Por qué no el de ESO y Bachillerato? ¿Para limitar el acceso a los estudios superiores?
El alumnado se verá sometido a pruebas que duran cuatro o cinco días. En ESO, cada prueba durará una hora y se irán sucediendo con descansos de 15". En Bachillerato, cada prueba durará 90’ y se encadenarán con descansos de 20’.
Aunque se ha anunciado un acuerdo con las universidades, el RD mantiene la capacidad de cada universidad para mantener pruebas propias y el uso discrecional de los resultados de las reválidas para el acceso a los diferentes estudios. El acceso a la Universidad por primera vez en muchos años no se hará en condiciones de igualdad.Ni siquiera la ley puede oponerse al sentido de la historia. Estas reválidas fracasarán como ha fracasado la reválida de 6º de primaria o la Formación Profesional Básica.
La educación se enfrenta a dos grandes retos, la quiebra social y capacidad de las personas de desarrollarse y aprender en un contexto de creación exponencial de conocimiento y de datos.
Las reválidas operan en contra de las dos cosas.
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