Estos empleados, entre ellos fisioterapeutas, enfermeras y técnicos en integración social, temen no ser contratados este año y ser sustituidos por otras personas sin experiencia para no convertirse en trabajadores fijos.
González, que se reunió hoy con una treintena de estos trabajadores laborales de la Comunidad de Madrid, exigió a Figar que,“de manera inmediata, se reúna con estos empleados y les dé una solución que pasa por volver a ser contratados porque son referentes para estos alumnos con necesidades educativas especiales”.
Explicó que algunos de estos empleados que temen por su puesto de trabajo llevan desde hace 10 años en estos empleos y suman cerca de 24 meses de trabajo, lo que obligaría a la Administración a hacerles fijos.
Denunció que la Consejería de Educación exige que no se tenga más de un mes de experiencia para no tener que hacer contratos fijos, lo que supondrá que enfermeras, fisioterapeutas e integradores sociales con larga experiencia con estos alumnos no sean contratados.
José Tomás García representante de los técnicos en integración social de la bolsa de trabajo de la Comunidad de Madrid, denunció las “intenciones de Figar”.
“Algunos llevamos muchos años de experiencia, nos hemos formado para trabajar con estos niños y hemos realizado proyectos de inclusión educativa”, señaló García, quien pidió a la consejera de Educación que “ponga en valor la sonrisa de un niño autista”.
Informó de que “nadie nos ha dicho nada oficialmente sobre nuestra situación, cuando estamos a punto del inicio del curso escolar”.
Asimismo, Beatriz Domingo, representante del colectivo de fisioterapeutas que han trabajado en Educación, afirmó que “Educación no valora nuestra experiencia”.
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