1 millones de alumnos, más de 21.000 centros, casi 700.000 profesores y 50.448 millones de gasto (2012-2013) son las cifras, según datos del Ministerio de Educación, que conforman el sistema educativo español. Un sistema que hoy se levanta contra la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y los recortes en el sector en una huelga general de todas las etapas educativas y apoyada, en lo que se ha calificado de "hito", por padres, profesores y alumnos.
Una protesta que el ministro de Educación, José Ignacio Wert, no ve razonable porque la "Ley se encuentra en fase de elaboración". La Ley previsiblemente será aprobada en el Consejo de Ministros de este viernes, y después remitida al Parlamento para su debate y aprobación.
El presidente de la Confederación española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), José María Sánchez, ha explicado que los ejes de la huelga son la restitución inmediata de los fondos recortados a los presupuestos de Educación, la retirada del anteproyecto de la LOMCE y la dimisión del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. ELMUNDO.es ha contactado con el Ministerio de Educación que ha declinado hacer cualquier declaración o valoración sobre lo que consideran "una huelga injustificada".
En líneas generales, la conocida como 'Ley Wert', tiene como objetivo controlar el contenido de las asignaturas en las Comunidades Autónomas. Busca, así, reforzar las asignaturas vehiculares y equilibrar, en palabras del ministro, el nivel educativo.
En cada fase se establecerán exámenes de evaluación y se dará más importancia a los idiomas, las matemáticas, la lengua y las ciencias. Uno de los puntos más controvertidos para profesores y padres que consideran que de esta manera se crea un sistema donde los alumnos sólo estarán pendientes de aprobar los exámenes y "no de desarrollarse como personas, que a fin de cuentas es para los que se les educa".
'Un cambio radical en el enfoque educativo'
"Como docente y como ciudadana supone asistir a un cambio radical en el enfoque educativo hacia el mundo empresarial, obviando la formación integral de las personas. Esto limita nuestro papel como educadores a la mera satisfacción de las necesidades de un mercado laboral cada vez más precario, para el que bastará con formar a unos pocos en la 'excelencia'", asegura Elena Navarro, profesora y madre de dos alumnas en la enseñanza pública.
"La LOMCE segrega al alumnado con itinerarios irreversibles. Es decir, si un alumno en 4º de la ESO elige ya enseñanzas académicas o las llamadas aplicadas estos alumnos van a tener un título que ya les marca para hacer bachillerato o FP. Pero también empieza en 2º de la ESO con los programas de aprendizaje. Es tremendo que a los 13 años se les empiece a segregar. Les hace tomar unas decisiones en la adolescencia, una edad con problemáticas diversas, y luego si quieren tomar otro camino tienen que volver a hacer una reválida para acceder a otra cosa", explica María Jesús, profesora de Física y Química en un instituto madrileño.
Los alumnos tendrán pruebas externa en primaria, que no serán reválidas, en la ESO y en Bachillerato, estas dos últimas si suspenden supondrá que no podrán seguir estudiando. Con 16 años, los que hayan aprobado, tendrán su titulo de enseñanza obligatoria y los que quieran seguir estudiando tendrán que apsar un examen final, que dependerá de si quieren estudiar Bachiller o FP.
Hasta secundaria estas pruebas no serán definitivas y servirán para identificar las carencias de los alumnos y comparar los resultados entre todas las CC.AA, y que según las asociaciones servirá para penalizar a los centros que obtenga los peores resultados.
"Todo se plantea como preparación para los exámenes. Eso es nefasto para los profesores. La enseñanza está orientada para pasar las pruebas a la Universidad. Nos dirigen todo el aprendizaje para que los alumnos pasen un examen, que además tienen función acreditativa para ellos", cuenta María Jesús.
"Me preocupa el nivel de estrés que puede generar en mis hijos estar constantemente realizando exámenes de evaluación", añade Camilo Jené, padre de tres alumnos en la enseñanza pública. "La LOMCE lo que nos trae es un sistema educativo muy cerrado y donde los chavales van a tener demasiadas complicaciones, muchas trabas y muchos muros que superar. La vida es algo más que una reválida", insiste.
"La LOMCE supone la expulsión de los hijos de los que no pueden pagar escuelas privadas que inflen las notas, escuelas que puedan ayudar a preparar los exámenes para pasar al siguiente tramos educativos...", asegura Diego Parejo, representante del sindicato de Estudiantes y estudiante de Ciencias Políticas.
Además, la temida Selectividad desaparece, algo que desde hace varios años reclaman los estudiantes, y se podrá acceder a la universidad con el título de Bachillerato. Eso sí se establece una evaluación individualizada en la que se podrá ver el grado de adquisición del alumno en un examen que realizará el Ministerio de Educación directamente.
Padres y profesores pierden poder
Por otro lado, La Ley quita el poder de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos y al profesorado, que pasa a manos del gobierno y a la dirección del propio centro. Es decir "dejamos de tener voz y voto, para tener sólo voz", afirma María Jesús Martín, profesora de Física y Química. Es decir, se profesionaliza la función directiva.
Se trata éste de uno de los aspectos más criticados de la Ley por el profesorado y los padres que creen que supondrá "una absoluta falta de participación de la comunidad docente y de la comunidad educativa, del alumnado y de las familias".
"La LOMCE supone un retroceso para toda la ciudadanía a años anteriores a la ley de 70. Como docente supone consolidar los recortes, potenciar conciertos educativos y anular la participación democrática. Es decir, el consejo escolar deja de tener voz y voto para tener solo voz. La elección del director queda en manos del a Administración. No tenemos nada de decir los estamentos. Es muy difícil encontrarle algo bueno», reitera María Jesús.
"No parece una Ley Educativa hecha para organizar un sistema, sino para sentar unas bases ideológicas a medida de una opción política concreta. Entendemos que una reforma educativa ha de abarcar un montón de aspectos no políticos y sobre todo, ser fruto de un consenso entre autoridades, familias y especialistas educativos", afirma Patricia Santos, secretaria del AMPA Verbena, en Leganés.
Se necesita una reforma
Aun así, la mayoría reconocen con el sistema educativo necesita una reforma. En este sentido, el portavoz del Sindicato de Estudiantes, Thoil Delgado, recuerda que para ninguno de los convocantes de la huelga el sistema tal y como está "es la panacea". "Pedimos que se abra un proceso en el que padres, profesores y estudiantes seamos escuchados sobre las necesidades y mejoras que habría que aplicar a la escuela pública para poder superar los elementos con los que no estamos de acuerdo y que hay que mejorar", ha puntualizado.
Patricia propone un "consenso educativo". "Un diálogo que contemple todos los sectores y mediante el cual se estructure una ley en condiciones, que contemple todos y cada uno de los niveles educativos. Y sobre todo, que no esté basada en postulados de oferta y demanda. La educación no es mercado y necesita de mayor inversión, no de recortes".
"Si la educación estaba tan mal, ¿por qué esperar a la crisis para abordar una reforma estructural de este calibre en educación?¿Es que antes estábamos tirando el dinero sin que a nadie le importara? ¿Por qué ahora?", afirma, por otro lado, Elena.
"Lo que queremos es reformar el sistema educativo porque ahora mismo tiene muchas carencias pero mirando hacia al futuro con las nuevas tecnologías y no mirando hacia el pasado con más participación, menos ratio. Que a los niños les guste ir a los centros, les guste estudiar", añade Camilo.
En este sentido, insisten desde las diferentes asociaciones que "toca que en la comunidad educativa haya alguien capaz de sentarnos a todos a una mesa y abordar todos los asuntos que requiere una reforma" porque ahora, recuerdan desde CEAPA, el ministro Wert ha "dado la espalda" a toda la comunidad educativa para elaborar su proyecto.
"¿Qué proceso negociador? No han negociado con nadie. Vamos por la tercera versión de la LOMCE porque ha habido una contestación social. Primero hicieron unos borradores en la que se pedían opiniones, no sabemos ni las respuestas ni cuántas ni cuáles... Eso es lo que consideran el debate de la LOMCE. Ni con agentes sociales, ni con plataformas, ni con nadie", añade María Jesús.
¿Y el futuro?
"Si se aprobara la LOMCE dentro de cinco años estaré con más alumnos y todos obsesionados con sacar buenas notas en las reválidas", reconoce esta maestra. Y es que, la reforma del sistema educativo pasa también por una adaptación a la crisis económica que vive el país desde 2008. Una adaptación que se traduce en un recorte de gasto público en este sector que desde el profesorado ya han empezado a notar en las aulas.
Desde 2010, según los datos del Ministerio de Educación, el gasto en Educación se ha reducido de los 52.172,9 millones euros, un 4,9% del PIB, hasta los 50.448,6 millones de euros en 2012, o lo que los mismos, un 4,7% del PIB. Unas tendencias que desde los colectivos educativos creen que continuarán y que apuntan a que tiene como objetivo reducir la inversión educativa de ese 4,7% hasta el 3,7%.
Para Elena "el ataque a la escuela pública supone la pérdida de la igualdad de oportunidades y el riesgo de privatización del sistema. Lo que antes era una opción, ahora ha pasado a ser un derecho que debemos defender juntos".
"Un país no puede tener tres leyes educativas en 12 años; esto no puede generar otra cosa que no sea confusión. Pero sucede además que la inversión en educación pública, investigación e innovación por parte de las autoridades ha descendido a niveles alarmantes", explica Patricia Santos, secretaria del AMPA Verbena.
En los Presupuestos Generales del Estado para este año la partida destinada a Educación es un 14,4% menos (1.944,73 millones de euros) que en el ejercicio anterior, que fue de 2.270,90 millones de euros. "Especialmente se observa que en Educación Infantil y Primaria los recortes han sido 'enormes' y tan solo suponen el 0,05% del PGE para el año 2013», apuntan desde la AMPA, aunque señalan que es una tendencia que ya se inició con el Gobierno socialista.
Los recortes en las aulas
Recortes más que visibles, según el profesorado. Ese recorte lo hemos sufrido en reducción de profesores y en un aumento del alumnado con lo que aumenta de horas lectivas a la semana, que no es por no trabajarlas, sino porque más horas supone un grupo de alumnos más y más alumnos supone menos tiempo para atender el resto de actividades necesarias y atender a los estudiantes de forma individualizada", explican.
"Los nuevos recortes supondrán aún más despido de personal docente. La implantación de la FP dual, el cierre de escuelas oficiales de idiomas o escuelas de música enviarán a muchos más profesores interinos al paro y seguirán aumentando el número de funcionarios obligados a cubrir sustituciones por bajas laborales", afirma Elena.
"No sé si alguien que no se dedica a la docencia es capaz de darse cuenta de que dar clase a 35 alumnos es realmente difícil. Pasar de 25 a 30 se nota muchísimo. Los alumnos casi no caben y eso aumenta la conflictividad. Más recortes suponen reducir los recursos. Reducir fotocopias, la imposibilidad de comprar material tecnológico...", pone de ejemplo María Jesús.
Aun así, la peor parte de la bajada se la llevan los programas destinados a los alumnos con dificultades, que ha perdido 116,5 millones, es decir, un 68%, hasta los 53 millones.
En cuanto a las becas, la partida se ha reducido en 47,8 millones de euros, un 3,8%, hasta quedarse en 1.222 millones de euros.
De hecho, la Universidad es uno de los niveles que más guerra está dando tanto con la LOMCE, los recortes como el conocido como Plan de Bolonia. "Los planes de Bolonia han provocado un encarecimiento salvaje de la universidad pública. Eso supone una expulsión por un cariz económico de familias humildes que no pueden gastar 6.000 euros para que sus hijos vayan a la universidad. Bolonia imposibilita compaginar trabajo y estudios. Al final lo que tienes es como una etapa de instituto en la que no tienes medios, ni innovación tecnológica, ni interacción profesor alumno", explica Diego.
Sin embargo, padres y profesores también hacen autocrítica y reconocen que para haber llegado a esta situación ellos también han cometido errores, especialmente en cuanto a la desunión. "No tenemos tiempo ni espacio para trabajar en equipo. Es una profesión muy individualista y una forma de avanzar y conseguir más objetivos es trabajar en equipo", reconoce esta profesora.
"Los padres queremos hacer más cosas, proponemos cosas, pero tenemos el poder que tenemos, exigimos más, pero en lugar de darnos más nos va a dar menos, incluso desde el propio centro. Y eso hay que corregirlo. Tenemos que ser una comunidad educativa homogénea. Debería ser una comunidad real".
"Me gustaría ver a mis hijas en la escuela pública, una escuela de calidad y plural que garantice la igualdad de oportunidades para todos. A mi clase me gustaría verla con el mismo entusiasmo y ganas que la de ahora pero con más recursos, menos masificación y un poquito más de ilusión de futuro", reafirma Elena.
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